Informe "cuento Viejo "

Intenciones comunicativas

Informativa: huyendo en su tiempo de la peste negra varias personas nobles y cultas _ nos dice boccaccio, se reunieron en una finca próxima a Florencia y entretuvieron ahí.

Huyendo de esta nueva plaga que en verano aflige a europa: la agobiante multitud turística unos pocos amigos aficionados a las letras nos hemos reunido para charlar en las noches.

Apelativa: ordeno a la muchacha para que citara al galancete para acogerlo en su cama, a la media noche.

Llévelo ahora mismo; y para que no me apene impida que venga a despedirse de mí.

Persuasiva: pasado los años su hijo mando recado de que deseaba regresar a casa al cual ella se negó, temiendo recaer en el mal del que se avía recuperado; pero antes la insistencia del joven soldado, y , no teniendo pretexto alguno para impedirle el regreso le puso como condición que regresara casado y que para elegir no atendiera razones de fortuna lo importante era que se amasen mucho

Advertencia: la desprevenida damisela, quien, viéndose apurada, termino por darse cuenta a su señora de lo que pasaba. ¿Cómo iba la piadosa madre a creer cosa tan fea de su tierna criatura? Más bien pensó que todo era una calumnia envidiosa de la criada. Pero como esta insistiera y la apremiara con sus quejas dispuso prudentemente: lo vamos a veraguar lo que haya de cierto en eso que me cuentas. Si es verdad, lo castigare como merece; pero si tu acusación resulta falsa serás tu quien reciba el castigo.

Características psicológicas de cada uno de los personajes

Mama: pues pienso que es flaca bonita, un poco gordita, chaparra y con los ojos verdes caballo lacio, largo color negro

Hijo: alto, moreno claro, flaco, con ojos color miel, guapo, fuerte, cabello lacio y color café oscuro

Hija: estatura media, güera, con ojos café oscuro, flaco y con bonito cuerpo, cabello corto y color castaño oscuro

Criada: un poco gordita, güera, más o menos alta, ojos color negro, su cabello lacio, largo y color negro

Preceptor: me lo imagino gordo, alto, buena onda, ojos azules, y cabello chino color Cataño claro

Tío: color de piel moreno un poco malo un poco chaparro con ojos color cafés claros, buena gente y honesto

Trama: huyendo también nosotros de esa nueva plaga que en verano aflige a Europa: la agobiante multitud turística, unos pocos amigos, aficionados a las letras nos hemos reunido para charlar por las noches en el desierto Madrid estival; y durante esas desmayadas conversaciones nuestras alguien invoco aquellos incidentes para sugerir por qué no aviamos de seguir nosotros el ejemplo de tan distinguidos precursores.la iniciativa fue aceptada; pero, menos imaginativos o mas perezosos, decimos en fin limitamos a recontar una u otra de aquellas viejas historias envés de arriesgarnos, refiriendo las anécdotas de nuestros prójimos a incurrir en el chisme maldiciente.

Cuando llego mi turno, obte por hacer con palabras propias la nouvelle numero treinta del heptameron advertí que en atención del extirpen de la dama que protagoniza el relato se había obtenido la reina margarita de consignar su nombre, y solo nos informa de que, habiendo quedado viuda muy joven la señora y madre de un hijo único, resulto piadosamente tanto por el duelo debido a su difunto esposo como por amor al niño, no volver a casarse. Así, pues, se recluyo en una vida devota que la preservarse de cualquier tentación.

Llegado el muchacho alos siete años su madre le puso un preceptor sabio y discreto; pero, pasados otro siete años y cuando se acercaba ya alos quince de su edad, la naturaleza, que es una maestra muy secreta ayeando bien nutrido y sobrado de tiempo, le enseño una lección muy diferente de las que aprendía con su preceptor . Comenzó el chico a fijarse en las cosas bellas y apetecerlas; entre otras en una dama que dormía en la cámara de su madre y de teniéndole todos por un niño no cuidaba mucho de cubrir sus formas en fin el fogoso jovencito empezó a sedear siempre que se le separaba ocasión ala desprevenida damisela, quien, viéndose apurada, termino por dar cuenta a su señora de lo que pasaba. Y ¿Cómo iba la piadosa madre a creer cosa tan fea de su tierna criatura? Más bien creyó que era una calumnia de envidiosa criada

Nudo: pero como esto insistiera y la apremiara sus quejas dispuso prudentemente :<< vamos a averiguar lo que allá de cierto de lo que me cuentas. Si es verdad, le castigare como se merece pero si tu acusación resulta falsa, seas tú quien recibas el castigo. Y para salir de dudas ordeno a la muchacha que citara al galancete para acogerlo en su cama ala media noche .obedeció ella y le dio cita; pero a la hora de acostarse, la señora se puso en lugar de su doncella y ahí aguardo, _ si es que la acusación salía cierta _de castigar al hijo de manera tal que se le quitaran las ganas de acostarse nunca más con mujer alguna.

Por supuesto, el muchacho acudió puntual a la cita y se metió atientas a la cama donde su progenitora esperaba; lo cual, aun viendo llegar tan diligente, no podía creerse todavía que su niño intentara llegara a cabo tal fechoría. Llena de cólera, se mantuvo, pues, en silencio hasta verse asegurado de que el no buscaba tan solo inocentes caricias sino que se proponía pasar a mayores e ir a fondo pero ¡Hay!, la maternal paciencia fue tan larga y la naturaleza de la mujer tan frágil que su cólera se transformo poco a poco en un placer abominable.

Esa noche quedaría preñada de aquel quien ella quiso impedir que preñara a otras.

Desenlace: llagado la mañana, llamo al preceptor del muchacho y le dijo: <<el niño ya se ha hecho hombre y debe salir al mundo quiero que se aliste a la compañía del capitán señor de montes son, mi primo, al otro lado de los montes. Llévelo ahora mismo; y para que yo no me apene evite que se despedirse de mi>>. El joven marcho muy contento, pues tras de a ver gozado a su amiga lo que más deseaba es ir a la guerra.

Aquella gran dama con forme su preñes avanzaba fingió estar enferma para vestir manto que cubriera su deformidad y se refugió por ultimo en la casa de su pariente zullo, a quien confío su desgracia aunque sin detallar lo ocurrido y declararle quien había sido el autor del hecho. Allí dio a luz a una niña hermosa que hubo de criarse en el campo mientras que la desventurada señora se entregaba a las prácticas más austeras, entre ayunos, disciplinas y cilicios.

Pasado los años, su hijo le mando recado de que deseaba volver a casa, a

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