Historia De La Educación
Enviado por Laura001 • 11 de Julio de 2013 • 3.007 Palabras (13 Páginas) • 389 Visitas
“Toda actividad humana se nos presenta condicionada por el contexto histórico
(…) todo se nos da en una circunstancia histórica. Lo que el hombre es, se halla inseparablemente unido a lo que es históricamente.”
El abordaje que se lleva a continuación, parte del supuesto anterior.
A mediados del siglo V a. c. hay un cambio de actitud en la filosofía griega que supone el paso de un período cosmológico, el presocrático a un período antropológico, el socrático.
La época de los sofistas y de Sócrates es la fase siguiente a la filosofía presocrática, fase que puede ser considerada como la antítesis del anterior período de especulación cosmológica y que suele denominarse período socrático.
En este período el objetivo principal de la filosofía es el hombre.
La reflexión filosófica sobre la Naturaleza, la que se había llevado a cabo por los filósofos presocráticos es sustituida por la reflexión sobre el hombre y su papel en la ciudad.
Se podría decir que hay un giro antropológico de la filosofía, protagonizado fundamentalmente por Sócrates y los Sofistas.
En este período se deja de considerar al hombre sólo en su aspecto objetivo (como mera parte del Cosmos), y se empieza a considerar en su aspecto subjetivo, como sujeto de conocimiento y, sobre todo, como sujeto ético-político.
Dichos cambios que se comienzan a gestar se deben a algunos factores puntuales como se describe a continuación:
La multiplicidad de teorías contrapuestas acerca del Universo, desarrolladas por los filósofos presocráticos, resulta en un cierto relativismo y escepticismo respecto a la posibilidad de obtener un conocimiento cierto y verdadero acerca del Cosmos. Esta desconfianza hacia las cosmologías hizo dirigir el interés filosófico hacia el hombre mismo, pues si se quería progresar en el conocimiento era necesario volver los ojos hacia el sujeto como tema de reflexión. Así, Sócrates y los sofistas, centran su interés filosófico en el hombre; mientras el primero trata de encontrar la verdad segura y cierta, la verdadera sabiduría; los sofistas en cambio tenían fines meramente prácticos.
Por otra parte, hay un advenimiento de la democracia lo que trajo consigo un notable cambio en la naturaleza del liderazgo: ya no bastaba el linaje sino que el liderazgo político pasaba por la aceptación popular, la arete (virtud) no estaba ya ligada al nacimiento. Se convierte ahora en una sociedad donde las decisiones las toma la asamblea del pueblo y donde la máxima aspiración es el triunfo, el poder político; por lo tanto se sintió la necesidad de prepararse para ello. Un político necesitaba poseer ciertas ideas acerca de la ley, acerca de lo justo y lo conveniente, acerca de la administración y el Estado.
Proporcionar estos conocimientos, será en gran parte el principal esfuerzo filosófico de esta época.
Por lo tanto, si bien es verdad que Sócrates y los Sofistas parten de un objetivo en común: el estudio del hombre; sus doctrinas son bien diferentes. En gran parte lo que se intenta hacer a continuación es una aproximación de ello.
Los sofistas
Se ha utilizado la terminología sofistas para denominar a un conjunto de pensadores griegos que prosperan en la segunda mitad del siglo V a. de C.
"Sofista" es una palabra que significa "sabio", "experto en el saber".
Las enseñanzas impartidas por los mismos, incluyen un conjunto de disciplinas humanísticas (retórica, política, derecho, moral, etc.). Fueron los primeros profesionales de la enseñanza; lo q los lleva a organizar cursos y cobrar por los mismos.
Por otra parte, se podría aportar diciendo que los sofistas tenían un proyecto bien definido de educación que venía con el propósito de romper con los parámetros de la enseñanza tradicional que estaba resultando insuficiente y con carencias ante las necesidades de la época.
Dichas ideas más tarde son criticadas por Platón, Aristóteles, así como también por Sócrates. Sostenían que el saber de los sofistas era aparente y que lo profesaban con fines meramente de lucro. Platón puntualmente insiste en una peligrosidad en las ideas profesadas por los sofistas, además de su debilidad teórica.
Más allá de la pluralidad de opiniones acerca de la figura y papel de los sofistas vale introducir lo que nos dice W. Jaeger: “Los sofistas son un fenómeno tan necesario como Sócrates y Platón; más aún, éstos sin aquellos resultan del todo impensables”.
Los sofistas por tanto desplazaron el eje de la reflexión filosófica centrada en el cosmos, al hombre y todo lo referido a su vida como miembro de la sociedad. Es por ello que los temas abordados por los sofistas, eran la ética, la política, el arte, la lengua, la religión, la educación, etc., es decir, sus temáticas estaban orientadas a la contribución de la formación de la cultura de hombre; es por todo ello que se dice que con los sofistas se inicia un período humanista de la filosofía antigua.
Por otra parte es pertinente señalar que durante el siglo V a. de C. tuvieron lugar fenómenos sociales, económicos y culturales que favorecieron el desarrollo del movimiento sofista y, a su vez, fueron favorecidos por él.
Entre ellos podemos mencionar en un primer momento la crisis de la aristocracia que avanza conjuntamente con el poder del pueblo, que hace oír su voz en las asambleas. Se logra la igualdad de todos ante la ley y el derecho de todos a hablar, de expresarse, de participar activamente en las decisiones.
A la consolidación del sistema democrático se añade el crecimiento del comercio en la sociedad ateniense, lo que conlleva a la misma, estar en contacto con un mundo más amplio, hay mayor difusión de las experiencias y conocimientos de aquellos que se dirigían a otros lugares fuera de la sociedad ateniense.
Éstos y otros factores contribuyen al surgimiento de los sofistas.
La crisis de la aristocracia, fue también una crisis del arete, de los valores tradicionales; los más preciados de aquel momento.
La consolidación del poder del pueblo llevó al resquebrajamiento de la certeza de que el arete estaba ligado al nacimiento; se pone ahora en tela de juicio y da paso al problema de cómo se adquiere dicha virtud ético-política.
En líneas anteriores mencionaba el relativismo, pues bien el mismo se pudo observar a partir de la ruptura del restringido círculo de la polis y la posibilidad de acceso a otros conocimientos y costumbres opuestos, llevando al cuestionamiento de que si aquello que aceptaban como cierto, y verdadero era visto del mismo modo en otros lugares y circunstancias.
Los sofistas fueron habilites
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