LAS NUEVAS CORRIENTES EDUCATIVAS EN EL MUNDO

Profesionalización docente y escuela pública 1940 a 1994

Tema 1. Las nuevas corrientes educativas en el mundo

Elementos que conforman las nuevas concepciones mundiales sobre educación, escuela pública, los proyectos de formación docente y el ejercicio profesional del maestro.

En 1970 Alvin Toffler escribió en El Shock del futuro que (lo que hoy pasa por educación, incluso en nuestras “mejores” escuelas y colegios es un anacronismo sin esperanza… nuestras escuelas miran hacia atrás, hacia un sistema que muere, en lugar de mirar hacia adelante, hacia la nueva sociedad que emerge).

Ni la posición radical, ni la conservadora, pueden ofrecer una solución a los problemas actuales; no nos parece factible desarrollar una alternativa radical en el proceso educativo per se; debemos continuar desarrollando estrategias de enseñanza y aprendizaje, en especial en cuanto se lleven a cabo avances electrónicos.

El currículum continuará respondiendo a cambios en las necesidades y en los conocimientos: debemos continuar mejorando todos los aspectos de la administración, evaluación estudiantil y sistemas de apoyo. Sin embargo, a través de todos estos cambios, el proceso educativo debe retener su objetivo principal desde que empezó la sociedad, a saber, la humanización de cada nueva generación.

La educación retiene, como objetivo principal, la utópica aspiración de producir personas genuinamente humanas; de hecho, la tarea actual, por difícil que sea, es encontrar un camino a seguir en educación, no en versiones “alternativas” en negativo, sino en una única y positiva concepción que ha de surgir de la unión de diversos intereses mundiales, entusiasmos y acciones dispares.

La búsqueda de mejoras genuinas en educación debe estar entre los límites de nuestra experiencia en cuanto la llevamos a centrarse en los problemas de un mundo, que nace: hacerlo así es científico en el mejor sentido de la palabra, ya que es únicamente la experiencia la que procura los datos para la formulación de hipótesis. Los problemas se aceleraron en el siglo XIX, cuando las condiciones que debían llevar a una vida social más completa para todos, se derrumbaron por la polarización de la sociedad industrial.

El problema puede describirse como una alineación universal, Marx creía que la alienación procede de la separación del trabajador del producto de su trabajo; en el siglo XX estamos alienados porque el enfoque del holismo natural se derrumbó, y el subsiguiente avance social y educativo fue dominado por el enfoque positivista y explorador.

La verdadera educación debe tratar de realizar el objetivo holista en cada persona, y eliminar, en la medida de lo posible, las fuentes de alienación. La vida debe ser mantenida como una continuidad entre todos y con el entorno, dándonos cuenta de que el bien máximo es buscar nuestra realización, la propia y de la los semejantes, como parte de un esfuerzo unificado y colectivo.

La concepción holista, desde luego, nos obliga también a profundos logros morales, la unidad del hombre significa el reconocimiento de los problemas del analfabetismo, la pobreza, la miseria, el subdesarrollo y la tiranía en todo el globo, que fueron las preocupaciones originales que motivaron la fundación de la UNESCO en 1946.

Evidente, la fundación de la teoría educativa es ir más allá de lo inmediato y local, a un punto de vista más amplio y sinóptico de nuestros logros y limitaciones, con el propósito más significativo de encontrar un modelo prometedor para el futuro, para efectuar, por así decirlo, la revolución conceptual con su cambio de racionalidad de lo económico a lo cultural, que está generado nuestro tiempo.

La teoría y práctica educativas de los pasados veinticinco años, aproximadamente muestran que, ha habido en todo el mundo un reconocimiento universal de la necesidad de reconceptualización de la educación.

El progresismo educativo de este siglo ha dado ya un gran paso reconociendo a la naturaleza en el hombre, lo que llevó a avances humanos importantes en educación, cuando buscaba incluir la propia naturaleza en desarrollo del niño en los intereses de la realización orgánica. No se consiguió, darse cuenta de que la humanidad está en la naturaleza, y que cualquier intento de separación es artificial y desastroso, tanto para el medio ambiente como para la humanidad.

Las versiones actuales del progresismo europeo, ejemplificado en el pensamiento de Montessori y Piaget, en un enfoque que buscan una más amplia humanización de la humanidad. El trabajo futuro estriba en superar las doctrinas persistentes y destructivas del capitalismo industrial decimonónico, con su teoría de la mente sobre la naturaleza, del mundo exterior como objeto de explotación humana, con la correlación obligada de que otras personas también se convierten en objeto de explotación, y esto lo hemos visto suceder a escala global.

El camino a seguir es, seguramente, completar la visión de Robert Owen del “nuevo mundo moral”, reconstruido hoy sobre la base del reconocimiento de la totalidad de la humanidad como parte de la naturaleza, y así, desarrollar una nueva teoría unitaria del conocimiento y la moral con el objetivo de, producir un mundo genuinamente humano.

Hace años que el mundo occidental se levantan autorizadas voces para alertar sobre una crisis de la educación y de la escuela.

La escuela tradicional fue puesta en duda por los movimientos de la escuela activa; los mismos que apoyan el papel del maestro, problematizan su misión y demandan una radical variación en su papel.

Las innovaciones tecnológicas y la democratización de la enseñanza han convulsionado la educación sistematizada.

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