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LIBROS DEL SEMINARIO PRÁCTICO DE TEORÍA SOCIOLÓGICA CONTEMPORÁNEA


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2017  •  Resumen  •  13.196 Palabras (53 Páginas)  •  252 Visitas

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LIBROS DEL SEMINARIO PRÁCTICO DE TEORÍA SOCIOLÓGICA CONTEMPORÁNEA

Universidad Complutense de Madrid

Facultad de Ciencias Políticas y Sociología

Grado de Sociología

Profesor: Mario Domínguez Sánchez-Pinilla

GRUPO 2.4 / Curso Académico: 2016-17

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EL PENSAMIENTO SALVAJE (1962)

CLAUDE LEVI-STRAUSS

Levi Strauss, en este libro, quiere demostrar como las estructuras elementales del espíritu humano son expresión de una estructura que permanece inconsciente para los individuos. Es decir, el sistema entero del conocimiento humano, cobra el carácter de un sistema cerrado. El supuesto “pensamiento primitivo” emplea las mismas reglas estructurales que el pensamiento científico moderno.

En contra de lo que afirman las tesis de la antropología tradicional, las sociedades primitivas no tienen un pensamiento menos elaborado que las occidentales, sino que es lógico en el mismo sentido y de la misma manera que el nuestro. Sería egocéntrico e ingenuo opinar lo contrario.

Los sistemas de clasificación de las sociedades “primitivas” son iguales que los nuestros. Toda explicación científica corresponde siempre a un ordenamiento y toda clasificación es superior al caos; por tanto, la función de esta taxonomía es poner orden al universo.

El autor denomina totemismo a todo este proceso de clasificación. Las clasificaciones totémicas no solo son concebidas, sino vividas, por ello, cada civilización tiende a sobrestimar la orientación objetiva de su pensamiento, y es porque nunca está ausente. Constituyen, para las sociedades que las han elaborado o adoptado, códigos que permiten transmitir mensajes traducibles en los términos de otros códigos y de expresar en su propio sistema los mensajes recibidos por el canal de códigos diferentes.

El totemismo, sin embargo, no sólo establece reglas de compatibilidad y de incompatibilidad entre signos, sino que funda una ética y prescribe o prohíbe conductas. Por una parte, con prohibiciones alimenticias, y, por otra parte, con reglas de exogamia. Para entenderlo mejor, Strauss cita algunos ejemplos:

Tanto entre los tikopia de oceania como entre los nuer del África, el marido se abstiene de consumir los animales o plantas prohibidas a su mujer, por la razón de que el alimento ingerido contribuye a la formación del esperma: si el hombre obrara de otra manera, en el momento del coito introduciría en el cuerpo de su mujer el alimento prohibido.

Por el contrario, los fang, hacen un razonamiento inverso: prohíben el interior de los colmillos de elefante porque el pene podría volverse flácido. Por consideración a su marido, una mujer observa también esta prohibición, pues sino podría debilitarlo durante el coito.

Estos ejemplos paralelos, además, ¡lustran la analogía que, en todo el mundo, el pensamiento humano parece concebir entre el acto de copular y el de comer, hasta tal punto que gran número de lenguas lo designan con la misma palabra. En lengua yoruba, “comer” y “casarse” se expresan con un verbo único. Del mismo modo, en francés, el verbo “consumar”, se emplea para el matrimonio y para la comida.

El totemismo es un sistema de referencias, de interpretación y de clasificación. Son códigos mejor o peor hechos, pero con vistas a expresar sentidos.

No existen sociedades humanas que no hayan hecho un inventario muy desarrollado de su medio zoológico y botánico, y que no lo hayan descrito en términos específicos. Cada sociedad ordenada clasifica, necesariamente, no sólo a sus miembros humanos, sino también a los objetos y a los seres de la naturaleza.

En un gran número de sociedades, los nombres propios se forman de la misma manera con que las ciencias naturales forman los nombres de especies. Los nombres propios constituyen, pues, la franja de un sistema general de clasificación. Las denominaciones individuales, por tanto, provienen del mismo sistema que las denominaciones colectivas. Con ayuda de transformaciones, se puede pasar, de la perspectiva individual a categorías más generales.

Levi Strauss plantea la noción de especie de dos maneras: considerada aisladamente, es una colección de individuos; y, por relación a otra especie, es un sistema de definiciones. La noción de especie permite, pues, pasar de la unidad de una multiplicidad a la diversidad de una unidad. Los hanunóo, del sur de las Filipinas, dividen el universo en seres que pueden ser o no nombrados. Clasifican su universo local en más de 1800 taxa, siendo que los botánicos dividen la misma flora - en términos de especie - en menos de 1300 taxa definidos desde un punto de vista científico. Asimismo, como el individuo es una parte del grupo, el nombre individual es una parte de la denominación colectiva. En consecuencia, el nombre propio se forma destotalizando a la especie, y tomando un aspecto particular.

Levi Strauss descubre que, en muchas sociedades, los nombres propios de los lugares y los individuos pueden sustituirse unos por otros. Por ejemplo, dentro de los yurok de California, cada casta tiene un nombre y los nombres de lugares sustituyen a los nombres personales.

Los nombres de los bororo del Brasil no están reservados a los seres humanos, porque se les da también a las colinas, ríos, bosques, manantiales, zarzas y árboles aislados.

Por otra parte, las tribus australianas del río Drysdale, al norte del Kimberley, dividen las relaciones del parentesco en cinco categorías nombradas según una parte del cuerpo o un músculo. Como está prohibido interrogar a un desconocido, este último anuncia su parentesco moviendo el músculo correspondiente.

Casi todas las sociedades forman sus nombres propios a partir de las denominaciones ciánicas. De los sauk se dice que sus nombres propios guardan siempre relación con el animal ciánico: ya sea porque se menciona expresamente, ya sea porque evocan un hábito o una cualidad característica.

Los nombres propios de los wik munkan se derivan también de los tótems respectivos. Ya sea, para los hombres cuyo tótem es el pez barramundi que se pesca con lanza: El-barramundi-nada-en-el-agua-y-ve-a-un-hombre.El-barramundi-mueve-la-cola-al-nadar-alrededor-de-sus-huevos. Y, para las mujeres, cuyo tótem es el cangrejo: El-cangrejo-tiene-huevos, La-marea- arrastra-a-los-cangrejos. Todo tiene relación con el tótem.

No obstante, las costumbres y los procedimientos que se acaba de mencionar no se encuentran en todas las sociedades exóticas. Los iroqueses tienen un sistema de nombres propios totalmente distinto. Sus nombres están formados por un verbo y por un sustantivo incorporado, o por un sustantivo seguido de un adjetivo: En-el-centro-del-cielo, Él-levanta-el-cielo, etc.; Flor-colgante, Flor- hermosa, etc. No existe ninguna referencia al animal epónimo.

El procedimiento es muy diferente también en los nombres personales nyoro que expresan el “estado de ánimo” del o de los parientes que se lo dan al niño.

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