Si P...entonces Pragmatismo
Enviado por Reboira9 • 17 de Julio de 2013 • 4.878 Palabras (20 Páginas) • 258 Visitas
Si P entonces...Pragmatismo
¿Qué es la Epistemoloxía Pragmatista? grosso modo, es el movimiento teórico del conocimiento
filosófico de finales del XIX llamado, por lo general, pragmatismo.
Lo primero que este trabajo contiene es un comentario sobre las
figuras que relucen especialmente en este ámbito, Charles Danders Peirce y William James. De
ellos se ofrece una comparativa para, después, concentrar la mirada en Peirce, el fundador, el cual
clausura este trabajo a través de la música. Realmente, él protagoniza la exposición por ser inicio y
cumbre de dicha corriente filosófica. Sin duda ha sido un muy grato descubrimiento para los
alumnos del Máster de Filosofía, el de una figura que se ha tornado más grande a medida que ha ido
transcurriendo el tiempo académico.
Y, así, por un lado, tenemos a los padres del pragmatismo, Peirce y James y, junto a ellos tenemos
a Dewey, también de capital importancia para este movimiento. Aunque entre la heterogeneidad de
versiones también podríamos nombrar a Clarence Irving Lewis (pragmatismo conceptual). Así, en
la explicación del pragmatismo, defiende Faerna la relevancia de este autor:
Tal vez sea esta doble apertura de la reflexión filosófica a las ciencias experimentales de la conducta y a los
refinamientos del formalismo lógico una de las claves más reveladoras en la conformación del pragmatismo y de
su discreto pero tenaz modo de supervivencia.[...]
Semejante combinación no puede estar mejor expresada que en los perfiles intelectuales, contrapuestos y
complementarios de W. James y CH. S. Peirce. Se da también en el amplísimo horizonte en el que se mueve el
pensamiento de J. Dewey, quien trató de concebir una lógica literalmente como una ciencia de la conducta del
investigador racional. Pero quizá sea C. I. Lewis el filósofo que con más éxito haya logrado acomodar las
intuiciones del pragmatismo a un lenguaje y unos procedimientos inspirados en las transformaciones de la
moderna lógica1.
Y no nos podemos olvidar del entorno más actual y, con ello, dejar de destacar figuras de
indudable prestigio y relevancia como Richard Rorty y Hilary Putnam, este aún vivo.
Sobra decir que estos y los anteriores, con todas sus diferencias, son todos pragmatistas por
afinidad metodológica. Pero no las líneas generales que pueden dar una idea del significado de esa
afinidad,es decir, del significado que estos autores han dado al pragmatismo.
En general, la idea parte de la pretensión de «poner sus ideas en claro» alzándose contra el
oscurantismo filosófico alentado “bajo las pretensiones de una razón absoluta y autosuficiente, al
que unos y otros proponen combatir con las mismas armas: el ejercicio riguroso del análisis y la
1 Faerna, A. M. (1996). Introducción a la teoría pragmatista del conocimiento. Madrid. Siglo XXI. p. 60
definición”2.
Los dos caballos de batalla para el pragmatismo son, por una parte: “[...]la negación del
subjetivismo escéptico [...] por otra, el rechazo del objetivismo conductista....”3. También se trata de
la emancipación de la categoría de acción para cualquier descripción del sujeto y del objeto, y el
intento de renovación del empirismo al defender el papel de la experiencia como elemento central.
Entorno a él se mueven todas las operaciones relacionadas con la obtención de conocimiento
substantivo válido4.
El pragmatismo “propuso una nueva articulación de esa experiencia con los procesos cognitivos,
rompiendo los estrechos moldes del inductismo y las limitaciones -no menos empirista que
racionalista- de la mente como «espejo de la naturaleza»”5
Pero otro punto también esencial es el regeneracionismo filosófico. Los pragmatistas hacen de la
filosofía un instrumento crítico para la clarificación del pensamiento mediante un importante
arsenal de conceptos y de instrumentos analíticos.
Hacia una teoría de la justificación: aunque con diferencias importantes entre los diferentes
autores, revisaron de forma sistemática “los criterios en que descansaba la validez del
conocimiento, en busca de una nueva definición de la creencia justificada y […] de la verdad- en
sintonía con la imagen naturalista y antie-especulativa que estaban tratando de construir”6.
Quizá una de las influencias más destacadas sea la del evolucionismo. Por ejemplo, encontramos
claros paralelismos en la teoría de la creencia de Peirce y en la teoría de la verdad de James “en el
modo en que los organismos generan hábitos y desarrollan pautas de conducta para lograr su
adaptación al medio”7. Con esto puede parecer que el árbitro de la verdad sea la supervivencia;
aunque habrá otros elementos que conformarán esa verdad, dependiendo del autor en cuestión. En
todo caso, será un marco teórico que da empaque a la estructura general del movimiento y que
ayuda decididamente a romper con la larga sombra del racionalismo: “ […] Darwin socavó la idea
de la razón humana como algo sobrenatural. Ahora solo era una capacidad de relación con el medio,
producto de variaciones fortuitas y circunstancias variables”8.
Si pensamos, en general, las influencias esenciales se hallan en las ciencias biológicas, en las
ciencias de la conducta y en la tradición filosófica empirista. Y, por supuesto, a diferentes niveles
encontramos a Kant y también a Berkeley. Así, Faerna, hablando de la tradición filosófica de
Harvard comenta que:
[…] el efecto de la filosofía de Kant se hacía notar en una relación ambivalente con la metafísica y en el
decantamiento hacia temas epistemológicos, así como en la concepción del sujeto como agente activo en el
proceso de conocimiento y el consiguiente desprestigio del realismo. Esto último explicará también el interés de
los pragmatistas por las teorías del obispo Berkeley9.
Kant apadrina el movimiento desde el rechazo a su metafísica pero también desde importantes
aportaciones que van a configurar el punto de partida pragmatista:
[…] La tradición racionalista había puesto de manifiesto de manera convincente que la información sensorial no
puede dar de sí un conocimiento cierto y estable. En este sentido, las ideas innatas de Descartes eran ya de
alguna forma el embrión del aparato trascendental de Kant. Pero el logro de Kant consistió en superar el gastado
2 Ibíd., p. 12.
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