Principios de sociologia herbert spencer

LA CIENCIA SOCIAL: Fundamentos de la Sociología

Spencer inicia el libro clasificando grados de evolución: inorgánica, orgánica y la evolución superorgánica, esta última implica un nuevo orden de fenómenos que sucede “cuando muchos individuos coordinan sus esfuerzos para producir un efecto que exceda en extensión y complejidad a los que resultan de las acciones individuales” (pág. 7). Es de exclusividad de los vertebrados superiores, demostrando que en el reino orgánico existe una tendencia a una evolución superior, determinada en diversas formas en distintos caracteres de distintas especies, lo que busca Spencer, es mediante un método inductivo, hallar las formas de desarrollo en las sociedades humanas. Plantea que el fenómeno social es una acción combinada de factores internos (carácter físico, moral e intelectual de los individuos que componen una sociedad ) y externos (el clima, la constitución geológica de los suelo, fertilidad, flora y fauna).

Dentro de su teoría de la evolución el progreso constituye un papel intrínseco, donde todo agregado tiene que adecuarse al modo en que vive, lo modifica y es modificado por él, luego deviene cierto equilibrio, sin embargo no sostiene la idea de un progreso continuo sin restricciones.

En la búsqueda de la interpretación de los fenómenos sociales Spencer dedica atención especial a las ideas del hombre primitivo, las ideas que tenía del exterior y de sí mismo. Principalmente la concepción de dualidad humana, que traería entre sus consecuencias las apariciones de las supersticiones.

La concepción del espíritu como dependiente del cuerpo, que hace obrar  al hombre primitivo en relación al sueño, en la deducción que es el otro yo el que viaja por tierras lejanas y el otro que se mantiene inerte y tendido.

La idea de la muerte como la suspensión de la vida, que tuvo como consecuencia principal la preocupación del bienestar del difunto, acrecentando la fe en la otra vida, asimismo se va a lograr concebir a “los espíritus de los muertos como materiales, lo mismo que los cuerpos; los animales también tienen sus almas; así como las plantas y las cosas inanimadas”(pág. 49). Esta creencia hará incluso un paralelismo entre el mundo del os muertos y e los vivos, donde la organización social es la misma en ambos lados, conservando las categorías. Muchas vece seste paralelismo involucraba una comunicación constante entre ambos mundos, entre las dos vidas.

Es así como la idea de otro mundo se halla unida a la de otra vida, Spencer enuncia que dentro de las ideas del hombre primitivo estaba la confusión, en un origen, entro los dos mundos, los espíritus vagaban en torno a sus tumbas, conforme la evolución y el progreso de las ideas hacen su parte, las relaciones entre ambas vidas se hacen más estrechas, menos frecuentes.

En torno al mundo imaginario del hombre primitivo, un mundo poblado de innumerables fantasmas, donde se los  encuentra en todas partes, cavernas, bosques, fuentes, conviven con los vivos. Surge la creencia de espíritus buenos a la par de los espíritus malos y ha ejercido una influencia mayor en los principios de la sociedad, entre ellos la doctrina de la inspiración. “El poder atribuido a los espíritus benéficos y maléficos conduce a las prácticas del exorcismo y de la brujería o magia; y por una transición insensible a la idea del milagro” (pág. 62).

En cuanto a el origen de los cultos, Spencer enuncia que es una idea que se encuentra en todos los pueblos y en todas las edades de la civilización, con realce en distintos grados de desarrollo, es una creencia que se encuentra anteriores a muchas y en todas donde sea admisible la idea de seres sobrenaturales. Spence le atribuye una falsa interpretación d elos hechos y de los nombres a las creencias supersticiosas, atribuye a su vez errores linguisticos a las personificaciones de los fenómenos naturales, en la ruta de la evolución de las ideas, “cuando se halla bien establecida la fe en la supervivencia indefinida de los espíritus, los seres sobrenaturales llegan a ser innumerables (…) a la vez que se produce este incremento de cantidad, se verifica, con arreglo a las leyes d ela evolución un incremento en coherencia. Las supersticiones del hombre primitivo son vagas y poco consistentes, cada uno se forma una idea particular del mundo sobrenatural” (pág. 87). Con el transcurso del tiempo el mundo sobrenatural se va contornando en aspectos más definidos, las propiedades de todos los objetos, así como los pensamientos y la conducta de los hombres se atribuye a agentes invisibles que constituyen un mecanismo de casualidad. El sistema de supersticiones sigue su evolución del mismo modo que cualquier otra cosa alguna, según Spencer, la teoría del cosmos, que parte de la acción de los espíritus termina en la idea ordenada y universal de un poder desconocido, una ley a la que se hallan sometidas todas las transformaciones.

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