El Currículum Oculto Según Philip Jackson

Philip Jackson Es un investigador de las ciencias humanas y sociales, autor del libro “la vida en las aulas”. Entre las aportaciones más decisivas que nos brinda este autor es que, es él quien por primera en vez en 1968 utiliza el concepto "currículum oculto", término que hace referencia al significado latente de los contenidos, tareas e interacciones escolares .

En su obra “La vida en las aulas”, nos introduce a observar las escuelas, y los hechos que en ella se producen, desde un punto de vista que logra desnaturalizar todo aquello que sucede en las mismas. Es decir, que nos invita a observar de una manera crítica todos aquellos hechos que suceden en las aulas y que hasta ahora nos parecían familiares y pasabas inadvertidos ante nuestra atención. Jackson indica “La asistencia de los niños a la escuela en nuestra sociedad es una experiencia tan corriente que no nos detenemos a pensar qué ocurre allí”.

En su obra, el autor hace una comparación, no muy feliz, entre la escuela y otras instituciones como la cárcel o los hospitales psiquiátricos. Señala que la semejanza se encuentra en el “encierro”, en ambos casos los que concurren a estos establecimientos lo hacen quieran o no, y deben aceptarlo, además deben adaptarse a las reglas de los mismos sin importar que estas obren en contra de sus intereses naturales.

Luego el autor establece similitudes entre la escuela y las iglesias, pues en ambos casos las actividades se llevan a cabo en lugares específicos (el aula y el templo) que podríamos reconocer fácilmente y que poseen características muy particulares (olores, imágenes, disposiciones físicas, etc.) que se conservan a través del tiempo, expresa Philip “incluso desprovista de gente, una iglesia es una iglesia y un aula es un aula”. Además en uno y otro caso las acciones se llevan a cabo de un modo ritualista y cíclica de manera que cada uno puede preveer que pasará a continuación de cada actividad.

A continuación el investigador propone abordar tres características o aspectos de la escuela que no resultan evidentes ante un observador pero que ayudan a diferenciar esta institución de las demás, a entender su funcionamiento y a comprender el impacto de la vida escolar en el alumno. Estas características son: Masa, Elogio y Poder. “…los alumnos se enfrentan, principalmente, de tres maneras (como miembros de una masa, como receptores potenciales de elogios o reproches y como peones de las autoridades institucionales) a unos aspectos de la realidad…”

“Aprender a vivir en el aula supone aprender a vivir en el seno de una masa” dice Jackson. En este contexto el docente cumple un papel fundamental, es limitador de acontecimientos e interacciones: controla el flujo del diálogo, es proveedor y distribuye los recursos materiales, premia, privilegia o castiga comportamientos y sirve de cumplidor del horario. Esta idea de masa dentro de un aula implica situaciones muy complejas ya que se les exige a los alumnos un carácter individual, que ignore a los que tiene alrededor, que se comporte como si estuviese solo y que fije su atención en sus actividades, Señala el autor. “tendrán que aprender a estar solos en el seno de una masa”. Pero los alumnos encuentran aquí una gran dificultad ya que en el aula no están ante personas desconocidas, sino que se encuentran en un conjunto de compañeros y amigos desde hace tiempo, los que además comparten su misma situación, de estar en ese lugar, sin elección, a favor o en contra de su voluntad y bajo las mismas reglas; todo esto provoca que la tendencia a comunicarse sea mas fuerte, pero las limitaciones que exige la institución las transforman en un objeto de control y represión.

Por otra parte, esta situación de hacinamiento (como también llama Jackson a la masa), se ve reflejada una infinidad de veces en las, tan habituales, demoras: esperar turnos para hablar, ser atendidos, recibir una respuesta; hacer colas, permanecer inmóviles; la demora y el retraso es una de las consecuencias que conlleva vivir en masa. Aquí es donde aparece el currículum oculto que transforma en virtud esencial a la paciencia. Entonces podemos concluir que la vida en masa dentro de un aula le otorga cuatro rasgos negativos pero inevitables, a la vida escolar: demora, rechazo, interrupción y distracción social. “Mientras estudiosos del Currículum y técnicos educativos tratan de experimentar nuevos contenidos y métodos de instrucción, el hacinamiento en el aula puede resultar perturbador”.

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