La Parcela.
Enviado por Ceci Pereyra • 29 de Febrero de 2016 • Ensayo • 1.351 Palabras (6 Páginas) • 437 Visitas
PEREYRA HUERTA CECILIA[pic 1]
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10/02/2016
Reporte lectura
LA PARCELA
La Parcela es una novela del autor José López Portillo que habla acerca el conflicto entre dos hacendados de un pueblo llamado Citala, Miguel Díaz y Pedro Ruiz, un conflicto originado por la pertenencia legitima de una parcela llamada “El monte de los pericos”. Esta novela a lo largo de sus páginas muestra clases rurales así como varias relaciones de sentimientos negativos y poder: entre ambos hacendados, entre caporales y peones, y entre padres e hijos; originadas a partir del problema de la propiedad de la parcela.
Los personajes principales en esta novela son los dos hacendados que son compadres y en un tiempo fueron buenos amigos hasta que Miguel Díaz movido por la avaricia y la envidia reclama como suyas las tierras del “El monte de los pericos” para después invadirlas y tomarlas como de su propiedad. Este personaje es descrito como alguien vanidoso, siempre bien arreglado y la última moda pero “tenía, en fin, Don Miguel un aspecto avasallador, callado era verdaderamente majestuoso; pero visto por su parte síquica, era un pobre hombre, que no alcanzaba más allá de sus narices.”1 Era una persona ignorante, que no se detenía a reflexionar ni a analizar nada y juzgaba que era suficiente usar “…armas para derrotar a los más hábiles en la batalla de los negocios”.2
El otro hacendado es llamado Pedro Ruíz, un hombre muy humilde, y aunque sin educación se muestra como un hombre muy reflexivo y de buen juicio, de un corazón muy noble, que logró ascender de posición económica hasta llegar a ser una de las personas más ricas de Citala. Proveniente de familia indígena posee los rasgos característicos de un indio. Y como muchas otras personas, en especial gente rústica, él siempre deseaba lo mejor para su único hijo, Gonzalo, como muy bien se describe en la novela: “siente anhelo vivísimo de que sus descendientes salgan de la penumbra intelectual y social en la que él se ha agitado, y florezcan en esfera más brillante y prestigiosa, esperando de ellos, consejo y fortaleza.”3 Su
- LÓPEZ PORTILLO, Jóse. “La Parcela”. Pág. 20
- IBIDEM. Pág. 20
- IBID. Pág. 27
relación con su hijo es de poder, pero también de mutuo afecto y respeto, el cual los dos se muestran en gran medida.
Al principio Pedro Ruiz se muestra confundido por la conducta de su compadre Miguel y siempre trata de que este olvide el tema de su enojo, y trata de solucionar el problema de un modo pacífico, siempre evitando toda violencia y enojo, después de las insistencias de don Miguel para seguir con modos pacíficos muestra documentos que avalan su propiedad del “Monte de los Pericos”, e interpone recursos legales.
Esta situación de muestra de poder, de conflictos no sólo afecta a los dos hombres principales sino también a toda su familia, a sus trabajadores, y a los servidores públicos, pero ¿por qué?, ¿es acaso necesario todo esto?, ¿tan sólo por algo material?, como dice Gonzalo “es triste que se rompa la buena amistad que han tenido tú y don Miguel por tantos años. Y mucho más por eso. ¡Que vale el Monte¡”4 Pero en esa época, hay entre las clases rurales una gran pasión que las domina y las avasalla, que las hace trabajar y los empuja a luchar: el amor al suelo, a la tierra.
Esta novela se limita solo a la vida de los terratenientes, de los hacendados de una manera más profunda y no va más allá en la vida de los campesinos, mostrándonos un panorama general del campo. Claro que al ser una novela realista no deja de lado las descripciones detalladas para que la imaginación no entre a cubrir los huecos de aquello que no fue descrito. Cuenta con características como: la prosopografía que es la descripción de la apariencia o de los rasgos externos de una persona; cada personaje relevante es descrito con exactitud siendo a mi parecer la descripción más detallada y hermosa la de Ramona, la hija de Díaz y amada de Gonzalo, “sus mejillas brillantes con los colores de la salud y de la vida, tenían la deliciosa curvatura de la adolescencia, y mostraban cerca de la boca tembladores y fugaces hoyuelos, que arroyaban a la vista. En su boca fresca, pequeña y de color grana, vagaba dulce sonrisa..”5
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