VISITAS

LAS VISITAS

Durante las visitas que realizamos a nuestros amigos, familiares y relacionados debemos tomar en consideración algunos puntos de importancia como:

Horas: Se ha de procurar que no sea en horas demasiado tempranas ni en aquellas en las que el ama de casa pueda estar ocupada en las tareas del hogar o próxima a las comidas.  Las visitas pueden realizarse a partir de media mañana y media tarde.

Duración: La duración de una visita depende en gran parte del motivo que la ocasione, pero siempre hay que valorar, que por mucha confianza que se tenga con la persona que se visite, es preferible que sea más corta, a alargarla demasiado y servir de estorbo.

Visitas Inesperadas: Cuando una visita es inoportuna, el “saber hacer” de la anfitriona hará que se sienta a gusto y bien recibida, pero al mismo tiempo tendrá la suficiente inteligencia y serenidad para hacerle saber con delicadeza las ocupaciones o compromisos previos que tenía, dejando la puerta abierta para recibirla en otro momento, más apropiado cuando pueda atenderla mejor.

A enfermos: Siempre han de ser alegres, optimistas y breves, para no cansarlos. Se debe cuidar que el tono de voz no sea muy alto, para no aturdir a la persona enferma. Evitar las horas de las comidas y de mayor descanso.  Si se presenta el médico, la visita saldrá discretamente de la habitación, así mismo cuando entre la enfermera a prestarle algún servicio.  

Observaciones con relación a las visitas:

No está admitido hacer visitas de negocios a personas afectadas de reciente desgracia o entregadas al dolor.  Se esperará el tiempo prudencial, salvo que el asunto no admita aplazamiento.

La persona que llama a la puerta debe respeto a los dueños de casa, tocará con poca fuerza, cualquiera que sea el grado de amistad.

No debemos golpear fuerte a la puerta de la casa donde sepamos hay enfermo grave.

La visita no será prolongada y no la repetirá  hasta que haya pasado un tiempo prudencial.

Para entrar en la sala, deje pasar primero a las señoras y personas de mayor categoría.

Al entrar a la reunión, no se debe saludar con el beso “social”.  Sólo se debe besar a las personas conocidas, de confianza.

Al tomar asiento, los sitios de respeto para hacerlo son por orden de preferencia: el sofá, las butacas y las sillas.  El sofá y las butacas se deben reservar para las señoras, las sillas para las muchachas y los caballeros, salvo que sean mayores o ancianos.

No debe curiosear los objetos que pueda haber en la sala, especialmente si es la primera vez que se visita la casa.

 Debe saber cómo sentarse, no puede dejarse caer en la silla.  Debe tener una actitud elegante con las piernas siempre juntas.

Para despedirse lo mejor es la sencillez.  Debe dar las gracias por la invitación, saludar amablemente y salir.

La dueña de la casa debe acompañar a los visitantes hasta la puerta y no debe cerrarla hasta que por lo menos hayan caminado a su auto,  bajado el primer tramo de las escaleras o entrado al ascensor, si vive en un apartamento.

Llame al día siguiente para agradecer la invitación y las atenciones de los anfitriones.

Recibir una invitación a pasar un momento agradable en casa de amigos, familia, compañeros de trabajo o estudios es siempre gratificante, porque dice mucho del aprecio que estás personas nos tienen. Por eso, cuándo vamos de visita a otro hogar, debemos seguir algunas reglas de etiqueta, que demuestren nuestra educación y respeto por el espacio interior del otro.

Ser el invitado perfecto no es fácil a veces, porque cada quién tiene diferentes costumbres y estilo de vida. En este magazine queremos ayudarte a dejar siempre la mejor impresión, contándote sobre 10 reglas de etiqueta básicas que debes cumplir para ser considerado el ¡invitado perfecto!

1. Llegar a destiempoSiempre nos excusamos en la hora peruana para llegar tarde, pero está en nosotros romper con esta tradición. Estar siempre a tiempo es uno de los mejores hábitos que podemos adquirir. No llegues antes de la hora acordada, porque puedes incomodar a tu anfitrión, pero tampoco una hora después. Si tienes un imprevisto, avisa siempre.

2. Llegar con las manos vacíasSiempre es bueno llegar a la casa del anfitrión con un pequeño presente, como forma de agradecer la invitación. Sabemos que hacer una reunión implica tiempo, trabajo y gastos. En este sentido, debes llevar algo pequeño y simbólico, como una botella de vino, unas flores o algo para degustar en la sobremesa. Tu anfitrión se pondrá feliz.

3. No preguntar cuál es nuestro sitio en la mesaPuede no haber una tarjeta con nuestro nombre en la mesa, pero debemos dejar que el anfitrión nos indique donde sentarnos. Pues quizás el tenga un lugar favorito o desee sentarse más cerca a la cocina para facilitar las idas y venidas. Por eso, antes de sentarte consulta cuál es el sitio en la mesa para ti.

4. Comer y beber en excesoNo debemos asistir a una invitación con la idea de comer y beber todo lo que podamos. Debemos mantener la buena educación y esperar a que nos ofrezcan de comer sin asaltar la mesa. Y obviamente, ser moderados con las bebidas alcohólicas para evitar un momento bochornoso.

5. Invadir los espacios privadosSi estás invitado a una casa por primera vez, espera que tu anfitrión se ofrezca a mostrártela. Hay ciertos espacios más privados, como el escritorio o el dormitorio en los cuáles no deberías husmear sin permiso del dueño. Esto también aplica a cosas más sencillas como abrir la refrigeradora o revisar las botellas de vino en el bar.

6. Al usar el bañoAntes de ir al baño de visita por primera vez en una casa, debes pedir permiso. Y cuándo lo uses, deja el espacio limpio y ordenado de nuevo. Así no hayas sido tu el que haya causado el desorden.

7. No ofrecerse a ayudar al anfitriónLa persona que nos invita a su hogar agradecerá si le ofreces ayuda, aunque debes ser cuidadoso, no a todos les gusta la invasión de su espacio personal. Trata de ayudar pasando los entremeses o recogiendo los platos de la mesa, pero siempre pregunta antes a tu anfitrión.

8. No avisar de tus hábitos o restricciones alimentariasSi sigues una dieta especial por convicción o por una cuestión médica, debes avisarle a tu anfitrión al momento de la invitación, para que tenga en cuenta los alimentos que no puedes comer, por ejemplo si eres vegetariano o intolerante al glutén o la lactosa. Te lo agradecerá, porque sería de mala educación que no comas nada el día de la visita.

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