1a Clase Geografía
Enviado por luzelenaines • 18 de Enero de 2012 • 2.327 Palabras (10 Páginas) • 767 Visitas
América Latina y la nueva época de cambio.
Pedro Musibay Figueroa
Profesor de Economía Política
Universidad de las Ciencias Informáticas, Cuba.
Para citar este artículo recomendamos utilizar este formato:
Musibay Figueroa, P.: "América Latina y la nueva época de cambio" en Observatorio de la Economía Latinoamericana Nº 76, marzo 2007. Texto completo en http://www. eumed. net/cursecon/ecolat/la/
________________________________________
Con la llegada del nuevo siglo, América Latina ha entrado en un nuevo e interesante proceso de cambios y transformaciones, los cuales comenzaron en el ámbito político de algunos países con la llegada al poder de organizaciones de izquierda y ya en este momento se ha extendido a la esfera económica y social, llenando de esperanzas a millones de personas que, ahora como nunca antes, creen que un mundo mejor es posible.
Para que estos cambios se comenzaran a producir, precisamente en un continente considerado el traspatio de la principal potencia mundial en la actualidad y que además, se encuentra controlado económicamente por las grandes empresas transnacionales, tendrían que confluir un grupo importante de condiciones, a nuestro juicio, nunca presentes de manera simultánea en el área.
________________________________________
Condiciones objetivas para un cambio
¿Cuáles son las causas que han propiciado los cambios y transformaciones que tienen lugar en la América Latina de hoy?
Indudablemente que no podemos achacar estos cambios a una sola causa, sino a un conjunto de factores que se han venido potenciando poco a poco y que, ya hoy, son lo suficientemente fuertes como para influir de manera decisiva en el curso político y socio-económico de la región.
Desde el punto de vista objetivo, si analizamos los datos macroeconómicos ofrecidos por la CEPAL y por algunas otras instituciones y especialistas dedicados al tema, podemos apreciar el gran retroceso económico experimentado por la región en las últimas décadas, el cual se ha reflejado en todas las esferas de la vida social de estos países con las previsibles consecuencias que esto trae para la sociedad latinoamericana.
Así, por ejemplo, tenemos la valoración que hace la propia CEPAL del crecimiento económico de la región para la década de los 90, cuando su director, José Antonio Ocampo mencionó que…” el crecimiento de un 3,3 por ciento anual de la economía latinoamericana en la década pasada, dos puntos por debajo del que se dio de 1945 a 1980, pero superior al de la "década perdida" de los años 80, es "frustrante"[1],
Según el propio informe...” la población por debajo de la línea de pobreza en la región pasó de 200 millones en 1990 a 224 millones en 1999, 24 millones más”.[2]
El análisis de las palabras contenidas en el informe de la CEPAL nos permiten llegar a la conclusión de que, la desaceleración general de la economía latinoamericana, sobre todo en las dos últimas décadas del siglo pasado en las cuales encontramos en primer lugar la llamada “década perdida”, período de crecimiento negativo en la economía de la región y en segundo lugar el magro y frustrante crecimiento registrado en las década de los 90 que no permitió una recuperación notable del proceso productivo perdido en la década anterior; tuvo un impacto muy fuerte en los niveles de vida de los pueblos de la región aumentando la situación de pobreza generalizada existente y el descontento social de la población lo que a su vez fue creando situaciones sociales explosivas en no pocos países del subcontinente.
Ya entrando en el análisis de lo que ocurre en este inicio de siglo podemos comentar que en el recién concluido IX Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, celebrado en La Habana, Andrés Solimano uno de los expertos de la CEPAL planteó que, si bien el crecimiento económico de la sub región se comportó positivamente en un 4,3 en el 2005 y un 5,3 en el 2006, para el presente año… "viene una pequeña desaceleración, (pero) no es una catástrofe",[3]
Este nuevo vaticinio sobre la economía latinoamericana nos permite resumir que el crecimiento además de comportarse de manera muy inestable ha sido insuficiente para resolver los viejos problemas relacionados con el desarrollo heredado por la región, propiciando la profundización de las condiciones económicas degradantes para los pueblos del área y sus expectativas de un posible cambio social.
Otro problema muy importante, y además relacionado con este que acabamos de analizar, es el referido a la distribución de la riqueza social creada. En el propio informe a que hacemos referencia se refleja la opinión del representante del Banco Mundial Humberto López cuando se refiere al hecho de que “el 25% de la población de nuestra región vive con menos de dos dólares al día y tiene el récord de ser la más desigual del mundo”.[4] En relación a esto “en los países latinoamericanos una cuarta parte del ingreso nacional es percibida por sólo el 5% de la población y un 40% por el 10% más rico…la percepción de los latinoamericanos sobre este aspecto del desarrollo económico es tan contundente como en los temas anteriores. Sólo dos de cada diez individuos consideran que la distribución es justa o muy justa, y los ocho restantes declaran que es injusta o muy injusta”[5].
La unión de estos dos importantes aspectos: desaceleración y retroceso de la economía más el aumento de las grandes desigualdades en la distribución de la riqueza social han creado las condiciones objetivas para comenzar un inédito proceso de cambios que, aunque está lleno de interrogantes e incertidumbres, abarca ya a varios países de la región, con peculiaridades propias en cada uno de ellos.
La organización de las fuerzas sociales y su papel en los cambios actuales
¿Cómo se ha reflejado esta realidad en la esfera socio-política del área?
La situación anteriormente descrita ha ido calando poco a poco en la conciencia de los pueblos latinoamericanos y sobre todo en la conciencia y las formas de organizarse y actuar de las diferentes organizaciones y movimientos sociales que, como nuevos actores sociales, han comenzado a tomar la iniciativa de las luchas populares y políticas relegando a posiciones secundarias a los llamados partidos tradicionales ya hoy muy desgastados a consecuencia de la grave crisis neoliberal que afectó la región.
La nueva situación creada ha trasladado las expectativas al campo de la formación y organización de las fuerzas socio-clasista que hoy claman por un cambio en esta región. Esta reorganización de las fuerzas es imprescindible si
...