Historia y consolidación del sistema educativo nacional

HISTORIA Y CONSOLIDACION DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL

El periodo revolucionario, iniciado en 1806 con las invasiones inglesas y, finalizado en 1816 con la declaración de la independencia de las Provincias Unidas del Rio de la Plata, culmino para dar lugar a una nueva etapa caracterizada por la incertidumbre, los desacuerdos, las guerras civiles y pujas de intereses, etc.; la cual se verá resuelta recién hacia finales de siglo.

Iniciando la década del ´80 nos encontramos frente a la consolidación del Estado-nación de una incipiente Argentina, la cual logra constituirse con tres presidencias: Bartolomé Mitre (1862-1868), Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) y Nicolás Avellaneda (1874-1880). Frente a este orden jurídico-político fue necesario anexar un progreso económico; una nueva división internacional “le reservaba un importante lugar de provisión de materias primas junto al resto del mundo occidental.”^[1] Argentina ingresaba en el mundo capitalista, de la mano del modelo agroexportador acarreando el ascenso de una clase terrateniente. En resumen, hacia 1880, tenemos una sociedad civil, con sujetos consumidores y destinatarios de impuestos, un mercado capitalista y un ejército, quien monopoliza la violencia legítima.

Con la resolución de viejos interrogantes se abre el paso a unos nuevos, entre los cuales el de la educación fue el eje sobre el cual giraron muchos debates, enfrentamientos e incertidumbres. ¿Cómo educar? ¿A quién? ¿De qué forma? ¿Quién ocupara el rol de educar? ¿El rol de garante reposara en el Estado o la Iglesia? A lo largo del siguiente apartado y teniendo como base a Alejandro Herrero autor de “El loco Sarmiento, una aproximación a la historia de la educación común y el normalismo en Argentina” anexando a Pablo Pineau con “La educación y la cuestión de la construcción de identidades modernas en el siglo XIX” focalizando solo en el caso de Argentina, intentare resolver los interrogantes planteados.

 Aquello que se consolido como un Estado republicano, federal y liberal en 1853 fue, hacia 1880, caracterizado por su toma de posición frente a la religión, autodenominándose como laico; esto se vio reflejado en varias leyes, entre ellas, considerándola la más relevante, la ley de educación nacional N°1.420 “la que es considerada la mayor expresión política de este hecho. En ella se implanta la obligatoriedad de la instrucción para todos los niños sin diferencia, y la creación del sistema educativo en las manos del Estado para realizar tal emprendimiento.”^[2] Es aquí donde la iglesia es despojada de su rol de educador pasando a ser el Estado el garante de la misma. Esto que parece la respuesta a varios interrogantes solo es el origen de muchos otros.

Es indispensable tener presente el primer debate en iniciarse entre los dirigentes nacionales, ¿Qué función tendrá la educación? Para poder resolver este interrogante es necesario retroceder hacia 1863 cuando, por iniciativa de Mitre se crean los colegios nacionales, destinado a una educación privilegiada con el fin de lograr una elite política ilustrada en todas las provincias^[3], estas escuelas producirían individuos aptos para asumir las responsabilidades de la vida siendo un ciudadano  ilustrado y/o gobernante capas de desenvolverse en los diferentes ámbitos del mundo moderno. Es en el punto opuesto donde se encuentra Sarmiento quien fue el fundador de las escuelas normales destinadas a la clase popular con un doble fin, “formas maestros que cumplan un propósito sustantivo, educar a ciudadanos argentinos ilustrados y, por otro, formar individuos para la administración del Estado, sobre todo en el área educativa”^[4]. Así esta caracteriza el inicio del sistema de instrucción pública, con un claro fin: es necesario educar, aunque aún no se haya acordado como ni para qué.

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