Lopez Cap 20-24

CAPITULO 20: Aldaco se quedo en Cuévano al mando de una división de reserva y los demás siguieron avanzando hacia la Ciudad de México, al ir avanzando se toparon con un puente el cual creían que no estaría intacto pero si lo estaba tras revisar posibles trampas vieron que ni había nada se le informo a Ontananza para que se avanzara sin peligro, el en camino se fue revisando todo en busca de posibles trampas pero nunca había nada, tras llegar a una lome observaron que había una fuerza muy grande la cual era un montón de gente celebrando cuando vieron las fuerzas armadas se alegraron y les ofrecieron pulque, entre toda esa gente había gente que algunos soldados conocían, y preguntaron por Diego y Carmelita y les contaron que habían sido arrestados, y que esperaban que Periñon y sus tropas los sacaran del calabozo, tras llegar a Cañada Periñon se dirigió hacia el calabozo para sacar a Diego y después fue por Carmen que estaba presa en el Convento Redengada, al llegar a su casa Diego les informo que era urgente empezar a redactar la declaración de independencia, al terminar de redactar la carta Diego la leyó en voz alta donde Periñon le hizo la aclaración que la independencia la dio el en el día 15 de septiembre y no él en ese día, después de que Diego hizo la corrección Periñon la firmo y seguido de los demás jefes, después de eso Periñon nombro a Diego Corregidor de Cañada y tras este aceptar emprendieron la marcha.

CAPITULO 21: Conforme el ejercito iba avanzando estos iban haciendo destrozos en los pueblos y el que pagaba los platos rotos era Adarviles a quien apedreaban o cobraban los destrozos, ante todo esto Periñon justificaba que aquella persona que había vivido en la privación un robo no era delito o sino que necesitaban algún incentivo por ir a la guerra. Al seguir su camino hacia la sierra de Güemes vieron a un hombre que estaba atravesado en el camino, al acercarse el hombre les dijo que era el Patotas y que quería ver a Periñon al cual dos soldados guiaron, al bajar la sierra casi llegando al pueblo de Huetamaro vieron a lo lejos al obispo de Begonia el cual fue a ver a Domingo para decirle que estaba de sus lado y darles la bendición, además que les informo de que había una peste en el pueblo, después de la bendición el ejercito siguió su camino pero no entraron al pueblo sino que lo rodearon y volvieron a tomar de nuevo el camino, al caer la noche dos de los soldados estaban haciendo apuestas acerca del contenido que tenía el carruaje que viajaba con ellos, uno decía que eran los tesoros del cura y otro que adentro iba el rey Fernando VI, Periñon para aclarar la situación llamo a todos al valle para mostrarles lo que iba en aquel carruaje y del carruaje bajaron las tres sobrinas de Periñon y este les dijo a los soldados que no había ningún rey y ningún tesoro, volvió a subir a sus sobrinas al carruaje y siguieron su camino, ese mismo día Periñon se vio con el con José Atanasio Redondo que era el señor cura de Jaloste, Periñon quería que José se uniera a la causa en lo cual este se negó argumentando que tenían los mismo ideales pero no los mismo medios los dos se abrazaron y cada quien siguió su camino.

CAPITULO 22: Se llego a la Ciudad de México por donde se encontraba el enemigo se observo con el catalejo para poder ver más a detalle al enemigo, al observar solo había dos alternativas pasar de largo y arriesgarse a que el enemigo atacara o rodearlos y atacarlos cualquiera que fuera la opción involucraría una gran lluvia de sangre, se les conto a los superiores Periñon y Ontananza y este dijo que no podíamos pasar de largo, la orden seria atacar pero hasta el día siguiente Ontananza hizo un plan y mando a llamar a los jefes para dar instrucciones, se dividió al escuadrón en 4 columnas las primeras dos a cargo de Borunda y Mesa serian el ataque frontal, la tercera al mando de Adarviles se encargaría del ataque por la espalda y la cuarta columna sería la encargada de la caballería que es el negarle el camino al enemigo en la llegada de refuerzos y la posible huida, el batallón de la cuarta columna se les despertó a deshora y al ir en camino uno se cayó del caballo y otro se desbarranco, cuando empezó a amanecer el batallón de caballería ya estaba listo, pero no fue sino hasta las 11 cuando de escucharon gritos acercándose al enemigo y ahí fue cuando empezó el combate, las dos columnas se acercaron como un grupo de hormigas y el enemigo cambio la posición para poder enfrentar a las dos columnas la esperanza residía en Adarviles y el ataque sorpresa de su columna, las columnas empezaron a desplegarse y avanzar a la carrera, las primeras filas desaparecieron y el resto bajo el trecho que habían subido el enemigo no los persiguió, mantuvo su posición, cuatro asaltos hubo ese día de los cuales el enemigo en tres ocasiones puso fin a los avances, en el tercer asalto Borunda cayó herido y Mesa murió ocuparon sus lugares Periñon y Ontananza, en el cuarto asalto fue donde se tuvo la victoria y donde se celebro con un grito ¡Viva la independencia!, tras la victoria se tuvieron que hacer zanjas para los hombres caídos por orden de Ontananza se iba a construir un monumento en honor de la victoria, después al amanecer Periñon informo que la mitad del batallón había desertado y con ellos iba Adarviles, tras ese acontecimiento Ontananza nombro nuevos jefes y les entrego algo de dinero, se tomo la decisión de retroceder hacia

...