Canto General
Enviado por Marianela1347 • 16 de Mayo de 2013 • 4.758 Palabras (20 Páginas) • 382 Visitas
Canto General
Cualquier lector de la poesía de Pablo Neruda puede reconocer su vínculo con la naturaleza. En casi todos sus poemas, el poeta chileno mantiene una conexión íntima con la tierra en sus metáforas. Todos muestran de alguna manera la relación entre el ser humano y la tierra que habita. Ella se compone de un equilibrio entre la influencia y la dependencia. La tierra, el componente más antiguo, lleva un diálogo eterno con sus habitantes humanos, influyendo en sus culturas, lenguas, memorias e imaginaciones. De esta manera el hombre forma su vida alrededor de una geografía específica. Pero el hombre también tiene un efecto en la tierra por ser un miembro vivo de su ecosistema. Las civilizaciones son una parte inseparable de la tierra, y cuando se mueren, la tierra sufre. El hombre colectivo, para Neruda, es una « lámpara de tierra ». En palabras de Octavio Paz, cada civilización es un mundo en sí mismo que enriquece el planeta con su cultura. Y cuando se apaga una lámpara de tierra, se pierde una lengua, una "visión del mundo". Neruda era consciente de la relación entre tierra y hombre, y por medio de un análisis ecocrítico de los poemas "Entrada a la madera", "Amor América" y "Canto vi", se puede llegar a un entendimiento de su propia visión de la naturaleza americana.
El poema "Amor América" es un homenaje al continente americano que aparece en la primera sección, "La lámpara en la tierra", del Canto General. Neruda destaca la gran antigüedad de la tierra y la relación entre ella y la civilización humana. Se enfoca en los elementos naturales que constituyen la tierra y nombra las características de varias regiones. Muestra como la tierra influye en las vidas de los seres humanos, y del mismo modo es influido por la civilización. Por otro lado se puede ver la influencia del paisaje que habita el poeta. El reconoce el ecosistema que le rodea como un proceso continuo que tiene un intercambio eterno con sus habitantes.
La fórmula de inicio es tradicional, tópica, como corresponde a la de la mayoría de los poemas épicos. Es una fórmula de ambientación del tiempo o, si se quiere, más allá del tiempo.
Neruda, en una típica actitud, caracteriza la etapa histórica mediante dos objetos muy concretos y determinados, peluca y casaca. Son dos cosas, dos aditamientos hechos, hechizos; dos productos del hombre no esenciales. Más allá de este tiempo, o sea, más allá de la historia comienza el relato. Antes, en el principio, dice el poeta, eran, fueron los ríos, es decir la naturaleza en su expresión de aguas con vida propia, con su dinamismo natural. Vendrán más adelante cordilleras, humedad, espesura, trueno, pampas. Eran ríos arteriales, alimentadores de toda la naturaleza. La imagen ya estaba en Crepusculario "Cuando voy por los campos, con el alma en el viento, / mis venas continúan el rumor de los ríos." Desde el comienzo, entonces, la naturaleza aparece como algo vivo, vital, como un organismo recorrido por el líquido originario. Las cosas carecen de nombre y el hombre se confunde con la tierra, con el barro, con la forma de la arcilla. De ese hombre natural no hay memoria, sus claves se perdieron o se inundiaron de "silencio o de sangre". ¿Qué naufragio es éste? No hay especificación inmediata, mas se insiste en la gota roja y en la lámpara oscurecida. También en el libro La espada encendida el hombre primario sufre un cataclismo, desaparece casi. ¿Se ha de pensar en una suerte de diluvio universal que obligó a recomenzar, a una nueva fundación? En todo caso la vida continúa, aunque con menos luz, en menor armonía.
La primera estrofa establece la antigüedad de la tierra americana: "Antes de la peluca y la casaca / fueron los ríos, ríos arteriales: / fueron las cordilleras, en cuya onda raída / el cóndor o la nieve parecían inmóviles." Hace referencia en los primeros dos versos a la llegada posterior de los europeos con sus pelucas y casacas. Pero el resto de la estrofa lleva al lector aún más atrás, hacia un tiempo en que no existía el hombre: "fue la humedad y la espesura, el trueno / sin nombre todavía, las pampas planetarias." Habla de un tiempo tan lejano que no existía palabra humana para nombrar el trueno. El énfasis está en la atemporalidad de la tierra, en las cordilleras que hacen que "el cóndor o la nieve parecían inmóviles" por su presencia tan permanente en la historia del planeta.
El desarrollo cronológico del poema introduce el primer hombre en la segunda estrofa. Neruda cuenta la aparencia del hombre "del barro trémulo, forma de la arcilla," una descripción que alude al Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas que cuenta la creación del hombre de tierra y barro. Sigue, al referirse a los tribus precolombinos con los próximos versos: "fue cántaro caribe, piedra chibcha, / copa imperial o sílice araucana". La piedra "chibcha" refiere a los indígenas de Columbia. La sílice araucana es un mineral usado por los Araucanos del sur de Chile para hacer varios materiales. La descripción de los indígenas y su caída con la llegada de los españoles marca un cambio dramático en el poema. Neruda lamenta la muerte de la cultura indígena, de una gente que tenía una relación tan íntima con la tierra. En los armas de los indígenas, Neruda escribe, "las iniciales de la tierra estaban escritas". Cuando la gente indígena fue eliminida por los conquistadores, "cayó una gota roja en la espesura / y se apagó una lámpara de tierra" . La civilización aparece representada por la metafora de una "lampara de tierra", mostrando el vínculo entre la tierra y el hombre. Según la historia que nos cuenta el poema, el hombre indigena nació de la tierra, y al final volvió a la tierra. De esta manera, el poema tiene una característica ecocrítica en que la tierra fue afectada en qu el atierra fue afectada por la derrota de una civilización, además de influir en la vida de ella.
El verso "Yo estoy aquí para contar la historia" aparece justo en la mitad del poema, después de veintitrés versos. El poeta revela su propia conexión con la tierra, usando un lenguaje que nace de la relación específica que tiene con la geografía. Describe el continente desde cada extremo del continente, "desde la paz del búfalo" en el norte hasta la "luz antártica" y las "azotadas arenas de la tierra final" al sur del continente. Algunas palabras se destacan por su región específica: la paz "venezolana" la madre "caimán", las flores "zapotecas" y él mismo, "incásico". Lo que cuenta el poeta realmente es un paisaje
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