La Practica De La Inteligencia Emocional

La Practica de la Inteligencia Emocional

Luego de diversos estudios, Goleman revela las aptitudes que definen a los profesionales mas competentes. Indica que desde los puestos de trabajo mas modestos hasta los altos cargos directivos, el factor determiante no es ni el cociente intelectual, ni los diplomas universitarios, ni la pericia tecnica: es la inteligencia emocional.

Autoconciencia, autoestima, autocontrol, empatia, dedicacion, integridad, habilidad para comunicar, pericia para iniciar y aceptar cambios: estas son las competencias mas relevantes en el ambito laboral, demuestra Goleman.

Sostiene ademas, que los profesionales mas brillantes destacan no solo por sus logros personales, sino por su capacidad para trabajar en equipo, para maximizar la produccion del grupo.

En la actualidad no sólo se nos juzga por lo más o menos inteligentes que podamos ser ni por nuestra formación o experiencia, sino también por el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos o con los demás.

Nos contratan por aptitudes, nos despiden por actitudes.

La inteligencia emocional es el uso inteligente de las emociones con el fin de que nos ayude a guiar nuestro comportamiento.

La Inteligencia Emocional no significa ser amable.

La Inteligencia emocional no debe dar rienda suelta a nuestros sentimientos

ni dejar al descubierto todas nuestras intimidades.

Hoy en día la globalización de la fuerza de trabajo obliga a los países más desarrollados a prestar una atención especial a la inteligencia emocional. La gente esta comenzando a comprender que el éxito depende de mas factores que la mera capacidad intelectual o la destreza tecnica y que, para poder sobrevivir en un mercado laboral cada vez mas turbulento se requieren otros tipos de habilidades.

Cada vez es mayor el numero de empresarios que se quejan de la falta de aptitudes sociales de los nuevos trabajadores. Los empresarios hoy día buscan habilidades como:

• Capacidad de escuchar y de comunicarse verbalmente.

• Adaptabilidad y capacidad de dar una respuesta creativa ante los contratiempos y obstaculos.

• Capacidad de controlarse a sí mismo, confianza, motivación para trabajar en la consecución de determinados objetivos, sensación de querer abrirse un camino y sentirse orgulloso de los logros conseguidos.

• Eficacia grupal e interpersonal, cooperación, capacidad de trabajar en equipo y habilidad para negociar las disputas.

• Iniciativa.

• Capacidad de comunicación.

Desde una nueva perspectiva, para medir la excelencia, una "competencia" es un rasgo personal o un conjunto de hábitos que llevan a un desempeño laboral superior o más eficaz o, por decirlo de otro modo, una habilidad que aumenta el valor económico del esfuerzo que una persona realiza en el mundo laboral.

La excelencia depende más de las competencias emocionales que de las capacidades cognitivas.

Para alcanzar el éxito se requiere tener las habilidades sociales o habilidades blandas muy desarrolladas. Las habilidades blandas deben estar integradas con las habilidades duras para lograr excelencia en "los haceres".

Un individuo que tiene desarrolladas sus habilidades duras al máximo, pero que no es capaz de integrarse, comunicarse adecuadamente con otros, tomar la iniciativa, de ser líder y asertivo y de involucrarse dentro de un núcleo o sociedad, difícilmente alcanzará el éxito en sus propósitos.

Independientemente de cual sea nuestro potencial intelectual, es la pericia la que nos capacita para desempeñar adecuadamente un determinado trabajo.

La pericia es, en gran medida, una combinación entre el sentido común y los conocimientos y habilidades concretos necesarios para desempeñar adecuadamente un trabajo.

Aunque la pericia, la experiencia y el CI tengan son importancia, son otros los factores que determinan la excelencia.

Una de las capacidades adquiridas basada en la inteligencia emocional que da lugar a un desempeño laboral sobresaliente es la competencia emocional .

Las competencias emocionales resultan especialmente impor¬tantes en el campo del liderazgo, que apunta a lograr que las per¬sonas lleven a cabo su trabajo del modo más eficaz posible.

La diferencia entre el éxito y el fracaso esta en el factor emocional.

Las emociones son estados animicos que manifiestan una gran actividad organica, que se refleja en los comportamientos externos e internos.

Dentro de las competencias emocionales estan:

La competencia personal: determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos, es decir, conciencia de uno mismo, autorregulacion y motivacion.

La conciencia de uno mismo es reconocer nuestras emociones y sus efectos.

Para esto debemos conocer:

• Nuestra conciencia emocial, es decir, reconocer las propias emociones y efectos.

• Valoracion adecuada de uno mismo: conocer nuestros recursos, capacidades y limitaciones interna.

• Confianza en uno mismo: sentirnos seguros en la valoracion que nos hacemos y nuetras capacidades

La autoregulacion, que es el control de los impulsos y la capacidad de hacer frente a los contratiempos y es ademas el nucleo esencial de:

1. El autocontrol: gestionar adeacuadamente nuestras emociones y nuestros impulsos conflictivos.

2. La confiabilidad: ser honesto y sincero

3. Integridad: cumplir responsablemente con nuestras obligaciones.

4. Adaptabilidad: afrontar los cambios y los nuevos desafios con la adecuada flexibilidad.

5. Innovacion: permanecer abierto a nuevas ideas, perspectivas e informacion.

La motivacion, lo que nos moviliza. hay un refran en la india que dice “lo unico que ve un ladron cuando tropieza con un santo son sus bolsillos”. Porque el hecho es que nuestros motivos determinan como vemos el mundo, ya que la atencion es selectiva y lo que mas nos importa es aquello a lo que atendemos de manera automatica.

Los trabajadores estrella se caracterizan por tener tres componentes motivacionales:

• Motivacion al logro: es el impulso que nos lleva a mejorar y descollar.

• Compromiso: capacidad de aumir la vision y los objetivos con los demas y la empresa.

• Iniciativa y optimismo: aprovechar las oportunidades y superar los contratiempos.

La competencia social: determina como nos relacionamos con los demas. Dentro de esta la empatia y habilidades sociales.

Como dijo O’Brien: “la mejor estrategia consite en legar a comprender las necesidades

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