Las eras de Hobsbawm
Enviado por Mar Gimenez • 18 de Mayo de 2016 • Resumen • 2.267 Palabras (10 Páginas) • 398 Visitas
Resumen. Marisel Gimenez
Eric Hobsbawm y la historia critica contemporánea
Tercera parte
Las eras de Hobsbawn
Hobsbawm, historiador del siglo XIX (1789-1914), nos introduce en esa Europa sometida al nuevo ritmo de las transformaciones que el capitalismo imprime a todo el planeta.
Su obra aparece publicada en tres volúmenes:
- La era de revolución (1789-1848)
- La era del capital (1848-1875)
- La era del imperio (1875-1914)
La era de la revolución
Hobsbawn analiza las revoluciones burguesas en Europa como una era de “doble revolución”,
“La revolución francesa y la revolución industrial británica”. Ambas inauguran la época de nacimiento y expansión de la sociedad burguesa. La revolución francesa domino la historia, el lenguaje y el simbolismo de la política occidental desde su comienzo hasta la primera guerra. Se vio a sí misma como un fenómeno global y como modelo, tuvo conciencia de su dimensión universal.
El proceso revolucionario proporciono el vocabulario y los programas de los partidos liberales, radicales y democráticos de la mayor parte del mundo. A partir de las insurrecciones del 48, el orden burgués victorioso se vio amenazado e instalaron en todos los estados europeos el miedo a la revolución social. Demostraron que detrás de la burguesía estaban las masas obreras siempre dispuestas a convertir en sociales las revoluciones liberales moderadas.
La era del capital
Hobsbawn caracteriza el periodo de ascenso del capitalismo de libre competencia. Es la época del predominio de una burguesía que, como clase, forja un mundo a su “imagen y semejanza”. Analiza como esta etapa “dorada” de progreso significo una catástrofe social para millones de pobres transportados al nuevo mundo y para todos los pueblos de otros continentes que sufrieron la conquista y dominación occidental.
La era del capital, fue una era de disputas, de luchas y de profundos conflictos sociales.
La era del imperio
La gran depresión de 1873 inicio esta etapa imperial y dos grandes zonas del mundo fueron totalmente repartidas: África y el Pacifico. Europa impuso el control financiero de los países débiles que, presionados para cumplir sus deudas, se convirtieron en protectorados con la aparición imperialista de Alemania y de los EE.UU, se termina el monopolio británico del mundo desarrollado. La depresión de 1873 hizo de ellas economías rivales y en fuerte competencia nace la “era posliberal”. También aparecieron los movimientos socialistas y revolucionarios de los trabajadores que exigieron el encadenamiento del capitalismo.
El ascenso del capitalismo industrial
Cataclismos y rupturas
El siglo XIX transformo el mundo y creo la historia universal. Durante este siglo, todas las grandes potencias de Europa registraron una o más discontinuidades repentinas, cataclismos y rupturas históricas. La gente común, se vio a sí mismo como viviendo una era de revolución. También es el momento en que se incorporan al vocabulario económico y político nuevos términos como: capitalismo, socialismo, revolución industrial, proletariado, industriales e imperialismo.
Industrialización y miseria popular
Entre 1780 y 1815 Gran Bretaña mantuvo el monopolio de la industrialización y de las relaciones con el mundo no europeo, este pionero modelo industrial británico dependió del mercado exterior: fundamentalmente de las importaciones de materias primas como el algodón de las colonias (India, Natal, Egipto).
La revolución industrial desarrollo en entorno a Inglaterra un sistema de zonas coloniales y semicoloniales pero fundamentalmente transformo la vida de los hombres y pueblos de un modo irreconocible.
El “progreso” y sus victimas
Hobsbawn postula el carácter “catastrófico” de la revolución industrial, considerada desde la perspectiva de las víctimas del progreso. Sostiene que la intranquilidad económica se combino en las zonas urbanas y fabriles con la ideología política, lo que origino: el surgimiento del cooperativismo, la aparición del movimiento ludista (que promovía la destrucción de maquinas), la organización del cartismo, la consolidación de los sindicatos (aceptados y reconocidos oficialmente en Gran Bretaña hacia 1870).
Los destructores de maquinas
Hobsbawn polemiza con la tesis tradicional sobre el ludismo, el movimiento de los obreros calificados británicos que procedió a la destrucción de los telares mecánicos y las maquinas “ladronas de trabajo”. Esta fue una expresión de protesta en los talleres donde la mecanización represento una verdadera amenaza para el oficio del tejedor manual.
- Hobsbawn sostiene que el ludismo como forma inicial de lucha obrera no siempre condujo al fracaso. Piensa que no se debe subestimar su poder, que residía justamente en la destrucción de maquinas, en el amotinamiento y en la destrucción de la propiedad en general.
- Los ataques contra la maquinaria constituían un medio normal de presión sobre los patrones, para obtener concesiones respecto a salarios o para mantener las condiciones laborales.
- Este tipo de destrucción fue un aspecto del conflicto industrial en el periodo del sistema domestico y manufacturero, y en las primeras etapas de la fabrica o en las minas de carbón.
La destrucción de la propiedad o la amenaza de destrucción resultaban muy efectivas para la primera generación de trabajadores.
Abajo el rey somos todos iguales
El régimen jacobino (1793-1794), aprobó una nueva constitución republicana radicalizada que ofreció al pueblo el sufragio universal, abolió los derechos feudales aun existentes y la esclavitud en las colonias francesas.
Los revolucionarios como Karl Marx, vincularon a los jacobinos con la tradición proletaria. Cuando la burguesía ya había ganado su libertad, la revolución ya no formaba parte de sus programas políticos. Pero la libertad del pueblo era solo nominal, de modo que este si precisaba su propia revolución.
La primavera de la lucha de clases
Temerosa y antidemocrática, la burguesía pensaba que el sufragio universal y el parlamentarismo eran el preludio seguro del socialismo.
Las revoluciones del año 48 fracasaron. Los revolucionarios fueron desperdigados en los exilios y las victimas se contaron en miles. Se prohibieron legalmente los sindicatos y las huelgas en toda Europa.
El invierno de la dominación burguesa
Estas revoluciones de 1848 se transformaron en el paradigma de la revolución mundial.
Algunas de sus características:
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