Ensayo capitulo 1 y 2 el rio viviente

Isaac Asimov (1919-1992), bioquímico de la universidad de Columbia que impactó en la ciencia

ficción por ser uno de los escritores más importantes de este género. Escribiendo libros como:

“Foundation” y “Robot”. Así mismo, es reconocido por sus escritos científicos, en los que

buscaba que el público general comprendiese la ciencia de una manera clara y elemental. Este

objetivo es evidenciado en el libro “El rio viviente. La fascinante historia del torrente sanguíneo”

en el cual se le permite al lector adentrase en el mundo de la sangre, y cómo esta es parte

fundamental e irremplazable en los organismos. Nos habla de su papel en el desarrollo de la vida

y transmite con entusiasmo el valor que se le debe dar a este preciado líquido. Por esto se resalta

que: “Es difícil imaginar otro líquido tan versátil y tan útil, un fluido que tenga tantos deberes y

tan diversos que realizar y que los haga también… No hay nada en el mundo como él.” (Asimov.

1984, p. 194).

Por lo que se refiere a el desarrollo de la vida en la tierra, surgen organismos unicelulares,

lo cuales, afectados por el paso del tiempo, la modificación de su entorno y la adaptación, se

convierten en organismos vegetales que evolucionan hasta ser animales. Estos últimos tenían una

gran ventaja al tener la capacidad de desplazarse y acumular energía, poblando cada vez más el

océano y aumentado paulatinamente el tamaño de los ejemplares.

La necesidad de que los nutrientes y el oxigeno llegasen a las células permite desarrollar

en los animales, órganos especializados, volviendo más eficientes sus sistemas. Sin embargo, aún

faltaba un paso evolutivo primordial que obligaría a cambiar los cuerpos y la forma en que estos

funcionaban: el paso a la superficie terrestre.

Por casusa de dicho proceso, se desarrollaron órganos como los pulmones y la sangre se

transformó en un líquido indispensable para la vida, en el cual se han llevado a cabo

innumerables cantidades de procesos vitales que permite reacciones químicas, particularmente

por su condición acuosa que nos permite evidenciar un vestigio del océano en los animales.

También, se transportan sustancias que brindan versatilidad química en los organismos. Cabe

resaltar que el oxígeno se convierte en la sustancia primordial de la que depende la

supervivencia.

Por lo que se refiere a mamíferos placentarios, tienen una respiración pulmonar, es decir,

que inhalar aire les permite la llegada de oxigeno a los pulmones ubicados en la cavidad torácica,

incluso los acuáticos como las ballenas.

Por lo que se refiere al proceso de ingreso de oxigeno al cuerpo y la compleja tarea de

que llegue a cada célula para que no muera, es bastante complejo. Esto es lo que motiva a

desarrollar un sofisticado sistema respiratorio que será fundamental para cada centímetro del

cuerpo. El sistema respiratorio tiene un particular vínculo con el circulatorio, ya que la sangre

será la encargada de que el oxígeno llegue a todas partes.

La respiración comienza por la inhalación de oxigeno que ingresa a través de las fosas

nasales y la boca, pasa a la tráquea donde se encontrará con los bronquios que se dividirán en dos

para que cada parte llegue a un pulmón. Ya en estos se ramifican y cada rama termina con un

alveolo; estas “esponjas” son bastante pequeñas, pero tienen una capa interna fundamental que

nos permitirá absorber el oxígeno. Dicha capa es una membrana semipermeable que realiza el

proceso de difusión al permitir que pasen las moléculas a través de ella. En otras palabras, el aire

ingresa y pasa por los órganos mencionados hasta llegar a los alveolos, donde el oxígeno

atraviesa esa capa interna y se encuentra con otro recubrimiento que corresponde a los capilares,

al ser traspasadas estas capas, se encontraran con el torrente sanguíneo que transportara el

oxígeno.

Para generar una idea de qué proporción de oxígenos se absorbe en cada respiración, los

humanos, por ejemplo, ingresan 100 cm³ en cada respiración, pero solo las moléculas de oxígeno

que están más cercanas a la capa semipermeable de los alveolos logran atravesarla por lo que

solo 20 cm³ de oxígeno siguen el proceso.

No obstante, esta información genera una cuestión fundamental: ¿Cómo la sangre puede

recoger

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