Cuentan

Cuentan las viejas crónicas que hace mucho tiempo aquí en Zacatlán, vivía una mujer muy hermosa con hermosos ojos soñadores, que hacían que se estremecieran de emoción incontenida las fibras mas intimas del corazón de cualquiera de los fuertes mancebos que la veían .

Sus cabellos eran negros como lo más profundo de las noche .El viento de la tarde al bajar por la arboleada ondulaba su radiante cabellera en dulce y suave agitación.

Hacía tiempo que el hombre amado había partido a la guerra y no se tenían noticias de ninguna índole de su incorporación del bando zacateco a los ejércitos comandados por Nezahualcóyotl. Y en una tarde de profunda melancolía y de luces de arreboles tras las colinas, se despiden los amantes, dedicándose los paréntesis de amor.

El altivo guerrero le decía a su doncella que se iba en alas del viento soñando con ella, con la faz del cielo , en los aires cruzando ligero pensando en volver muy pronto a su lado .

Y con el fuego que se siente, le dice mirando a los ojos , con ardiente insistencia, que su amor es encendido , venturoso de néctar , de dulzura y de paz , que solo ella es capaz de darle .

Mientras estas palabras decía, dejaba a la doncella asomar una débil sonrisa llena de tristeza , mientras que sus mejillas se coloraban de nieve y de rosas , y en tanto , en su mirada, , había ,desconsuelo ,amor y sufrimiento.

Ella trataba de impedirle la dolorosa partida, pues sabe bien , que los hombres valientes solo tienen cabida en el corazón de su pueblo. Y con voz pura y de plata , y de cristal , le dice muy débil, muy pálida y muy asustada , que los dioses le colmen de aventura y del trance salga bien librado , que los dones de la gloria te sean concedidos y regreses seguro y triunfante para poder unir nuestras vidas en un solo ser y proseguir nuestro nombre en la mañana feliz y duradero , yo le esperare siempre .

Una mañana de azules clarines y notas amarillas, bajo a la plaza la doncella , había gran tumulto y alegría , la doncella tocaba por un rayo de esperanza , sabe que los guerreros que se fueron habían regresado , corrió alborozada hasta aquel grupo y alzando la cabeza , buscaba afanosa la sobria figura de su amado .

Ella por mas que buscaba , no hallaba el motivo de su búsqueda , no hallaba la figura de su amado guerrero luchador. Tan pronto lo sabe que su guerrero había muerto. Un agudo de profundo dolor siente que le traspasaba el corazón, sale corriendo, perdida la razón, hacia el balcón de sus citas ansiadas donde soñara con el amante y con el porvenir que el mañana reciente.

Llorando pasaba todos los días, mientras el sol de la tarde moría, se levantaba del sitio de su pesar y en acción resuelta invocaba a sus dioses, ofreciendo su vida, dando alma y vida y no pensando en nada mas, se arroja decidida al profundo barranco del balcón aquel.

Murió aquella bella mujer, con la dulzura de una rosa deshojándose en la albura del manto de una virgen solitaria ¡su amor fue más hondo que el misterio!

Poco a poco fue ascendiendo aquel blanco tan maravilloso y extendiéndose por toda la región zacateca. Y entonces todos supieron que la doncella no solo se presentaba en ese color alburo, sabían cuando estaba triste y lloraba, poniéndose sombría. Y si estaba alegre cantaba y calentaba con el aliento cálido de su voz. Y cuando bajaba para tocarlas con la suavidad de su piel, se daban cuenta de la textura, de su forma, de su aroma, y que en todo momento respondía, reaccionaba, comentaba. Y era tan reveladora de su personalidad como su forma de trasladarse de un lugar a otro ¡inundándolo todo!

En la barranca de Zacatlan , al sur , hay una especie de terraza o explanada , comprendida entre el rio de san pedro , que corre como a cien metros de profundidad , serpenteando entre las rocas , con dirección al oriente y dando una vuelta hacia el norte , para ir a caer formando unos saltos denominados ”salto de san pedro “ , a una profundidad mucho mayor.

En el cantil del río, como decimos, a una altura, cosa de cien metros del nivel de la terraza, esta simula una lengua, y sobresaliendo un volado en el que caben un cuanto mas, de personas, es el lugar denominado ¡balcon del diablo!

Se le conoce balcón del diablo porque antes en el pueblo vivía una bellísima mujer joven

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