Tareas problemas del conocimiento

LOS PROBLEMAS DEL CONOCIMIENTO

Aprendizaje esperado: Comprenden los problemas del conocimiento

“Hace falta, pues, observar con rigor y describir con exactitud este peculiar fenómeno que llamamos conocimiento. Hagámoslo, tratando de aprehender los rasgos esenciales generales de este fenómeno, mediante la autorreflexión sobre lo que vivimos cuando hablamos del conocimiento. Este método se llama fenomenológico y aspira a aprehender la esencia general en el fenómeno concreto, es decir, lo que es esencial a todo conocimiento, en qué consiste su estructura general.

En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto, el sujeto y el objeto. El conocimiento se presenta como una relación entre estos dos miembros, que permanecen en ella eternamente separados el uno del otro. El dualismo de de sujeto y objeto pertenecen a la esencia del conocimiento. La relación entre ambos miembros es a su vez una correlación, es decir, el sujeto sólo es sujeto para un objeto y el objeto sólo es objeto para un sujeto. Ambos sólo son lo que son en cuanto son para el otro. Ser sujeto es algo completamente distinto que ser objeto. La función del sujeto consiste en aprehender el objeto, la del objeto en ser aprehensible y aprehendido por el sujeto.

Vista desde el sujeto, esta aprehensión se presenta como una salida del sujeto fuera de su propia esfera, una invasión en la esfera del objeto y una captura de las propiedades de éste. En el sujeto surge una cosa que contiene las propiedades del objeto, surge una “imagen” del objeto. Esta imagen es objetiva en cuanto lleva en sí los rasgos del objeto, aun no siendo el objeto mismo, hallase entre el sujeto y el objeto.

Visto desde el objeto, el conocimiento se presenta como una transferencia de las propiedades del objeto al sujeto. Al trascender del sujeto a la esfera del objeto corresponde un trascender del objeto a la esfera del sujeto. Ambos son sólo distintos aspectos del mismo acto.

Puesto que el conocimiento es una determinación del sujeto por el objeto, donde el objeto es el determinante y el sujeto el determinado, el sujeto se conduce receptivamente frente al objeto; sin embargo, esta receptividad no significa pasividad, por el contrario, puede hablarse de una actividad y espontaneidad del sujeto en el conocimiento. Esto se refiere a la “imagen” del objeto donde la conciencia puede muy bien tener parte, contribuyendo a engendrarla. La receptividad frente al objeto y la espontaneidad frente a la “imagen” del objeto en el sujeto son perfectamente compatibles.

Al determinar al sujeto, el objeto se muestra independiente de él, trascendente a él, más allá de la conciencia cognoscente. Esto ocurre tanto si se trata de objetos reales o irreales. Existen objetos reales e ideales, real es todo lo que nos es dado en la experiencia externa o interna o se infiere de ella e ideal es irreal, algo meramente pensado como los números y las figuras geométricas.

La correlación del sujeto y el objeto sólo es irrompible dentro del conocimiento, pero no lo es en sí. El sujeto y el objeto no se agotan en su ser el uno para el otro, sino que tienen además un ser en sí. Éste consiste, para el objeto, en lo que aun hay de desconocido en él y en el sujeto en lo que él sea además de ser sujeto cognoscente. Pues, además de conocer, el sujeto, siente y quiere. De este modo el objeto deja de ser objeto cuando sale de la correlación, mientras que el sujeto sólo deja de ser sujeto cognoscente.

El concepto de Verdad se relaciona estrechamente con la esencia del conocimiento. Verdadero conocimiento es tan sólo el conocimiento verdadero. Un conocimiento falso no es propiamente un conocimiento, sino error e ilusión. Más ¿En qué consiste la verdad del conocimiento?. Según lo dicho, radica en la concordancia de la “imagen” con el objeto. Un conocimiento es verdadero si su contenido concuerda

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