Fraude Del 88

Imposición del Neoliberalismo en el gobierno de Miguel de la Madrid.

Las crisis recurrentes de los años setenta y principios de los ochenta, el auge del petróleo y la dinámica de los sexenios de Echeverria y Lopez Portillo trajeron como consecuencia un desgaste del sistema político mexicano y del modelo de desarrollo económico.

El cambio de modelo económico provocó la crisis de la ideología de la Revolucion Mexicana, ya que se contravendrían los cimientos de su ideario político-social y económico. A partir de 1982, se inició la transformación del modelo de desarrollo mexicano, misma que había sido pospuesta en dos ocasiones, primero por la expansión del gasto público y el endeudamiento externo, después de la pretrolizacion de la economía y la utópica administración de la abundancia.

De 1982 a 1988 se fijaron las bases para el cambio de modelo, se intento reconvetir la industria, alentar las exportaciones y despetrolizar la economía, se realizó un programa de ajuste encaminado a depurar las finanzas publicas y hacer pagos puntuales e importantes a la deuda externa con el fin de reducirla.

Se iniciaba así la era del Neoliberalismo Mexicano con tres puntuales: “Los pactos económicos”, “La apertura económica” y “La determinación de bajar la inflación”. Sin embargo, las consecuencias de esta política fueron el sacrificio económico de las clases medias y bajas, la insatisfacción social, la recesión económica permanente y el fortalecimiento de la burguesía financiera, que se reflejo en las elecciones mas competitivas, que llevaron a las primeras derrotas mas significativas del partido en el poder.

Las erróneas políticas de De la Madrid dividieron a la elite en el poder, de esta forma, en la sucesión presidencial de 1988 se enfrentaron dos proyectos: el neoliberal y el modelo neocardenista.

Las elecciones del 88, las mas cuestionadas y competidas dejaron como saldo un sistema sin legitimidad debido al fraude electoral.

El contexto para salinas de Gortari fue propicio debido a la caída del socialismo y al incremento acelerado de la globalización, dando paso al TLC.

¿Qué es para usted del fraude electoral de 1988?

El fraude electoral de 1988 fue el parteaguas de una época en donde se comenzaba a ver la decadencia del Partido Revolucionario Institucional, se podía ver como la gente ya no confiaba en este partido, este que por décadas gobernó y era el “partido oficial” de México empezaba a perder fuerza. Como ya sabemos por primera vez en la historia en las elecciones el PRI y su candidato en ese entonces, Salinas de Gortari tuvieron una gran competencia y esta por parte del candidato de la Izquierda socialista, Cuauhtémoc Cárdenas quien curiosamente antes militaba en el partido que ahora enfrentaba. Viendo que Cárdenas tenía muchos simpatizantes, así como mayoría de votos en algunos Estados de la República mismo que habían repudiado a Salinas en su visita, el PRI no podía dejar perder su hegemonía, por lo que el 6 julio de 1988 ya acabadas las elecciones, el Secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral, Manuel Bartlett Díaz, anunció que los resultados electorales no podrían ser entregados inmediatamente. El entonces representante de la bancada del PAN, Diego Fernández de Cevallos, expresó durante la sesión de la comisión –después de la visita de los candidatos– que el sistema “se cayó”, significando que se habían dejado de recibir datos de los distritos.

Cuando los resultados se entregaron, se le otorgó el triunfo a Carlos Salinas de Gortari. Cuauhtémoc Cárdenas y la oposición desconocieron este resultado y demandaron la anulación de las elecciones, realizando multitudinarias manifestaciones que no pudieron impedir la declaración de Salinas como presidente electo en la Cámara de diputados, donde el PRI tenía una ventaja de apenas 20 frente al conjunto opositor. El gobierno siempre sostuvo la legalidad de las elecciones. Salinas tomó posesión, pero Cuauhtémoc Cárdenas y la oposición, que posteriormente dio origen al Partido de la Revolución Democrática, siempre sostuvieron la ilegalidad de su elección. Oficialmente se reconoció el triunfo de Cárdenas en los estados de Baja California, México, Michoacán, Morelos y el Distrito Federal. El resto de los estados fueron ganados por Carlos Salinas de Gortari.

A partir de estas elecciones en México se han vivido fraudes de igual magnitud, en

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