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Historia Y Pedagogia


Enviado por   •  14 de Abril de 2015  •  1.588 Palabras (7 Páginas)  •  244 Visitas

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Este ensayo tiene por propósito describir y analizar -desde una perspectiva interdisciplinaria entre La Historia y la pedagogía- los rasgos y contenidos fundamentales del paradigma educacional griego antiguo y proponer algunas reflexiones críticas para confrontar aquel ideal educativo con el actual modelo educacional prevaleciente y en boga en las sociedades occidentales.

El ideal educativo griego en la Antigüedad, se configuró sobre la base de una búsqueda de la armonía entre la educación física, la educación intelectual y la educación moral. El punto de equilibrio en la paideia griega reside en un ideal de perfección del ser humano donde se encuentran la razón tras el conocimiento, los valores éticos, la gimnasia del cuerpo y la respuesta a las tareas prácticas de la existencia cotidiana. El paradigma educacional griego tiene todavía en el presente numerosas resonancias éticas y culturales.

Al hablar de educar nos referimos al proceso de enseñanza, el cual es transferido a niños, jóvenes y adultos ya sea por nuestros padres o nuestra comunidad.

El educar no solo significa aprenderse lecturas si no también hacer las tradiciones de nuestra comunidad.

En tiempos anteriores y en todas las culturas solo los varones podían servirse de la educación ya que las mujeres solo podían aprender los deberes del hogar; una cultura importante es la de la antigua Grecia, fue una de las más importantes ya que se preocuparon porque el hombre alcanzara su plenitud y sobre todo fueron fundadores de la ciencia y la filosofía.

En Grecia los gobernantes se les prepara para la política y las armas, a los gobernados se les prepara para el trabajo y a los excluidos ninguna preparación específica.

Los niños atenienses iban a la escuela, pero sólo de los varones, pues las niñas no pisaban nunca la escuela; todo lo que aprendían eran las labores domésticas: cocina, tratamiento de la lana y tejido, y tal vez también algunos rudimentos de lectura, cálculo y música- lo aprende con su madre, con una abuela o las criadas de la familia.

En Atenas, la enseñanza, la asistencia a clase, no era obligatoria: el padre de familia gozaba de total libertad para educar a sus hijos o permitir que otros los educaran hasta los dieciocho años, edad en que el joven se convertía en ciudadano y debía realizar el servicio militar.

Hasta que el niño iba a la escuela (a los siete años), eran la madre y la nodriza quienes se ocupaban de él y le proporcionaban las primeras enseñanzas, que consistían en historias tradicionales, mitología y leyendas nacionales, y nada más, pues las pobres mujeres, que prácticamente nada habían aprendido, prácticamente nada podían enseñar.

El niño empezaba por aprender a leer y luego a escribir. Aprendía a leer en voz alta y luego seguía haciéndolo igual, pues da la impresión de que no se practicaba la lectura en silencio. El alumno practicaba después la escritura de las letras sobre una tablilla de madera barnizada de cera, y sobre ella trazaba los caracteres con ayuda de un punzón o estilete, cuyo extremo opuesto, plano y redondeado, servía para borrar. No había pupitres, y los alumnos se sentaban en taburetes alrededor del maestro. A los siete años el niño comienza su "paideia", o formación cultural, pasando a la escuela, siempre de profesores particulares, donde cursaban tres asignaturas: gramática, música y gimnasia.

El punto de partida de la experiencia educativa griega se concentra en un conjunto de ideales que denominamos paideia arcaica.

La paideia arcaica, inspirada, por Homero y Hesíodo, parte del concepto de kalokagathia (kalos, bello y agathos, bueno) ideal perfecto en que lo bueno es lo bello, en que la belleza se entiende como bondad, de donde desprende la idea de armonía entre la educación física o corporal y la educación espiritual, intelectual y moral del individuo. El paradigma educativo homérico se fija como tarea la imitación o “mimesis” de los dioses y héroes.

Conforme a este modelo, la educación física o gimnástica tiene por propósito cultivar el cuerpo mediante la práctica deportiva, los ejercicios físicos y la práctica en el uso de las armas, pero tomando en consideración además, la dimensión técnica de la gimnasia, o la techné, es decir, la formación y aprendizaje de un oficio, de manera que los conocimientos y virtudes aprendidos tengan una aplicación útil para la posterior vida adulta del joven.

La integralidad humanística del enfoque educativo griego, reside por lo tanto en la articulación de la gimnasia física con el aprendizaje de un oficio, pero ensamblado con la formación moral e intelectual. En efecto, la areté espiritual supone y comprende la formación cultural y moral. Se suman al esfuerzo pedagógico la música, la poesía, la lengua, el saber hablar y debatir, o sea, la retórica, el aprender a manejarse

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