Somos uno.
Enviado por Resonteronte • 3 de Mayo de 2016 • Ensayo • 1.027 Palabras (5 Páginas) • 286 Visitas
SOMOS UNO
A lo largo de la historia, podemos encontrar varias acciones del hombre que han hecho que el propio ser humano sea visto como una bestia sin razón, cegado por la voluntad y la oportuna palabra de quien conoce más.
La manipulación de la verdad siempre ha existido a partir de que el hombre se supo como un ser social y con capacidad de dirigir y poder ejercer un liderazgo aprobado por la mayoría de las demás individualidades que se constituían en una región determinada.
Así pues, la transgresión de la buena voluntad del hombre por hacer el bien a los demás, causada por la avaricia, envidia y creerse por su posición de lider más que los demás, ha generado que hombres libres sin ataduras, cuestionaran a quienes detentaban el poder, inquietos por su legitimidad.
En esta tesitura, me resulta una pregunta que quisiera responder pensando en voz alta y clara, ¿por qué el hombre se corrompe?
El hombre no es un ser malo por naturaleza, ya sea llevada ésta a un estudio más profundo en cuanto a ética, pues todos los hombres al tener dignidad, pueden ser capaces de alcanzar como principio universal el vivir de manera fraterna. Sin embargo, al no contar con la preparación, o bien, al no tener la fortuna de librar la constante batalla de ganarse el sustento diario, se deshumaniza para convertirse en una simple máquina hecha para generar riqueza y poder, es decir, no encuentra un sentido, un para qué trabajar, o bien, un para qué tener más.
Es por eso que estamos como estamos, tenemos “políticos” que ostentan el poder justificado del Estado para que ellos y algunas amistades o familias puedan detentar las riquezas, que son el producto del trabajo diario de la generalidad de la sociedad mexicana, viven a costillas del sudor de la gente honesta, de los dolores de espalda que aquejan al pueblo para poder ver crecer a los suyos.
El político que está en las curules, que está en casas blancas, que está en los gabinetes, que dice estar con nosotros, que dice ser igual a nosotros, ése es de los que más debemos de cuidarnos. No hay peores personas que los que dicen haber pasado por hambres, frustraciones, humillaciones o haber dicho que han rosado a la miseria, y que en realidad fueron acuñados en cunas de oro hechas y fabricadas en Atlacomulco.
Por eso, de manera personal y al ser parte de la Organización Social “Trabajo y Fortaleza para Vivienda” adherida al Bloque Urbano Popular del Movimiento Nacional por la Esperanza, he encontrado quizá un camino más digno que el de permanecer inmóvil sin hacer nada viendo Facebook o escribiendo en Twitter.
Entiendo y tengo la firme conviccion de que la movilización es una herramienta que no debemos dejar de lado, es una herramienta más justa y útil, que temen “los de arriba”, porque para nosotros, “los de abajo”, las herramientas jurídicas para hacer exigible algún derecho que nos corresponde, nos es insuficiente.
No es que sea más fácil salir a las calles a pedir justicia, a pedir trabajo, a pedir seguridad, a pedir lo que se nos debe desde hace mucho como mexicanos que somos, sino es la única forma eficaz de ganarse su atención. Esto debido a que nos sentimos impotentes al activar el interminable universo de burócratas y trámites que nos generan más impotencia de saber que la necesidad o el problema no fue resuelto, solo fue archivado para estadísticas vacías y frías.
Ayotzinapa, Tlatelolco, Aguas Blancas, Acteal, Tlaltaya, el Halconazo, la guardería ABC, las decenas de miles de muertos por causa del crimen organizado y del Estado, son estadísticas, números negros para el Gobierno, pero reviven a los hermanos Flores Magón, resurge entonces los Lucios y los Genaros, se rescatan los estandártes del Ché y con ello resucita el anarquismo y por tanto la desestabilización del país y la asentuación de la pobreza.
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