Un Pavo Real (Pedro) en el Reino de los Pingüinos

Un Pavo Real (Pedro) en el Reino de los Pingüinos

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RESUMEN

Érase una vez, y no hace mucho de eso, que los pingüinos, aunque no siempre sabios y estimados, dominaban muchas tierras en el mundo de las aves. Casi todas las cosas, en especial las empresas, en el reino de los pingüinos no se diferenciaban entre si, todos los ejecutivos y gerentes de este gran reino eran pingüinos, los cuales no se diferenciaban mucho ni en su forma de vestir ni de pensar, los obreros de este reino que en su totalidad estaba integrado por bandadas de pájaros de los más variados tamaños, colores y caracteres provenientes de todos los confines del planeta.

En este gran reino de los pingüinos, para que un obrero pudiera escalar era absolutamente necesario que recibiera un adiestramiento, el cual les permitiera parecerse lo más posible a los pingüinos, tanto en su forma de vestir, de ser y de pensar aun cuando era conocido que hasta ese momento en el país de los pingüinos nunca un ave que no fuera pingüino logró alcanzar un puesto de importancia.

Cierto día a los pingüinos de mayor conocimiento y experiencia se les dio por recorrer otros lugares donde conocieron otras aves que a pesar de no ser pingüinos tenían una gran capacidad gerencial, de allí que acordaron llevarlas con ellos para que pusieran sus conocimientos y lograr un mayor desarrollo en la ciudad de los pingüinos y fue de esta manera como Pedro el Pavo Real fue a parar al reino de los pingüinos.

Pedro, era todo lo contrario en su forma de ser y pensar a lo que puede ser un pingüino modelo, era un ave talentosa que manejaba a la perfección todo lo relacionado con la actividad gerencial.

Al comienzo Pedro se cuidaba mucho de no ser ostentoso, de vez en cuando era que alzaba las plumas para impresionar a los pingüinos, tenía la esperanza que cuando alcanzara un triunfo total los pingüinos lo aceptarían totalmente y entonces podría levantar sus alas en todo su esplendor. En el país natal de Pedro las cosas eran diferentes a las del reino de los Pingüinos, había cantidades de aves de todo tipo y muy ingeniosas, por lo que había que trabajar mucho, aprender rápido y ser ingeniosos para poder triunfar, el lema era imagina, intenta, prueba, realiza y para lograr introducir los cambios y progresar debían valerse de la discusión, el debate y el enfrentamiento, lo que en algunas ocasiones provocaba roces y peleas, pero todas las aves tenían las mismas posibilidades de mostrar sus capacidades, de tal manera que a Pedro, que estaba acostumbrado a trabajar duro, pelear por sus ideas y a competir, le molesto la monotonía del reino de los pingüinos.

Aunque en un principio Pedro no tuvo problemas, con el pasar del tiempo a muchos pingüinos les empezó a molestar su forma de ser, que si las plumas brillaban mucho, que si la voz era muy alta, etc. Mientras que otros pingüinos lo valoraban mucho y lo acogían con entusiasmo, de tal manera que hacían todo lo que estuviera a su alcance por ayudarlo a ser un pingüino más, pero Pedro no entendía por qué debía cambiar para que lo aceptaran y se lo preguntaba a sus amigos, los cuales les respondían: – Porque las cosas son así aquí.

En la misma situación de Pedro, estaban otras aves, las cuales las habían contratado junto con Pedro. Aunque las demás aves se habían esforzado por copiar el estilo de los pingüinos pero no lo lograban, además estas aves ya se habían dado cuenta de que los pingüinos marcaban su territorio, imponían la ley del más fuerte y se ofendían cuando otro tipo de ave trataba de ser parte del

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