Luis Terrazas
Enviado por danea • 16 de Octubre de 2012 • 906 Palabras (4 Páginas) • 697 Visitas
Fortuna, negocios y latifundio
La fortuna de Luis Terrazas fue una de las más importantes durante el Porfiriato, gracias a su astucia, su oportunidad para invertir y su capacidad para asociarse y beneficiarse de la política. Formó parte de una generación de hombres fuertes que caracterizan al empresario norteño: adicto al trabajo, austero en su estilo de vida y emprendedor en los negocios.
Además de la ganadería, Terrazas tuvo un importante patrimonio urbano, ejerció el crédito, incursionó en la banca y estableció industrias en sociedad, primero con otros capitalistas locales, después con sus hijos y yernos y, finalmente, con inversionistas extranjeros.
Esta característica de Terrazas le permitió ascender de rico de pueblo a gran capitalista; su tendencia a la asociación, la aplicó lo mismo en la política que en los negocios. El asociacionismo era una forma de conseguir el capital necesario para fundar una empresa y un medio para disminuir el riesgo. Igualmente era un medio para obtener la simpatía de algún hombre de poder: invitó a Juárez a invertir en la mina Santa Eulalia, y a Díaz en la empresa La Interamericana.
Con estas ideas económicas Terrazas acaudilla y corrompe a empresarios y políticos y asume, además, el papel de gestor de la inversión extranjera ante el gobierno estatal y federal. Logra asimismo convocar a un número importante de capitalistas de otras regiones del estado. La consecuencia de esta forma de trabajar fue la formación de otra red de poder, ya no sólo política sino también económica, integrada por los principales empresarios de las regiones bajo la dirección de Terrazas. Esta trama trajo consecuencias importantes: la primera, que el clan ampliara los giros de sus negocios; la segunda, el consenso político entre la clase empresarial del estado.
Formado dentro de una familia patriarcal, Terrazas proyectó esa marca en casi todos los negocios que emprendió. Tres de sus principales administradores eran familiares cercanos: sus hijos Luis y Federico y su sobrino Francisco Molinar; 3 administradores de las haciendas eran sobrinos suyos: Eugenio Cuilty, Leonor Molinar y Enrique Cuilty. En negocios de banca mantuvo una sociedad con su yerno Enrique Creel y en los negocios industriales con sus hijos Juan y Alberto.
Sus primeros negocios ganaderos datan de 1848 (a los 19 años de edad) y continuaron en forma constante hasta 1913. En 1863, Terrazas era ya considerado uno de los ganaderos más importantes del estado; poseía alrededor de 2 mil cabezas de ganado mayor y 50 mil de ganado menor, cuyas ventas las realizaba principalmente en Chihuahua.
Su primera finca rústica de importancia fue el Rancho de Ávalos, que adquirió en 1865, a la edad de 36 años. Años después anexaría a este rancho otro: La Cañada.
La Hacienda de Encinillas fue la más importante de su latifundio; la compró en sociedad con Henry Müller, estadounidense
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