Primer Wittgenstein
Enviado por lakiut • 29 de Marzo de 2014 • 2.680 Palabras (11 Páginas) • 325 Visitas
PRIMER WITTGENSTEIN
UTILIZAMOS ESTE TÍTULO PARA DESIGNAR LA FILOSOFÍA DESARROLLADA POR WITTGENSTEIN EN EL “TRACTATUS”; CORRESPONDE AL MOMENTO EN EL QUE SUS IDEAS ESTÁN MÁS PRÓXIMAS AL NEOPOSITIVISMO.
Es habitual distinguir dos períodos en el pensamiento de Wittgenstein, denominados “primer Wittgenstein” y “último Wittgenstein” (o “segundo Wittgenstein). Aunque existen importantes diferencias entre las dos fases de su filosofía, cabe destacar los siguientes elementos comunes:
1) Interés por lenguaje: el estudio de las peculiaridades más básicas y de los límites del lenguaje lleva a la comprensión de los límites del sentido y del conocimiento.
2) Valoración de la filosofía: tanto en el primer como en el segundo Wittgenstein encontramos las tres ideas siguientes:
• la filosofía no puede ofrecernos una descripción con sentido de la realidad;
• la metafísica es producto de confusiones lingüísticas, de formas incorrectas de reunir los conceptos en una proposición;
• la auténtica filosofía debe limitarse a establecer el ámbito de lo que se puede decir, el ámbito del sentido, es una tarea de análisis y esclarecimiento del lenguaje.
3) Finalmente, las dos fases se incluyen en el marco del empirismo, fundamentalmente por las dos tesis siguientes:
• el mundo está compuesto por entidades espacio-temporales que se relacionan contingentemente, consta de hechos;
• el único modo de conocimiento es el de las ciencias empíricas; la experiencia (la percepción) es el fundamento del conocimiento.
En cuanto a las diferencias principales entre las dos etapas, las podemos encontrar en la valoración del lenguaje ordinario: el Wittgenstein del “Tractatus” consideró que este lenguaje es imperfecto pues esconde su estructura lógica, y se preocupó por mostrar que era posible rescatar esta estructura y expresarla en un lenguaje ideal que no tuviese los defectos del lenguaje corriente. En su segunda época, Wittgenstein no ve el lenguaje ordinario como imperfecto, rechaza la teoría pictórica del significado y la visión esencialista del significado y del lenguaje. No existe “el lenguaje”, existen muchos lenguajes, tantos como formas de vida; cada forma de vida da lugar a un juego de lenguaje, con reglas y objetivos propios. Entre los juegos de lenguaje existen sólo ciertos parecidos de familia, no una esencia común.
La obra principal del “primer” Wittgenstein es el “Tractatus Logico-Philosophicus” y las del segundo los “Cuadernos azul y marrón” y las “Investigaciones filosóficas”. El primer Wittgenstein se suele incluir, aunque de un modo un tanto forzado, en el movimiento neopositivista y al segundo Wittgenstein se le considera uno de los fundadores de la filosofía analítica.
Como es ampliamente reconocido, la influencia de la obra de L. Wittgenstein en la filosofía del siglo XX ha sido enorme, especialmente en el mundo anglosajón. La trascendencia de esa obra es tal, que abarca en realidad todas las escuelas y disciplinas filosóficas, desde la filosofía de la lógica y las matemáticas a la teoría del conocimiento y a la metafísica. Incluso se puede calibrar esa influencia en términos de su importancia en la constitución de nuevas disciplinas - o renovación de antiguas -, como la filosofía de la mente o la psicología filosófica. Así sucedió con la teoría filosófica del lenguaje que, a impulsos de sus ideas en su segundo periodo filosófico - lo que se conoce como WII o segundo Wittgenstein-, fue a contribuir decisivamente al replanteamiento del concepto de lenguaje, replanteamiento ajeno en principio a las tradiciones propiamente lingüísticas, pero que posteriormente ha influido en ellas
Sin embargo, a pesar de que se suele dividir la evolución filosófica de Wittgenstein en periodos, lo primero que es preciso señalar es el carácter global de sus ideas filosóficas. Ni en su segundo periodo, ni en el primero, Wittgenstein estaba interesado en una teoría propiamente lingüística, si se entiende por tal una teoría cuya función fuera describir un presunto sistema de símbolos utilizados en la comunicación humana. Su orientación era estrictamente filosófica: la teoría del lenguaje habría de contribuir a una explicación o solución de problemas referentes a nuestra relación con el mundo. En este sentido es preciso subrayar la esencial continuidad del enfoque metodológico de la filosofía wittgensteniana: cualquier instrumento de análisis o teoría sustantiva fue considerado por él en la medida en que podía aportar claridad a la elucidación del problema central de la fundamentación de nuestro conocimiento del mundo y de nuestras acciones, un problema definido en sus términos modernos esenciales por I. Kant. Así, la teoría figurativa del Tractatus constituyó, al mismo tiempo, una respuesta al problema de las condiciones necesarias de la representación lingüística de la realidad - de cualquier representación simbólica en general - y una elucidación de la lógica interna del lenguaje natural. Igualmente en su teoría posterior, las reflexiones filosóficas de Wittgenstein tendrán un pie puesto en la filosofía del lenguaje y el otro en diferentes disciplinas filosóficas, como la teoría del conocimiento, la ética o la filosofía de la mente.
Así pues, la aportación de L. Wittgenstein a la filosofía del lenguaje, y la filosofía en general, hay que juzgarla desde esta perspectiva: su objetivo no fue puramente lingüístico, sino `exterior' a la teoría del lenguaje, como sucede, por otra parte, con la obra de N. Chomsky, una de las más interesantes del siglo XX, desde el punto de vista lingüístico. Por tanto, la contribución de Wittgenstein, especialmente en sus detalles, sólo puede ser cabalmente comprendida cuando se capta su incardinación filosófica, su marco conceptual propio.
Todo esto no quiere decir, sin embargo, que la evolución de las teorías del lenguaje de L. Wittgenstein no pueda exponerse y apreciarse en virtud de sus propiedades intrínsecas. Es más, seguramente uno de los mayores logros de la filosofía de Wittgenstein, al menos uno de los más duraderos, sea el de haber enseñado a considerar el lenguaje humano bajo un nuevo prisma, como una realidad social y comunicativa en vez de un puro sistema de representación del mundo y de nuestro conocimiento de él.
A pesar de las complejidades que presenta el análisis de las obras de Wittgenstein en el periodo intermedio entre el Tractatus y las Investigaciones filosóficas, la evolución de su pensamiento se puede narrar de una forma muy general como el abandono de dos ideas características del Tractatus:
1) En primer lugar, la progresiva insatisfacción acerca del diagnóstico y
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