La Crisis Ninja
Enviado por gordi1224 • 18 de Mayo de 2013 • 4.340 Palabras (18 Páginas) • 635 Visitas
LA CRISIS NINJA Y OTROS MISTERIOS DE LA ECONOMÍA ACTUAL. (Leopoldo Abadía).
Capítulo 1: De Illinois a San Quirico. La crisis Ninja.
Leopoldo nos cuenta en el primer capítulo que tiene una casa en San Quirico, cerca de Barcelona. Ésta tenía que tener muchas camas y así fue, está formada por 25 camas y 7 cuartos de baños. Es una casa a la que todo el mundo tiene aprecio, ya que todos traen algo para decorarla. En esta, al principio solo se iba en vacaciones, pero ahora, casi todos los fines de semana.
San Quirico está a 700 metros de altura, está formado por una calle y una plaza. Aquí, se conoce todo el mundo y el cura, pidió que a estas dos cosas se les pusiera un nombre que no tuvieran que cambiar, ya que hace años se llamaban “José Antonio Primo de Rivera” y “del Generalísimo Franco” respectivamente. Aquí, podemos encontrar pocas cosas, ni caja de ahorros hay, pero como hay un pueblo cerca, allí van a por las cosas más necesarias.
Ésta es una casa que siempre está llena, a veces, incluso de gente que no conocen, ya que sus hijos y nietos también llevan a amigos. Aquí al principio no tenían nada, pero ahora se llevan el ordenador y todo para seguir trabajando tranquilamente. La casa también está acompañada por un perro, Helmut, y además, se encuentra la mayor parte del tiempo allí un petirrojo, que como dejan la puerta abierta entra como si fuera su casa.
En este pueblo vive un gran amigo de éste que tiene una pequeña empresa en el pueblo del al lado. Un día después de misa se lo encontró y le dijo que tenía que hablar con él, ya que estaba preocupado por las cosas que salían en los periódicos y que apenas las entendía. El lunes, sin poder esperar más, este volvió a llamarlo diciéndole que si todo era verdad, Leopoldo que no podía hablar más le cito el sábado para desayunar. Cuenta Leopoldo que todo esto lo explicó él en un libro de notas, que nunca había pensado en publicar en el que iba copiando, pegando y modificando todas las cosas que le iban interesando. Nunca tenía pensado publicarlo ya que él no se dedicaba a esto, el era ingeniero técnico y solamente hizo un año de económicas. Esta segunda tuvo que dejarla porque su padre murió y no podía permitirse tanto. Este libro es el llamado “La crisis ninja”, donde explica punto por punto todas las cosas importantes que iban ocurriendo. Aquí engloba desde que en 2001 tuvo lugar la explosión de la burbuja internet hasta que en 2007 los banco se iban quedando sin dinero y no daban créditos, ni hipotecas ni nada.
Todo esto, fue lo que le dejo a su amigo que estuvo toda la semana dándole vueltas hasta el desayuno del sábado.
Capitulo 2: Desayunos y servilletas. A la búsqueda de un modelo.
Después de la larga semana, llegó el sábado y, como de costumbre, fueron a desayunar al mismo sitio de siempre que hacen unos bocadillos muy buenos de jamón ibérico. Además, este sabe que pedir, ya que vive por esa zona.
De este sitio se van a las 12, porque dice que tienen que trabajar. Además, todo lo que hablan lo escriben en servilletas (otro amigo dice, incluso, que las tiene encuadernadas). Leopoldo incluye que este libro, está casi sacado de esas servilletas.
Cuando el amigo llega se le ve muy enfadado y con los documentos muy arrugados, como este quería tranquilizarle, pensó en no hablarle de la crisis, ya que así los dos se despejaban. Ese día quería hablarle de su amigo el embajador.
Una vez fue a Bruselas con su amigo Antonio el primer director de IESE, éste, era amigo de Alberto Ullastre, el embajador. Todo esto sucedió cuando aún no era embajador, éste, Alberto, vivía en el hotel Amigo. Estos tres fueron a cenar, y su amigo le dijo que según iba pasando la noche, éste, discurría mejor. En la cena, le contó sus problemas con el embajador israelí y al terminar, volvieron juntos al hotel. Cuando Leopoldo estaba solo con Antonio le dijo que el embajador sabía mucho, Antonio le dijo que sí, pero lo que pasaba era que tenía un modelo en la cabeza, es decir, que sabía cómo debía actuar en cada momento y que debía decir.
Desde ese momento, este lucho por tener un modelo, ya que las personas que lo tienen discurren mejor o, al menos, más ordenadamente.
Después de darle esta charla, le pregunto a su amigo que si él tenía algún modelo para seguir en su empresa o algo, le comento que era bastante bueno y que le serviría para no tomar decisiones al tuntún. Eso le ocupó todo el desayuno. Estos se fueron y al momento ya le estaba llamando. Leopoldo se quedo asombrado, ya que hacía muy poco que se habían visto, pero bueno, solo era para saber el significado de algunas anotaciones de las servilletas.
Pronto pasó la semana, y este llegó contento porque había entendido lo del modelo lo de la cuenta de resultado.
De nuevo, Leopoldo le habló de otro amigo, de Juan Antonio. Éste fue un buen amigo y para sus hijos, un tío. Este hombre, también tenía un modelo, pero un modelo de persona. Y al igual que el embajador, cuando cenabas con él, según pasaba la noche, hablaba de mejores temas. Había días en los que tenían incluso que echarla y, aún así, al día siguiente iba muy fresco al trabajo. Gran parte del desayuno fue, de nuevo, hablada de modelos, pero la otra parte hablaron de que antiguamente cuando pasaban las cosas no se enteraba nadie, sin embargo, hoy en día, se entera todo el mundo, además, lo sufren.
Hoy, el desayuno era entretenido, y además, éste, lo estaba entendiendo todo. Decía que los que sabían mucho debían hablar para los que sabían poco, así, los entenderías y no para los que saben mucho. Aparte de debatir este tema, Leopoldo le explicó que para que todo se entendiera debían llamar a las cosas por su nombre y hablar claro.
Así concluyo la mañana ya que las doce marcaban en el reloj. Hoy, de forma picaresca, su amigo al irse le dijo que no lo molestase que hoy tenía él que plantear un modelo.
Capítulo 3: La globalización y los conspiradores. La libertad.
Su amigo de San Quirico estaba asombrado con todo lo que contaba, le dijo que tenía que seguir hablando otros días y que si escribía más que se lo mandara. Este lo hacía, siguió mandándole el informe Ninja. Cuando éste lo recibió no le gusto mucho esa segunda parte de la crisis Ninja, decía que hubiera o no conspiraciones globales todas tienen derecho a ser libres y deben ser dueños de su destino.
Este iba a bajar a Barcelona con lo que hizo, Leopoldo, un desayuno a tres bandas, ya que también iba un amigo de allí. Hablaron de la conspiración y este pensó en ampliar su modelo, es decir, para hacerlo más global. Todo esto le llevó a discurrir, es decir, reflexionar, sobre la globalización
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