Para hablar de “El Perseguidor” primero se debe conocer a su escritor

Para hablar de “El Perseguidor” primero se debe conocer a su escritor, Julio Cortázar, un belga con nacionalidad argentina, o un argentino que nació en Bélgica y optó esta nacionalidad por protestar contra el régimen militar argentino. Su infancia estuvo llena de cambios, de países como de culturas, esto por culpa de la Primera Guerra Mundial, su familia y el estuvieron en muchos países de Europa hasta por fin llegar a la Argentina.

Tras el abandono de su padre a tan solo 6 años de edad, y las múltiples enfermedades que le asechaban, a Cortázar solo le quedaba la lectura como refugio, a corta edad ya había leído escritos de Julio Verne, Edgar Allan Poe y Víctor Hugo. Luego, entre los 9 y 10 años ya había escrito varios cuentos sin calidad alguna.

Durante su juventud se preparó para ser profesor de literatura y de filosofía, entre 1939 y 1951 empezó a escribir cuentos de una manera más formal, empezó también a trabajar en colaboración con revistas y también fue acreditado para ser traductor de las obras americanas y europeas más importantes.

En 1959 escribió el cuento “El Perseguidor”, el cuál hacer parte de la colección “Las armas secretas”, en su ensayo “Situación de Julio Cortázar” Luis Leal expresa que con esta obra, y en especial con este cuento, Cortázar tiene un cambio en la ficción con la que escribe1. En sus cuentos anteriores a este aún se le notaba cierta similitud con Jorge Luis Borges, quien fuera su principal maestro.

Esta historia relata el vivir, dicho mejor, el morir de un jazzista (Johnny), quien está agotado por lo que le tocaba enfrentar diariamente al ser un músico. Cuando el narrador de la historia, y uno de los protagonistas (Bruno) va a  visitarlo a un hotel en París en donde se encuentra hospedado junto a su esposa porque se encuentra enfermo, Bruno se da cuenta que la enfermedad no es un estado temporal, es una constancia producto del cansancio de la obsesión que tiene por el tiempo que pasa y él no puede controlar, cansado de buscar ese plus que todos quieren pero que nadie ha podido alcanzar, y al parecer él tampoco lo hará.

El personaje principal, y su esposa, se ven contundentemente preocupados puesto que Johnny en su locura, y su “enfermedad” perdió el saxo, con el que trabajaba, en el metro, tal preocupación es porque en dos días empiezan la gira nuevamente y no tienen dinero para comprar otro saxo, y nadie se lo quiere prestar, esto tiene una connotación social importante, ya que a pesar de ser uno de los músicos de jazz más exitosos cuando se ve inmerso en esta situación de necesidad nadie acude a él a ayudarlo de una forma financiera. Ni siquiera Bruno el cual ha ganado dinero con la publicación de la biografía del jazzista.

...