Yolanda Reyes. Historia de la vida
Enviado por Natabrt • 9 de Noviembre de 2014 • Tesis • 692 Palabras (3 Páginas) • 297 Visitas
Entre Sócrates y Mario Bros
Por: YOLANDA REYES | 8:22 p.m. | 27 de Mayo del 2012
Yolanda Reyes
Al leer el libro Sin fines de lucro, es inevitable sospechar que la queja de Nussbaum sobre las "generaciones de máquinas utilitarias" surgió de observar a esos niños que ejercitan su masa cerebral y muscular frente a una consola y que cambiaron los paisajes del parque y de la cuadra por el de las redes sociales.
Cómo ha cambiado el mundo, solían decir nuestros mayores, y fue lo que pensé al saber que Shigeru Miyamoto, el "padre del Super Nintendo", había ganado el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. No desconozco los méritos de Mario Bros., el Mickey Mouse de los posgraduados actuales, y ya lo perdoné por haberme robado la atención de mis hijos en las postrimerías de siglo pasado. Para ser sincera, también me relevó de ocupaciones maternales, mientras los niños estaban hipnotizados, a salvo de peligros callejeros, sin pedir casi ni comida, entre el sonido maquinal de sus salticos.
Si tantos jóvenes agradecen una infancia "pegados al Nintendo" y recuerdan haber superado la varicela en compañía de Mario Bros., igual que los mayores lo hicieron con Julio Verne o con Tintín, los padres estamos en mora de hacerle justicia a Miyamoto. Más allá de "ser el principal artífice de la revolución del videojuego didáctico, formativo y constructivo" y de "crear sueños virtuales" -como declaró el jurado-, Mario nos ofreció horas extras de sueño real, gracias a sus cuidados de nodriza electrónica.
Que quede claro: no me sorprende que este japonés, nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en Francia, haya ganado el Premio de Comunicación y Humanidades, sino que la filósofa norteamericana Martha C. Nussbaum, defensora del lugar de las humanidades en la educación y aguda crítica de la obsesión por la rentabilidad económica que se ha apoderado del discurso educativo, haya obtenido otro Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales con pocos días de diferencia. Y me sorprende porque son dos formas de usar la misma palabra, "humanidades", para nombrar concepciones culturales contrapuestas. Que dos miradas tan disímiles compartan aplausos en la misma ceremonia puede leerse como un signo de los tiempos.
Al leer su libro Sin fines de lucro, es inevitable sospechar que la queja de Nussbaum sobre las "generaciones de máquinas utilitarias" surgió de observar a esos niños que ejercitan su masa cerebral y muscular frente a una consola y que cambiaron los paisajes del parque y de la cuadra por el de las redes sociales. Según la autora, vivimos una crisis educativa que ha pasado inadvertida en medio de la crisis económica y que cambió drásticamente lo que enseñamos a los jóvenes. "Vamos detrás de las posesiones que nos protegen, nos satisfacen y nos consuelan",
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