Ensayo Tu hijo tu espejo.

TU HIJO, TU ESPEJO[pic 1]

Martha Alicia Chávez

Son muy diversas e interesantes las relaciones y dinámicas que pueden existir dentro de la relación de una madre o padre y un hijo, las cuales pueden estar caracterizadas por ya sea por enojo, rechazo, envidia, sobreprotección, frustración, egoísmo, entre otras emociones y reacciones, lo cual se genera a través del inconsciente y esconde grandes cosas que los padres se niegan a aceptar, ya que lo ven como algo terrible y que nunca pasaría porque el amor que sienten por sus hijos no les permite sentir tales cosas, lo cual es totalmente falso.

Todas las personas tenemos una parte oculta en nuestras vidas, la cual es llamada inconsciente, en esta parte guardamos todas esas ideas que no somos capaces de aceptar o que simplemente no estamos enterados de que están ahí, precisamente estas ideas son las que pueden generar el tipo de emociones que les da miedo a los padres descubrir o aceptar, ya que en muchos de los casos les causa vergüenza o frustración y que al ser guardadas o reprimidas pueden generar grandes problemas en la relación con sus hijos, por eso es tan importante conocerlas, aceptarlas y darles solución, de lo contrario será como una sombra que los seguirá por el resto de sus vidas.

Esta parte oculta de la relación de padres e hijos, se conforma por una variedad de sucesos de la vida de los padres las cuales son proyectadas de manera inconsciente en la vida de los hijos y que además se desconocen o se niegan.

La idea principal de la autora es que precisamente los hijos son un reflejo de los padres, ya sea para cosas positivas o para cosas negativas, simplemente el hijo reproduce todas aquellas partes que de forma consciente o inconsciente los padres le transmiten.

Según Chávez (2002) todos los padres lo hacen con sus hijos de cualquier edad, proyectar: “Proyectar tus propias expectativas de la vida, tus frustraciones, tus etapas de la infancia, o adolescencia donde dejaste conflictos sin resolver, tus <>, tus necesidades insatisfechas y también tus áreas de luz. Tal vez al leer esto tu primera reacción sea: <>, pero permíteme recordarte que simplemente no eres consciente de ello…” (p.21)

 En relación a esto último es real que muchos padres proyectan en sus hijos sus propias frustraciones e incluso se enojan fuertemente con ellos por no estudiar la carrera que el padre o la madre desean, por ejemplo, esto generalmente puede ser porque quieren que sus hijos hagan lo que ellos no pudieron hacer en su juventud, lo cual es un error muy grande, ya que los padres olvidan que el hecho de que sean sus hijos no quiere decir que sus vidas y sus futuros les pertenecen, sino que cada uno de ellos tienen el derecho de elegir libremente lo que quieren o no quieren hacer y de tomar sus propias decisiones, lo cual los padres ya tuvieron la oportunidad de hacer y que si en alguno de los casos tengan alguna situación inconclusa o exista un evento que logró marcarlos aún están a tiempo de resolverlo por si solos, o bien, de aprender a vivir con lo que tienen y con lo que han hecho, sin necesidad de atormentarse por el pasado, pero en ninguno de los casos es correcto que quieran solucionarlo por medio de sus hijos.

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