DEPRESION ECONOCMICA
Enviado por nayimaye • 29 de Mayo de 2013 • 1.483 Palabras (6 Páginas) • 274 Visitas
Introducción
La depresión económica de los años 30'.
Entre las herencias dejadas por la primera guerra mundial, se cuentan una serie de transformaciones, paradojas y contradicciones que hicieron sentir la fragilidad del nuevo orden internacional. El signo de cambio más evidente, aparte de la desaparición de los imperios centroeuropeos, fue la transformación de los estados unidos en primera potencia mundial. En 1914, este país debía a Europa 3000 millones de dólares; mientras que en 1918, el viejo continente debía a estados unidos entre 12000 y 14000 millones de dólares. De gran deudor, se transformo en la principal potencia acreedora del mundo. Sus aliados en Europa, Inglaterra y Francia, no habían logrado traducir en la misma proporción la victoria militar y los avances económicos; por el contrario, algunos investigadores sostienen que fueron sus economías las más perjudicadas con la guerra. La millonaria deuda contraida con EE.UU y la difícil reconversasion de la industria de guerra en una industria verdaderamente productiva, terminaron por obligar a ingleses y galos a reducir el monto de las indemnizaciones de la guerra impuestas a Alemania en 1921. De otra forma, la destruida economía alemana no habría podido saldar sus obligaciones con las potencias triunfantes.
Gran parte de la deuda Europea se pago con nuevos prestamos norteamericanos y así, a partir de 1924, la inversión, el consumo y la reactivación económica lograda basándose en créditos, aparentaban haber llegado a niveles de normalidad. En tan paradójica situación, la sociedad de naciones admitió la presencia de Alemania en el entendido de que la restauración de la economía internacional se lograría sobre bases de consenso y colaboración. En esta ilusoria época de prosperidad, los franceses solían decir “París esta de fiesta”. Una prosperidad, sin embargo que sería bastante efímera.
La caída de la bolsa de Nueva York, en 1929, fue el punto de partida de una crisis económica que se convirtió en una larga depresión, la mayor trascendencia que el capitalismo había sufrido hasta entonces. Afecto a todo los países, a todos los sectores económicos, a todas las clases sociales. Su intensidad fue de tal magnitud que provoco una profunda transportación en el sistema capitalista. La catatrosfe no solo adquirió dimensiones económicas y sociales, sino también emocionales e ideológicas y desintegro la confianza de la prosperidad americana. Además con la depresión agravo la crisis del estado liberal y favoreció el ascenso del nazismo, que condujo a la segunda guerra mundial.
Los Signos que presagian la depresión
Los avances de la técnica, la producción en serie y la extraordinaria cosecha de divisas que los Estados Unidos obtenía de los deudores europeos, marcaron el fuerte ritmo de crecimiento de la economía norteamericana. En la década de los veinte los sucesivos gobiernos republicanos de Warren Harding, Calvin Coolidge y Herbert Hoover, volvieron al país a su tradicional aislacionismo y consagraron todas sus energías y fuerzas a la expansión económica. La reserva de oro norteamericana que era de 1800 millones de dólares en 1919 alcanzo en 1928 a los 4500 millones, es decir, la mitad del oro acuñado en el mundo entero. En 1925, los estados unidos aportaban a la economía mundial mas de la mitad del hierro, carbón, acero, cobre, petróleo, y algodón, mientras que la población de los estados unidos no sobrepasaba el 5% de la población mundial.
Por otra parte, en las 2 primeras decadas de este siglo, América latina había desarrollado un régimen económico basado en la monoexportación de materia primas tales como frutas, café, azúcar, caucho, petróleo, cobre y estaño, que vendían a bajisimos precios al país del norte. A su vez, estos países constituían magníficos mercados para los productos manufacturados de los norteamericanos.
Este ambiente donde la prosperidad parecía eterna, el ciudadano medio de estados unidos compraba, indiferentemente y a crédito, radios, automóviles y cuanta manufactura ofrecía la poderosa industria de su país. En el mismo periodo el mercado bursátil, la compra-venta de las acciones de la bolsa de valores, se había desarrollado en forma tan sorprendente como la producción industrial y, en vista que las cotizaciones de las acciones subían con regularidad, cundió entre la población la fiebre irresistible de invertir en la bolsa de valores. La sostenida demanda hizo subir a las acciones a alturas increíbles, sin que los especuladores, profesionales o aprendices, sospechaban que estaban levantando un castillo de naipes que luego se derrumbaría.
El Crack de 1929
La crisis bursátil sorprendió a una sociedad sumergida en el optimismo de la aparente prosperidad.
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