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Teoría De La Reacción Social


Enviado por   •  3 de Julio de 2014  •  1.948 Palabras (8 Páginas)  •  457 Visitas

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1) Desde mediados del siglo XX, muchos sociólogos norteamericanos comenzaron a cambiar su forma de ver la “desviación”. La criminología sociológica ya no debía basarse en las causas del delito, sino repasar su origen en el sistema punitivo. Hasta ese momento, nadie se había puesto a analizar el sistema represivo. Como resultado de esta mirada, se dice que “se cayó la estantería”. Este término hace referencia a un cambio de paradigma: todos los modelos anteriores sobre la criminología fueron cuestionados, criticados, negados, reacomodados, y se incorporaron nuevos pensamientos y postulados. Fue entonces de este modo que se creó una nueva etapa en la criminología, en la que se toma en cuenta el sistema penal, y se la llamó CRIMINOLOGÍA DE LA REACCIÓN SOCIAL. De esta se desprendieron dos corrientes: la criminología liberal (aquella que sólo criticaba al sistema penal como aparato represivo y a sus funcionarios, como policías, jueces, penitenciarios, etc) y la criminología radical (aquella que analizaba su funcionalidad para todo el poder social, económico, político, etc). Por mucho tiempo estas corrientes estuvieron enfrentadas en pensamiento y forma de actuar, pero han terminado coincidiendo en algunas ideas. La criminología liberal buscaba deslegitimar al poder punitivo y terminó demostrando que el sistema penal era muy selectivo, prejuicioso, no respetaba la igualdad, no perseguía actos sino personas y muchos otros defectos de los cuales son innumerables. La criminología radical, por otra parte, reclamaba cambios sociales y civilizatorios más profundos.

La crítica criminológica no correspondía a nuestros sistemas penales, ya que solo contenían a los excluidos. Ya sea por momentos de dictadura o de políticos corruptos, las cárceles tendían a ser campos de concentración. No es lo mismo el funcionamiento penal de los países desarrollados que el de los países subdesarrollados.

El sistema penal constantemente perseguía a los de las clases sociales más bajas, a los negros, los extranjeros, los indígenas, los pobres. Sin embargo, parte de estas persecuciones fueron cesando a pasar el tiempo. No es posible criticar a un poder punitivo que ya no actúa de la misma manera. Por lo cual este modelo debía ser más realista y profundo, provocando que las miradas se dirigieran en distintas direcciones. Este desbande puede parecer desordenado, pero cuando se abre la cabeza para escuchar otras visiones críticas, es bastante lógico. Se ubicaron cuatro direcciones básicas:

a) Por una parte, se subestimó el daño real que provoca el delito. Las clases subalternas son víctimas de la publicidad mediática vindicativa. Es por esto que esta crítica se basa en la victimología.

b) Por otro lado, la criminología mediática vindicativa viendo en ellos al enemigo provoca el pánico moral, que es el miedo al delito común únicamente. Esto oculta otros delitos y daños, los cuales pueden ser más peligrosos. Se genera una sociedad de riesgo. Los criminólogos buscan hacer conocido el paradigma del daño social.

c) Otros, se ocuparon de analizar y criticar la manifestación represiva del estado gendarme, la que se la llamo neopunitivismo.

d) Por último, la constante agresividad provocó interrogantes más allá de la sociología, de cuyas respuestas debieron encargarse la antropología, las disciplinas psi y la etnología.

Se puede ver como este desbande provocó una crítica más exhaustiva para poder responder los interrogantes y llegar a conceptos más precisos.

Completando con estas ideas, Becker describe que podemos encontrar reglas en todas las sociedades que fueron impuestas previamente, y también podemos encontrar personas que intentan imponer reglas nuevas. Pueden ser de carácter legal, o bien, en forma de tradición. Estas reglas establecen un parámetro de qué acciones son correctas, y cuáles son incorrectas, siendo resultado del consenso general. Toda persona que atente contra alguna de estas reglas, es considerado un marginado. Sin embargo, esa persona puede adherir a otras reglas que no sean las generales, asumiendo que los marginados son aquellos que lo juzgan. Nos encontramos aquí con una situación ambigua: ¿Desviado para quién? ¿Desviado de qué? ¿Desviado respecto a qué?

Al haber reglas, hay cuerpos que controlan el cumplimiento de las mismas. Por otro lado, la imposición de las mismas nos competen a todos, o por lo menos al grupo que haya creado la regla. Hay reglas que son infringidas por un individuo pero que no se les da mucha importancia (como las de transito o alguien que está alcoholizado), y otras que son fuertemente rechazadas y castigadas por la sociedad (como el asesinato, el robo o la violación).

El marginal ha sido objeto de muchas investigaciones para intentar saber cuál es la razón por la cual cometen delitos. Al no hallar respuesta, algunos científicos terminaron aceptando que hay “algo intrínsecamente desviado” que lleva a las personas a romper las reglas. Otros consideran desviados a aquellos que no entran dentro del promedio o de las estadísticas, o a los que presentan alguna enfermedad. Más allá de los distintos puntos de vistan, concuerdan que el desviado es aquél que no cumple una regla. Sin embargo, como ya hemos mencionado antes, las reglas varían según los distintos grupos de personas. Un individuo puede formar parte simultáneamente de varios grupos. Cuando acata las reglas de un grupo, puede estar infringiendo las del otro. Entonces ¿es desviado o no lo es?

Es necesario encontrar una definición de la desviación que satisfaga a estas variables. Becker afirmó que los grupos sociales crean la desviación al hacer reglas, cuya infracción lleva a la desviación, y al aplicar dichas reglas a ciertas personas en particular y calificarlas como marginales. La desviación no es entonces un acto, sino la consecuencia de haber quebrantado una regla. El desviado es una persona a quien se ha podido aplicar

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