FISH.
Enviado por silviofabiani • 30 de Abril de 2013 • Tesis • 17.662 Palabras (71 Páginas) • 241 Visitas
Prefacio
(de Ken Blanchard, coautor de El ejecutivo al minuto, Raving Fans y Gung Ho!)
Fish! es una historia increíble, que primero fue filmada por John Christensen. Él y su empresa, ChartHouse, produjeron un vídeo sorprendente sobre Pike Place, un famoso mercado de pescado en Seattle. He enseñado este vídeo en todos mis seminarios para ilustrar lo que ocurre cuando creas empleados Gung Ho! [Dispuestos a todo]; pones en marcha tu fuerza de trabajo y creas Raving Fans [Admiradores entusiastas]. Ahora, Stephen Lundin y un antiguo compañero mío de trabajo, Harry Paul, han formadoequipo con Tom para publicar la historia de Fish! En cualquier medio de comunicación
que se muestre, se trata de una historia de amor fabulosa. Como sugiere el libro,«cuando elegimos amar el trabajo que desempeñamos, todos los días podemos alcanzar el máximo de felicidad, propósitos y satisfacción».
¿Eso es importante? Es increíblemente importante, sobre todo si pensamos que buena parte de la población dedica el 75 por ciento de su vida adulta, durante la vigilia, a actividades relacionadas con el trabajo: prepararse para ir al trabajo, dirigirse al trabajo, trabajar, pensar en el trabajo y relajarse después del trabajo. Si le dedicamos tanto tiempo, deberíamos poder disfrutar con ello y sentirnos llenos de energía. Sin embargo, hay demasiada gente que dedica todo ese tiempo al trabajo a cambio de satisfacer sus necesidades en otra parte; «gracias a Dios que es viernes» sigue siendo una forma de vida para mucha gente. Eso se puede acabar si lees Fish!, lo compartes con todos tus compañeros de trabajo y juntos ponéis en práctica los cuatro secretos y las estrategias sugeridas que te proponen Lundin, Paul y Christensen. Os garantizo que los jefes se beneficiarán con este libro porque no sólo conservarán a los empleados, sino que los motivará a rendir más. A todo el mundo le gusta trabajar en un ambiente distendido, lleno de energía y donde puedan notar la diferencia. Los principios de Fish! también
benefician al empresario porque el personal mantiene el entusiasmo por lo que hace y no se quema. Como podéis ver, estoy entusiasmado con este libro. Lo encuentro sencillamente maravilloso. La historia de Pike Place, el mercado de pescado más famoso del mundo, es estupenda. Pero este libro no es una guía para vender más pescado; es una historia de amor que puede ocurrir, también, en su empresa.
Amar lo que haces
Hoy día está de moda creer que nadie debería conformarse con hacer nada salvo lo que a uno realmente le gusta. Escribir poesía, recorrer el mundo en un barco de vela, pintar:
haz lo que verdaderamente te gusta, y el dinero ya vendrá. Nos decimos que la vida es demasiado breve para malgastarla dedicando horas a un trabajo que no sea el ideal, y continuamos buscando el lugar de trabajo perfecto. El peligro es que si ese anhelo de alcanzar el trabajo ideal nos hace concentrarnos en el futuro, nos perderemos esa vida maravillosa que se nos brinda ahora, en este momento. El hecho es que en el mundo real hay condiciones que nos impiden alcanzar ese trabajo ideal y perfecto. Muchos tenemos
responsabilidades con la familia, o de otro tipo. Otros, todavía no hemos sentido la llamada de nuestra verdadera vocación. Algunos vivimos sometidos a tanta tensión que no disponemos, literalmente, de tiempo ni energía para buscar otro trabajo. ,Fish! es una parábola, un relato inventado sobre la manera en que podernos descubrir la fuente profunda de energía, creatividad y pasión que existe dentro de todos nosotros cuando
aprendemos a amar lo que hacemos, incluso si en ese momento no estamos haciendo exactamente lo que amamos.
Seattle, lunes por la mañana
Era un lunes húmedo, frío, oscuro y gris en Seattle, dentro y fuera. La mejor previsión del hombre del tiempo del Canal 4 mencionaba la posibilidad de que se abrieran algunos claros hacia el mediodía. En días así, Mary Jane Ramírez echaba de menos el sur de California. ¡Qué ajetreo!, pensó mientras hacía repaso de los tres últimos años. Dan, su marido, había recibido una oferta interesante de Microrule, y ella había confiado en encontrar trabajo una vez instalados. En cuatro cortas semanas les habían notificado el
traslado, hecho las maletas, cambiado de ciudad y encontrado una fantástica guardería para los niños. Su casa entró en el mercado inmobiliario de Los Angeles en el momento adecuado y se vendió de inmediato. Tal y como esperaba, Mary Jane encontró rápidamente un puesto de supervisora en el área de servicios internos de First Guarantee Financial, una de las instituciones financieras más importantes de Seattle. A Dan le encantaba su trabajo en Microrule. Por la noche, llegaba a casa pletórico de energía y con un montón de historias de la gran empresa para la que trabajaba y el trabajo avanzado que hacían. A menudo, Dan y Mary Jane acostaban a los niños y luego se quedaban charlando hasta bien entrada la noche. Aunque Dan estaba entusiasmado con su nueva empresa, se interesaba igualmente por el día que había tenido ella y quería saber cosas acerca de los compañeros de trabajo y los retos que surgían en la vida
laboral de su esposa. Era obvio, a primera vista, que eran grandes amigos. El espíritu de cada uno brillaba en presencia del otro. La cuidadosaplanificación de su futuro había anticipado todos los problemas menos uno. Doce meses después de haberse instalado en Seattle, Dan fue ingresado urgentemente aquejado de la rotura de un aneurisma, una rareza genética, según dijeron, y falleció de un derrame interno sin haber recuperado laconciencia. No hubo ni avisos ni tiempo para despedidas. Este mes ha hecho dos años.
Ni siquiera llevábamos un año entero en Seattle. Frenando estos pensamientos, mientras empezaban a aflorar los recuerdos, sintió cómo la invadía una ola de emoción. No continuó. Este no es el momento de pensar en mi vida privada; todavía no he llegado a la mitad de la jornada, y estoy hasta arriba de trabajo.
First Guarantee Financial
En los tres años que llevaba en First Guarantee Financial, Mary Jane se había ganado una gran fama de supervisora competente. No era la primera en llegar ni la última en marcharse, pero seguía una ética laboral gracias a la cual su bandeja de entrada casi siempre estaba vacía. De hecho, su manera seria de trabajar le acarreó algún problemilla en la empresa, ya que mucha gente intentaba asegurarse de que fuera ella quien lo resolviera todo personalmente. Sabían que el trabajo quedaría terminado a tiempo y sería de Óptima calidad.
También era una buena jefa. Escuchaba con atención las preocupaciones y las ideas de sus empleados y, a cambio, era apreciada y respetada. No era raro encontrarla haciendo el trabajo de alguien con un hijo enfermo o con
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