Sexualidad En Roma
Enviado por stefitania • 12 de Febrero de 2013 • 1.563 Palabras (7 Páginas) • 456 Visitas
La sociedad romana era muy promiscua y liberal, las relaciones sexuales fuera de la pareja eran consideradas totalmente normales y para los ciudadanos libres existía una gran libertad sexual.
En la decadencia del Imperio Romano, comenzó a reinar el caos familiar y sexual, caracterizado por excesos sexuales, desenfreno, adulterio y prostitución.
Matrimonio
La moral de la sexualidad romana giraba alrededor de la idea del control.
Existía una gran promiscuidad fuera del matrimonio. Ser esposa, tenía más que ver con el status social que con el placer y las costumbres dictaban que el hombre casado podía mantener tantas relaciones sexuales como quisiera. Durante la República, Cicerón declaró sin que nadie se opusiera que no había nada ilegal en el caso de un hombre que lleva a otro al campo con la intención de disfrutar de placeres eróticos.
En Roma, se creía que el amor disminuía la capacidad de pensamiento racional y era visto como algo ridículo.
Un beso en público de un matrimonio resultaba algo indecente pero nadie exigía a las mujeres casadas que no recibiesen visitas libremente, aunque debían mantener una serie de códigos morales y sociales determinados.
Las infidelidades y el adulterio pasaron a ser prácticas sexuales comunes y cotidianas, hasta tal punto que los divorcios se consideraban como un trámite más dentro de la vida diaria en Roma.
LA MUJER
En Roma seguía estando reprimida sexualmente en el matrimonio, pero tenía vida social, participaba en cenas y conversaciones",.
"La mujer que quería tener sexo tenía que prostituirse ocasionalmente o frecuentaban burdeles para conocer el placer. Salían a la calle, se arreglaban de forma atractiva, se ponían pelucas, se maquillaban. Cambiaban de identidad
La vida de pareja en aquel entonces no estaba basada en la fidelidad mutua. "La mujer podía ir con otra mujer, no era un problema, no era un infidelidad propiamente dicha. Como el hombre que iba con otro hombre. A partir del imperio, la bisexualidad estaba aceptada y el adulterio era algo normal",
Prostitución
Comienzan a proliferar los burdeles donde se podía obtener compañía de las prostitutas que no sólo ofrecían placer sexual sino que se ofrecían como oyentes e interlocutoras de los hombres a los que les gustaba charlar de filosofía
Las prostitutas romanas tenían que llevar vestimentas diferentes, teñirse el cabello o llevar peluca amarilla e inscribirse en un registro municipal, además de recibir educación para el placer y la conversación, eran mujeres de amplia cultura general
. En el año 1 DC se tenía el registro con 32.000 prostitutas que estaban recogidas, habitualmente, en burdeles, lugares con licencia municipal cercanos a los circos y anfiteatros o aquellos lugares donde el sexo era un complemento de la actividad principal: tabernas, baños o posadas
El lugar favorito para las relaciones sexuales eran los baños, ofreciendo sus servicios tanto hombres como mujeres; incluso se conoce que existían algunos prostíbulos frecuentados por mujeres de clase elevada donde podían obtener servicios de jóvenes, conocidos como "spadoni" calificativo obviamente relacionado con el buen funcionamiento y tamaño de sus atributos masculinos.
En esa época, las prostitutas estaban divididas en diversas categorías las MERETRICES, estaban registradas en las listas públicas mientras que las PROSTIBULAE ejercían su profesión donde podían, librándose del impuesto. Las AMBULATARAE recibían ese nombre por trabajar en la calle o en el circo mientras que las LUPAE trabajaban en los bosques cercanos a la ciudad y las BUSTUARIAE en los cementerios. Las DELICATAE eran las prostitutas de alta categoría, teniendo entre sus clientes a senadores, negociantes o generales las FAMOSAE tenían la misma categoría pero pertenecían a la clase patricia, dedicándose a este oficio o por necesidades económicas o por placer, lo cual era aceptado y bien visto por el resto de la sociedad.
En este marco aparece Julia, la hija de Augusto a la que se le apodó "La viuda alegre de Roma" por su conocida promiscuidad, Agripina la joven o la famosísima Mesalina que ha pasado a la Historia como una de las mujeres mas promiscuas del Imperio Romano. La mayoría de lupanares de Roma se encontraban en el Esquilino y el Circo Máximo, los más elegantes eran situados en la cuarta región.
Los lupanares generalmente eran identificados en la calle con un gran falo que era iluminado por la noche, generalmente eran decorados con murales alusivos al sexo y en las puertas de las habitaciones era habitual encontrar una lista de precios y servicios. Existen referencias de algunos prostíbulos que eran frecuentados por las mujeres de las clases sociales más elevadas que acudían para mantener relaciones sexuales con chicos jóvenes.
Al ciudadano romano sólo les estaban vedadas las relaciones con otra mujer de su clase: en ocasiones podía incluso llegar a sufrir la castración. Por lo demás, un miembro de la élite de Roma hasta podía jactarse públicamente de sus
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