Pobre Patria mía

Pobre Patria mía, nos refleja la historia desde otro punto de vista, desde el punto de vista de un héroe para unos y un dictador para otros. El Porfiriato esta lleno de claro oscuros, ya que podemos observar una serie de escritos donde se destaca el carácter fuerte de Díaz y una mano dura, con la que ejerció el poder durante más de treinta años, lo que nos lleva a deducir que México sin duda se encontraba sometido a una fuerte dictadura, de una opresión que no permitía una libertad política, un avance hacia la democracia principalmente y del cual solo era posible salir y cambiar del estado imperante a través de una lucha armada es decir, que era por tanto casi inevitable hacerlo sin un derramamiento de sangre.

Lo que es cierto es que en esta novela histórica es posible ubicar el fuerte nacionalismo que Porfirio Díaz sentía por su patria, un deber y sentido de pertenencia tal que hasta el final de sus días anhelaba regresar a la tierra que lo vio nacer, una tierra que como él lo menciona en el texto tuvo que curar, tuvo que sanar sus heridas y guiarla por el camino de la modernidad, Traje la prosperidad, el orden, el progreso!...todo eso se ha olvidado fácilmente, como si hubiese sido sencillo, como si pudiese haberse hecho sin mano firme. Me duele recordar pero no olvido. (Palou p. 37).

Este libro considero es una biografía que muestra en forma de novela, la vida de Porfirio Díaz. nos narra con lujo de detalles y en voz del personaje como transcurrieron los momentos del general a partir de 26 de mayo de 1911 cuando sale de la ciudad de México rumbo a Veracruz y de allí partir a Europa a bordo del Ypiranga, sale exiliado de la tierra que una vez lo vio triunfante de la tierra por la que tanto vio y defendió, el ya enfermo y viejo soldado ahora se observa solo enfrentando una batalla interna y como el también lo menciona, su principal enemigo es el tiempo, hace un recuento de lo que ha sido su vida desde que era un niño en su natal Oaxaca. …estos huesos han sostenido una nación, estas manos la vistieron, la curaron, le dieron de comer y la tranquilizaron. Estas manos ya no me responden igual, no pueden sostener ni un bastón por mucho tiempo. (Palou. p. 130.). Nos muestra esos últimos años de un héroe y dictador contada por sí mismo desde su exilio en parís, lejos donde solo puede observar una lucha sangrienta llena de traiciones y sufrimiento, nos muestra esa otra parte, esa parte que lo llevo a actuar de una o de otra forma, una

Uno de sus peores males en ese momento es la gran impotencia que siente por no poder hacer nada a favor del México que formo. Su peor sufrimiento es saber que ya nunca más podrá combatir por su patria y algo que no puede entender es que su esfuerzo no pueda ser reconocido, que otras naciones lo hagan y lo acogieran como un héroe:….España, ellos reconocen mi trabajo, mi sacrificio y los frutos obtenidos. ¿Por qué el mundo entero lo entiende, lo celebra y lo reconoce y en casa se está armando la revolución alegando desigualdad y miseria? (Palou. p. 71).

En el cuerpo del texto Díaz, Lamenta que su cuerpo ya no sea capaz de dar una nueva guerra. La memoria y el tiempo lo consumen pero la claridad de los recuerdos no lo abandona ni le impide volver a disfrutar de su infancia y juventud en Oaxaca, recuerda partes importantes de sus treinta años al frente de México, habla de sus enemigos, de su gente cercana, de su Delfina Ortega y de la devoción que le guarda su Carmen Romero. Nos habla del por que tuvo que estar del lado de unos o traicionando a otros, a los cuales admiraba, en beneficio del país: Hay que imaginar que para mantener casi cuatro

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