UN ENSAYO - PRÁCTICA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

[pic 1]

Este nuevo criterio (el de la inteligencia emocional) se basa en la capacidad de relacionarse positivamente con las personas que nos rodean, sobre todo en el ámbito laboral, en donde los conocimientos adquiridos y la capacidad cognitiva pasan a un segundo lugar. Esta capacidad se encuentra dentro de los rasgos de los trabajadores “estrellas”, por lo que no se trata de una nueva moda, sino de algo tangible basado en los resultados (sobre todo económicos) positivos de las empresas.

Durante las anteriores décadas la preparación técnica, las altas notas escolares y un alto CI eran tomados como factores determinantes en el éxito profesional; sin embargo, se han encontrado nuevos hallazgos en donde el la inteligencia emocional juega un papel importantísimo para un desempeño óptimo en el área laboral.

Esto se traduce en el coste de millones de dólares a empresas por el simple hecho de no contar con habilidades de escucha, liderazgo, poca flexibilidad al cambio y a la imposibilidad de poder trabajar en grupos.

El tener una gran inteligencia emocional significa el poder enfrentarse a problemas reales sin eludirlos. La empatía, el optimismo, el poder trabajar bajo estrés, entre otros, son habilidades que se desarrollan a través de la experiencia y a lo largo de la vida, por lo que no es una cuestión genética ni de género. El ser capaz de poder manejar las emociones, el poder evolucionar en la manera en la que reaccionamos ante los problemas  y el poder ser asertivos  es parte de la inteligencia emocional o de la madurez de la que siempre hablamos

Por eso son cada vez más las empresas las que están interesadas en alentar y promover la inteligencia emocional por las evidencias demostradas a través del buen desempeño y  resultados positivos: menos coste de dinero, tiempo y energía.

Y ya quedó demostrado que aunque todos los factores indiquen que todo puede desarrollarse de manera favorable en el ambiente laboral, sino existe una relación empática entre los que conforman una empresa, desde el más bajo hasta el más alto nivel, puede existir una convulsión laboral. Por lo tanto el contar con innovaciones técnicas es la constante para mantener el nivel de competitividad. Entonces mantenerse en una constante evolución es totalmente necesario para poder descollar a nivel empresarial.

Algo que me ha llamado mucho la atención es el hecho de que hay una relación contradictoria y directamente proporcional entre el CI y la inteligencia emocional, que mientras mayor sea la primera por lo general menor será la segunda o viceversa. Como en el ejemplo del que hablaban de un Entonces, ¿el conocimiento técnico es importante? Lo es, siendo esta una condición totalmente necesaria para acceder a áreas laborales específicas,  pero de nada sirve tener conocimientos técnicos o grados escolares altísimos si no se es capaz de trabajar en equipo o de relacionarse asertivamente con los demás. Entonces, contar alto grado de conocimiento no es garantía del éxito. Contar con la experiencia y la pericia, lo es.

La frase “todo depende de cristal con que se mira” es tan aplicable en este campo de la inteligencia emocional debido a que para algunos una situación en específico pueda ser un problema, para otros es una oportunidad que se les presenta para crecer o que se trate de un nuevo reto por el que se vean motivados y  los ayude a no caer en la rutina diaria.  

Mientras unos esperan a que las cosas sucedan, otros están moviéndose para saber cuál es el paso siguiente; sin embargo, no debemos de perder el foco y tener en mente que el exceso de cualquiera de las cosas como la motivación y la  iniciativa, también puede ser perjudicial y caer en un juego bastante peligroso llamado “soberbia”.

Conocer nuestras debilidades así como nuestras fortalezas es a lo que se le llama autoconciencia. Esto permite poner en práctica nuestras habilidades y poder fortalecer nuestras debilidades trabajando en equipo, por lo que no es necesario sobresalir en todas las competencia porque además de ser sumamente complejo, puede ser totalmente desgastante. Las competencias necesarias varían en función al área en desempeñarse.

En las competencias personales se reúnen doce habilidades específicas relacionadas con el mundo del trabajo, que se pueden clasificar en tres grandes grupos:

Conciencia de uno mismo

• Conciencia emocional
• Valoración adecuada de uno mismo
• Confianza en uno mismo 

Autorregulación  

• Autocontrol
• Confiabilidad
• Integridad
• Adaptabilidad
• Innovación

Motivación

• Logro
• Compromiso
• Iniciativa
• Optimismo

Hablando de manera general, de todas estas competencias, la autorregulación, la motivación y conciencia de uno mismo son rasgos que se encuentran dentro del umbral de la autoconciencia, para esto se necesita  reconocer el efecto de las reacciones viscerales ante las situaciones que se nos presenten y la presencia de nuestras emociones en la toma de decisiones, pero sobre todo, de la importancia que tienen en ellas; confiar en nuestros propios recursos, saber cuándo pedir ayuda y en qué áreas debemos de mejorar; no aludir nuestras capacidades sino el saber de qué manera podemos sacar provecho de éstas, permitiendo emitir un juicio positivo y mantenernos positivos aunque exista alguna adversidad.

La amígdala es la encargada de las emociones y envía  señales para reaccionar de manera visceral, sin contrapeso y desbordada sin control ante las situaciones de estrés y es el lóbulo frontal el encargado de regular estas emociones, permitiendo anticiparse y controlar los impulsos para no tener mayores repercusiones en un futuro en el ámbito laboral.

 El cerebro se encuentra en una constante demanda de evolución debido a estas situaciones.

Podemos decir que es sumamente importante y totalmente necesario ser coherente y expresarse correctamente para generar confianza y así tener la oportunidad de conseguir un ambiente estable. También se debe ser consciente que los cambios son continuos por lo que es necesaria la flexibilidad y adaptabilidad a ellos. Simplificar problemas y tener la capacidad de afrontarse a grandes retos se traduce en creatividad, teniendo en cuenta que debe haber un balance entre el autocontrol y una ausencia de la misma.

...