El amor como estrategia para la resolución de conflictos

El amor como estrategia para la resolución de conflictos

Por Leonardo Amir León Aguilar

Introducción

Según Eduard Vinyamata (2001, pág. 129) el conflicto es definido como <<lucha, desacuerdo, incompatibilidad aparente, confrontación de intereses, percepciones o actitudes hostiles entre dos o más partes…>>. Ser capaz de reconocer las causas de los conflictos y de buscar soluciones concluyentes para estos, son rasgos que se necesita en todo individuo para poder crear un entorno en donde se pueda fomentar la paz.

Este ensayo procurá explicar como el amor puede servir como estrategia para la resolución de conflictos, usando las definiciones de amor expresadas por Erich Fromm en su libro “El arte de amar”, y las estrategias de afrontamiento utilizados en la psicología por Lazarus y Folkman.

Para empezar desarrollar la hipótesis de este ensayo es necesario definir los conceptos principales que se utilizaran a lo largo del mismo, estos son el amor, estrategias de afrontamiento y los conflictos.

Se empezará definiendo el amor utilizado el concepto expuesto en el libro “El arte de amar” de Erich Fromm, <<El amor es un poder activo en el ser humano; un poder que atraviesa las barreras que separan al individuo de sus semejantes y lo une a los demás; el amor lo capacita para superar su sentimiento de aislamiento y separatidad, y no obstante le permite ser él mismo, mantener su integridad.>> (Fromm, 1956, pág. 25).

Anteriormente se planteó la definición de conflictos según Eduard Vinyamata, pero conviene enfatizar en dos definiciones más de conflictos para entender las situaciones que estos pueden llegar a abarcar, puesto que “el conflicto” es un concepto que cuenta con una gran cantidad de definiciones. En este caso se recurrirá a la definición de conflicto de Kurt Lewin, psicólogo y filósofo alemán pionero en la psicología social, cuyo enfoque se dirige hacia ámbitos intrapersonales, es decir, conflictos con uno mismo, él define el conflicto «como una situación en la que fuerzas que se oponen de modo simultáneo entre sí, y con igual intensidad, actúan sobre un mismo individuo» (Lewin, 1973), esto desde un punto de vista psicológico lo cual es un enfoque clave para entender qué  no todos los conflictos ocurren entre más de un individuo.

Los conflictos no pueden ser resueltos de manera desorganizada, ya que reaccionar a ellos de esta manera puede empeorar la situación, para poder llegar a la resolución de un conflicto es necesario una estrategia. Esta es una serie de acciones muy meditadas, encaminadas hacia un fin determinado, el cual suele ser establecido en beneficio del individuo que formula la estrategia. Sabiendo esto se puede profundizar en un concepto importante que se utilizará en este documento, este es el de estrategias de afrontamiento de Richard S. Lazarus y Susan K. Folkman, según estos autores, <<las estrategias de afrontamiento constituyen herramientas o recursos que el sujeto desarrolla para hacer frente a demandas específicas, externas o internas. (Lazarus y Folkman, 1984).>> Esto se refiere a métodos para llegar al término de un afrontamiento causado por un conflicto, dichos términos pueden ser positivos o negativos para el individuo dependiendo de la forma en el que se halla llevado a cabo el afrontamiento.

Desarrollo

Como se mencionó anteriormente, Erich Fromm establece al amor como una capacidad en el ser humano para poder excluir las diferencias que lo separan de sus semejantes, sin afectar su individualidad, y de buscar el bien de los mismos sin excluir el suyo. Entender al amor de esta manera, desde un punto de vista altruista pero sin desatenderse a uno mismo, es fundamental para poder utilizarlo como un factor decisivo en la resolución de conflictos. Para esto es necesario implementar el amor en la búsqueda de solución del conflicto, es decir, el afrontamiento del mismo. Según Lazarus y Folkman el afrontamiento es definido como «aquellos procesos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo» (Lazarus y Folkman, 1986, pág. 164), esto se refiere a las conductas o posturas que se toman ante un conflicto para resolverlo. Lazarus y Folkman establecen que estas conductas van siempre dirigidas a la resolución del conflicto en cuestión, aunque dicha resolución no siempre es completamente satisfactoria para ambas partes. Para explicar esto de una mejor manera se presentarán los dos tipos generales de estrategias de afrontamientos de Lazarus y Folkman:

1. Estrategias de resolución de problemas: son aquellas directamente dirigidas a manejar o alterar el conflicto que está causando el malestar.
2. Estrategias de regulación emocional: son los métodos dirigidos a regular la respuesta emocional ante el conflicto.

Por ejemplo, ante una ruptura matrimonial, uno puede acudir a los abogados, llamar a amigos en búsqueda de soluciones, etc. (estrategias que van dirigidas a solucionar el problema), pero también cabe salir más de casa para no sentirse tan mal, intentar no pensar en los años pasados, etc. (estrategias dirigidas a aliviar el malestar que produce la situación). En este ejemplo se puede observar que la solución de conflictos conlleva manejar el conflicto y también la influencia que este tiene sobre las emociones del individuo. A veces, el empleo de una estrategia de solución de problemas tiene por sí misma repercusiones favorables en la regulación emocional. Por ejemplo, si alguien presenta una denuncia por observar basura en su barrio, esto puede ser una estrategia eficaz para solucionar el problema y, a la vez, reducir su ira o malestar. Pero puede suceder lo contrario. Por ejemplo, un adolescente discute con su padre acerca de cuál carrera estudiar, pues ambos tienen posturas diferentes sobre cual carrera sería mejor para él, después de discutir el padre le permite al chico estudiar al adolescente la carrera que quiere estudiar no sin antes hacerle saber qué está decepcionado de él, haciéndole sentir mal incluso si se le permite hacer lo que quería.  En este ejemplo se puede observar que aunque el conflicto se resuelve de manera propicia a favor del adolescente, este no logra sentirse completamente satisfecho por el resultado, pues el resultado le ha afectado de manera negativa emocionalmente. Esto indica que es importante saber afrontar de forma correcta los conflictos para que estos sean solucionados de forma satisfactoria y que no genere otros nuevos. Es aquí donde el concepto de amor de Erich Fromm toma fuerza para utilizarse en las estrategias de afrontamiento de conflictos, puesto que, según Lazarus y Folkman para llegar a la resolución de un conflicto se es necesario basar, ya sea, las acciones de un individuo en la estrategia enfocada a la resolución del problema o en la estrategia de regulación de emociones. Los cuales, como se denotó anteriormente, consisten en acciones diferentes entre cada tipo de estrategia, pero con una principal similitud, que es la forma en que ambas estrategias buscan solucionar el conflicto de manera individualista, puesto que ambas estrategias plantean que las acciones deben siempre beneficiar a una de las partes del conflicto para que esta logre su objetivo. Esto ocurre porque según Erich Fromm el humano es individualista por naturaleza y buscar su propio beneficio es entendible. Por esta razón es la que muchos conflictos terminan en una resolución que no satisface de manera plena a ninguna de las partes involucradas. Pero ¿por qué alguien debería pensar en los demás cuando intenta solucionar un conflicto que le afecta directamente? Porque ponerse en el lugar de las otras partes del conflicto permitiría optar una postura donde se puede tomar acciones donde la parte contraria del conflicto no se sienta completamente derrotada a fin de que no se generen más conflictos y a la vez se busque cumplir el objetivo propio. Para que esto ocurra es necesario entender a la parte contraria del conflicto y la posición emocional en la que se encuentra uno mismo dentro del conflicto. Una de las principales razones por las que un individuo no puede entenderse con sus semejantes es por las diferencias que remarca entre ellos.

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