PROYECTO DE GRADO PARA OPTAR AL GRADO DE
Enviado por jamejameja • 7 de Mayo de 2018 • Tesis • 10.546 Palabras (43 Páginas) • 189 Visitas
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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
Facultad de Ciencia Política, Historia y Geografía
Instituto de Ciencia Política
MARXISMO, IDEOLOGÍA, POSMODERNIDAD:
EL QUEHACER DE LA IZQUIERDA EN LA TEORÍA CONTEMPORÁNEA
PROYECTO DE GRADO PARA OPTAR AL GRADO DE
LICENCIATURA EN CIENCIA POLÍTICA
Emilio Ahumada Varela
Profesor Guía:
Diego Rossello
2 de Diciembre de 2016
Índice
TOC \t "Encabezamiento, 1"
I. Introducción PAGEREF _Toc \h 3
II. Conceptualizando Ideología PAGEREF _Toc1 \h 6
III. Posmarxismo y Realidad Social: Presupuestos Epistemológicos PAGEREF _Toc2 \h 11
IV. Posmarxismo y Antagonismo: un punto de encuentro PAGEREF _Toc3 \h 16
V. Democracia Radical, Populismo y el Acto Revolucionario: la Polémica entre Žižek y Laclau PAGEREF _Toc4 \h 19
VI. En Defensa de Causas Perdidas: Žižek, Lucha de Clases y Populismo PAGEREF _Toc5 \h 25
VII. Conclusiones PAGEREF _Toc6 \h 29
Bibliografía. PAGEREF _Toc7 \h 33
I. Introducción
Numerosos teóricos políticos contemporáneos vislumbraban ya a fines del siglo XX la muerte de las ideologías como estructuras totalizantes capaces de llevar a cabo cambios globales en el sistema político, económico y social. Nuestra época se encuentra marcada por una apatía generalizada y un rechazo a toda utopía emancipatoria o libertaria. La idea de instaurar un régimen distinto al capitalismo contemporáneo a través de nociones abstractas, ahistóricas y transversales encuentra asidero en pocas mentes de la actualidad. No obstante, la crisis experimentada por los distintos acercamientos a un cambio radical, de las teorías utopizantes, no es menor a la crisis que efectivamente sufre el sistema capitalista y que, dadas las características de su desarrollo: el consumismo, la explotación de los recursos naturales, podría llevar eventualmente a la humanidad a una catástrofe ecológica antropogénica sin precedentes. La necesidad de un horizonte teórico para una teoría emancipatoria, para las posibilidades de existencia de una emancipación, una estrategia para el cambio, e incluso una salvación para la humanidad, no ha cesado de existir.
Ciertamente el marxismo sufrió y sufre constantemente crisis. Las derrotas en el siglo XX de los proyectos marxistas, desde el fracaso de la revolución en Alemania hasta la burocratización y colapso de la unión soviética a finales de siglo, pasando por la tragedia de Salvador Allende, la revelación de los crímenes cometidos por Stalin y por Pol Pot y el revisionismo que vieron en el mundo los partidos de izquierdas, comprometidos luego, en los hechos, con una social democracia, anticipan el proceso melancólico y pesimista, en que la izquierda se vio sumida, especialmente al principio de los tiempos llamados posmodernos.
Desde la caída del muro de Berlín, los estudios de ideología han centrado su atención en un fenómeno político relativamente nuevo: el paso de la trascendencia de los grandes ideales de transformación global a la inmanencia de un conjunto de proyectos gregarios independientes sin mayor compromiso por cambios sociales estructurales. Lejos de inscribirse en grandes luchas, el feminismo, el ecologismo, las luchas étnicas, económicas, etc., han adquirido independencia, sustentándose por si mismas en favor o en contra de determinados cambios parciales y contingentes. Con estos antecedentes la muerte de Marx no habría sido una opinión descabellada y efectivamente se produce en la sociedad cierto abandono de las causas marxistas a favor de causas exclusivamente anticapitalistas. Es en este contexto, con los desafíos que propone la sociedad posmoderna y la historia de derrotas del marxismo a cuestas, que una escuela de pensadores encuentra un giro de tuerca que permite la vuelta de Marx al pensamiento social: el posmarxismo, que se basa en la teoría pos-estructuralista, y encuentra sus cimientos teóricos en autores como Lacan, Foucault, Derrida y Wittgenstein.
El posmarxismo parte del supuesto de que la realidad social está construida discursivamente. Diversas identidades, por definición contingentes y precarias, podrían ser articuladas en torno a estos discursos, generándose las distintas luchas sociales que estarían constantemente en pugna por la hegemonía política, esto es, por ocupar el lugar vacío donde reside el poder. Es precisamente este lugar vacío desde donde surge la ideología: la ordenación de una red simbólica donde existen estos distintos discursos, donde transcurre y habita la sociedad. De vital importancia para esta corriente es el rechazo del reduccionismo económico y el esencialismo que caracterizan al marxismo ortodoxo: una de sus principales premisas es que no existe un bloque histórico o clase social que tenga que llevar a cabo las transformaciones estructurales, esto por ser la economía otro aspecto de las diferentes luchas políticas que se llevan a cabo en la actualidad y no la base que las determina a todas. Dependiendo de los resultados de la lucha por la hegemonía, el sistema puede ser transformado gradualmente.
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