CASO PRÁCTICO DE LIDERAZGO.

“La persona que rechaza la corrección es como un piloto de avión que ignora las instrucciones de la torre de control. El resultado puede ser desastroso”

PREPARACIÓN:

En Susana sus preguntas con respecto al tema son muchas, y la mayoría, sin respuestas que le concuerden para lograr entender la llamada de atención.  Siente que le han llamado la atención en forma injusta, por lo que trata de recopilar antecedentes que le ayuden a comprender el porqué de esta situación.  

Busca apoyo en compañeros y compañeras que hayan pasado por una situación similar, y así darse cuenta de cuál fue el error, buscar las razones del por qué no pudo terminar el informe a tiempo, o qué es lo que realmente, según su visión, le pedía su jefe, tal vez hasta se cuestionaba que se preocupó de demasiados detalles en este trabajo, por lo que incurrió  en más demora de lo debía. Todo esto se convierte en un cuestionamiento sin fin, por lo que se sugiere, que tal como lo está haciendo hasta ahora, se informe lo más posible para llegar a la respuesta que busca, para no volver a incurrir en la misma falta, y sin tener que arrebatarse y dejar su trabajo,  considerar tal vez, que en sí, no existe tolerancia a una frustración, ya que si no lo considera, lo más probable es que siga enfrentando muchas más, con resultados que no lo agraden.

INCUBACIÓN

A Susana se le vienen muchas ideas, se siente frustrada, al percibir que su trabajo no ha sido valorado, pero a la vez siente la necesidad de seguir pensando que la labor que ella entrega es importante, y que de acuerdo a sus capacidades puedes demostrar su eficiencia y eficacia.

Debe hacer una pausa, controlar sus sentimientos, (aunque escribirlo suena fácil, pero en el hecho realmente es difícil, pero no imposible); pensar que el llamado de atención no fue herir sus sentimientos imaginarse, tal vez, que es ella la que está corrigiendo a alguien.  Regresar nuevamente a la situación e intentar verla desde estos puntos de vista, obteniendo una visión más objetiva.  No es para nada dañino ser humilde, hay que pensar que hoy en día, sobre todo cuando llegamos a un trabajo nuevo, somos simples aprendices, independiente de nuestras capacidades, no dejar que el orgullo nos haga rechazar la corrección, por lo tanto no deprimirse, tan solo porque tenemos algo que mejorar.

Pensar que más que un reto o una frustración, estaremos frente a una “oportunidad” de madurar personal y laboralmente.

Y finalmente, sin olvidar la objetividad, ser agradecida, aunque se haga difícil aceptar la corrección.

“El regaño que más te duele podría ser el que más necesitas”

ILUMINACIÓN

Analiza la situación con más calma, y con la mente más fría, se da cuenta que no es un motivo para que abandone su trabajo, está recién comenzando, por lo que más que un error, y a pesar de la llamada de atención de su jefe,  lo debe de tomar como una lección para realizar un trabajo aplicando todas sus capacidades, y con la mayor ganas de ser cada día mejor, saliendo adelante y sabiendo enfrentar las adversidades que presenta la vida, aprender a superar obstáculos y no huir de ellos.  

...