Proyecto De Intervencion
Enviado por cecepi • 13 de Julio de 2015 • 1.444 Palabras (6 Páginas) • 124 Visitas
LA FALACIA Y RELACIÓN CON LA VIDA
SOCIAL
Todavía persiste esa forma de pensar en términos de la obsoleta teoría del espíritu de la masa. Si hablamos en términos de colectividad es una teoría atrayente, pero puramente descriptiva, no explicativa. Las metáforas del organismo social, las teorías de la mente de grupo y cosas por el estilo nunca van más allá de sí mismas, ni sirven para mostrar la causalidad.
Definición de la falacia de grupo.— Esta falacia consiste en sustituir al individuo por el grupo como principio de explicación. El concepto de grupo se puede expresar en términos psicológicos o “puramente sociales”. Los ejemplos provienen de los siguientes campos 1. Conflicto social. La represión y disociación freudianas son términos aplicables únicamente a los individuos. Existe una considerable diferencia de significado entre el conflicto mental y el conflicto social. 2. Revolución. Aquí la falacia se expresa en términos grupales tal como inmovilidad de la sociedad y desmoronamiento de los “hábitos sociales”. Estos términos nos son simplemente descriptivos y desvían la atención de la verdadera conducta causal de los individuos. 3. La teoría del super-orgánico. El concepto de una ciencia causal a un nivel puramente social (no psicológico) es insostenible, ya que en toda ciencia la explicación, es posible únicamente utilizando los conceptos de las ciencias más elementales. En la práctica nadie ha tenido éxito en la formulación de una ciencia de esta clase. La historia de la cultura no es explicación de la cultura y mucho menos es una adecuada explicación del cambio social.
La verdadera base de la Sociología es el comportamiento social del individuo socializado, es decir, la Psicología Social. El quehacer de la Sociología es describir bloques de conducta social y el cambio social resultante en término grupales y explicar estos fenómenos en términos individuales.
La teoría de que la masa posee una vida mental que resulta de la simple suma y añadido de los procesos mentales de sus miembros, parece haber perecido a manos del progreso en la ciencia social. Su espíritu, no obstante, ha sido muy difícil de extinguir. El oportuno y pintoresco modo de hablar del grupo como totalidad ha impregnado gran parte de nuestro pensamiento social. Esta influencia sutil puede explicarse en parte como sigue. Cuando leemos que un determinado ejército ha capturado una ciudad, o que cierto equipo de fútbol ha derrotado a otro, este lenguaje, aunque no es preciso, se comprende. Está claro que son únicamente los soldados o jugadores a nivel individual quienes combinaron sus esfuerzos y llevaron a cabo la hazaña descrita. En cambio, cuando leemos de una multitud violenta, intolerante, emocional o irracional, corremos el riesgo de engañarnos pensando que es la mente del grupo y no la de los individuos la responsable de estos fenómenos. En tanto que el lenguaje se pretende que sea y es aceptado como puramente metafórico y descriptivo, no existe confusión. Pero el paso de la descripción a la explicación es en tales casos muy sutil y no siempre reconocido. La inmaterialidad de los fenómenos se combina con el uso abstracto del lenguaje para conducirnos a error. Este error es el intento de explicar los fenómenos sociales en términos del grupo como un todo, mientras que la verdadera explicación se encuentra únicamente en las partes que lo componen, los individuos. Una explicación como esta es falsa en sí misma. No necesitamos una hipótesis del super-espíritu para poder explicar la acción de la masa si nos tomáramos la molestia de estudiar al individuo dentro de la masa y observar cómo responde a los estímulos que provienen del comportamiento de sus compañeros. Este abandonado campo de estudio está siendo traído a un primer plano gracias a la moderna Psicología Social cuyos datos engloban el comportamiento social del individuo. La teoría de la mente de grupo no es solamente falsa, sino que obstaculiza de manera considerable el descubrimiento de la verdad. Hacer hincapié en el todo en vez de en las partes desvía la atención de estas últimas y conduce el pensamiento por una vía equivocada.
La influencia de la teoría de la mente social es tan extensa como sutil. En las diversas modalidades que ha ido adquiriendo, se ha convertido en increíblemente versátil. Encontramos una reproducción de esta teoría en la metáfora del organismo social de Platón y en las modernas variantes desarrolladas por Spencer y Munsterberg. En estas atractivas
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