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Trabajo Social En El Porfiriato


Enviado por   •  2 de Junio de 2014  •  1.610 Palabras (7 Páginas)  •  1.812 Visitas

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(A) El Porfiriato, Cuál era la situación social de la época.

PORFIRIATO 1877-1910: La última etapa histórica del siglo XIX mexicano está constituida por la sucesión de periodos gubernamentales que dirigió Porfirio Díaz, aun cuando no fue encabezado por el, Durante este periodo el aspecto económico de la vida del país estuvo delimitado por la persistencia de las estructuras de una sociedad agraria.

Los gobiernos de Díaz plantearon una estrategia económica-política destinada a promover el desarrollo económico, en contraste las grandes masas trabajadoras del campo y la ciudad se encontraban en una situación de extrema marginidad viviendo bajo el nefasto sistema de explotación.

Díaz fundamento su proyecto de nación a partir de diversas actividades. En 1877, todos los hospicios, hospitales e instituciones de beneficencia pasan a depender de los ayuntamientos, a la dirección de beneficencia pública.

En 1888 se promulga la ley de instrucción, que establecía la obligatoriedad de educación elemental. En 1899 se expide la ley de beneficencia. El tercer rasgo es el impulso de la asistencia religiosa atacada por los regímenes liberales. Porfirio Díaz propuso: lineamientos políticos de conciliación y coparticipación con la iglesia otorgándole nuevamente a esta institución privilegios que le permitieron continuar e incrementar su labor social.

Las condiciones de vida y de trabajo de los peones de las haciendas eran pésimas. Los peones eran obligados a endeudarse, por diversos medios, con el latifundista. Una vez adquirida una deuda, el peón tenía que trabajar en la hacienda hasta cubrir su importe. En la hacienda existía la tienda de raya donde se entregaban artículos de consumo indispensable al peón y se le anotaba en el libro su costo, obviamente aumentado para impedir que la deuda fuera pagada. Las deudas se heredaban de padres a hijos. De esa forma el hacendado garantizaba la mano de obra para las labores. Existían dos tipos de peones: los que residían permanentemente en la hacienda eran los acasillados y los eventuales que laboraban por temporadas. Muchos de estos últimos alquilaban parcelas de tierras de mala calidad de la hacienda para cultivadas y se convertían en aparceros, las más de las veces endeudados con la haciendas.

Los peones eran víctimas de castigos corporales, malos tratos, jornadas de trabajo agotadoras, pésimos salarios, incremento arbitrario de sus deudas, incluso había haciendas donde existían cárceles particulares para castigar a los peones. Se perseguía a los trabajadores que huían de la hacienda sin cubrir el importe de su deuda. Para ello, los cuerpos represivos del campo: rurales, acordada, ejército, policía, etc., estaban a la disposición del latifundista que, además, disponía de sus propias fuerzas represivas: las guardias blancas.

La opresión sobre los peones variaba según la región. En el norte del país, por el contacto con la economía norteamericana, por la menor existencia de formas precapitalistas de explotación, por el menor número de comunidades indígenas, por la movilidad de la mano de obra que podía emigrar a Estados Unidos, por la existencia de otras actividades: minería, .industria, etc., la situación de los peones era un poco mejor que en el centro y, sobre todo, que en el sur. En esta región, el aislamiento, la ausencia de otras actividades productivas, la tradición de explotación inclemente sobre los campesinos indígenas, provocó una situación más opresiva.

Orientado como estaba a favorecer al capital y su fortalecimiento, el régimen porfirista gobernó para un reducido grupo de empresarios y terrate­nientes nacionales y extranjeros. De ahí su caracterización como un régimen oligárquico. El Estado porfirista no respondía en forma positiva a 1as demandas populares. Al contrario, ejercía la más violenta represión contra las acciones de lucha de las masas campesinas, obreras y pequeño burguesas. Durante todo el porfirismo hubo movimientos de resistencia, en su mayoría locales, aunque expresaban un malestar generalizado.

Es cierto que hubo momentos en que los conflictos sociales disminuían, pero más adelante regresaban en forma exacerbada ya que las cuestiones de fondo nunca tenían una respuesta favorable para los trabajadores. De esta manera, la presión social fue creciendo y los enfrentamientos aumentando de violencia y de número.

Las demandas de los trabajadores durante todo el porfirismo iban orien­tadas a mejorar sus condiciones de trabajo, aumentar salarios, reducir la jornada de trabajo, obtener el pago de días festivos y otras prestaciones. Asimismo, había una queja permanente contra las pésimas habitaciones que proporcionaban las empresas y su elevado alquiler

La historia del porfiriato no es otra cosa más que la historia de un periodo tenso entre dos vértices

lo sublime y la bajeza.

(B) La Revolución Mexicana, Situación socio económica de los grupos marginados.

En 1910 cuatro ángulos caracterizaban el contexto económico, político y social de México.

1.- La gran concentración de la tierra en pocas manos. Esto provocó: Relaciones de producción cercanas a la esclavitud, Latifundismo.

2.-El dominio del país por los monopolio extranjeros, Deformación, Descapitalización, Apoderación y Desplazamiento

3. El país se encontraba gobernado por un régimen dictorial, Ahogaba, Impedían, Pisoteaban, Despedazaba.

4. En el aspecto

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