EL MANDO

EL MANDO

Un buen jefe manda cuidando su carácter, su creencia y debe robustecer. El jefe que manda, sin proponérselo, debe cuidar su carácter; debe cuidarse de su creencia y debe robustecer su conciencia de los inicios de su carrera,  debe sobreponer toda su personalidad a las faltas que para cada caso son particulares.

En la vida rutinaria en el ejercicio  de la profesión, nosotros hemos visto a oficiales, suboficiales, y miembros del nivel ejecutivo que se destacan en el ejercicio del mando, otros que mediocremente cumplen sus funciones de mando; pero no es allí en donde se revelan los verdaderos jefes.  

Las circunstancias imprevistas, constituyen la mejor oportunidad para conocerlos y valorarlos.  Ante un hecho inesperado y catastrófico, los débiles de carácter, se verán arrastrados por fuerza de las circunstancias, los fuertes resistirán y quienes dominen las situaciones críticas, estarán ejerciendo el mando cabalmente, pero si además tal jefe tiene una fuerte personalidad, capaz de poner en puesto a sus subalternos, de darles la calma en los casos catastróficos este será el verdadero jefe.

Tenemos que las condiciones para mandar son:

        Voluntad para mandar.

        Disponer de los medios, energía interna y cualidades.

        Hacer uso adecuado de los medios; o sea el aprendizaje del mando.

Reunidos los tres requisitos anteriores, se llegará a ser jefe.  Pedro Recacho dice: “Ejerce mando todo el que es capaz de mantener o modificar un ambiente”.

En el Don de mando existen muchas condiciones que requieren la alteración y reemplazo de comandantes.  Esto plantea un problema para el jefe  que debe asumir el mando de una unidad con poco tiempo de aviso.

Al asumir el mando de una unidad planee todos los movimientos con la idea de que la primera impresión que usted produzca sea perdurable.  Los siguientes son elementos esenciales en lo que a planeamiento de asumir el comando de una unidad se refiere:

Observe el funcionamiento de su unidad durante un determinado tiempo antes de hacer cualquier cambio.  Esto asegura que sus acciones y órdenes estarán basadas en hechos.

Evalúe las indicaciones de Don de mando en la unidad.  La mayoría de los problemas de Don de mando se originan en las áreas comprendidas por las indicaciones. La aplicación sensata del procedimiento para solucionar problemas apresurara  la solución de los mismos.  

Evalúe a sus subalternos para determinar sus puntos fuertes y débiles.  Utilice todos los medios posibles para promover el desarrollo de sus subalternos, evalúe la eficacia de los mismos para promover su superación.

Oriente a su unidad sobre sus políticas y normas deseadas.  Establezca y mantenga la más alta meta posible.  Su unidad debe ser incitada a alcanzar la meta final de un comando altamente eficaz.  Uno de los principales problemas del mando es la falta de ética y moral que  presentan algunos comandantes en su vida policial.  

Debemos tener en cuenta que el subalterno siempre esta pendiente de las acciones  u omisiones de sus superiores, ya sea para imitarlas o para escudarse en ellas por lo tanto si en nuestra unidad fijamos una política y unas normas a seguir nosotros como comandantes debemos ser los primeros y los más estrictos en cumplirlas, pues de nada sirve  tratar de organizar nuestra unidad y dirigirla por un sendero eficaz si en nosotros mismos se encuentra la base del problema.

2.2        FINES DEL MANDO.

El Mando descansa sobre aspiraciones comunes; en tanto estas aspiraciones subsistan, será posible el mando; esto nos está indicando que los jefes en el ejercicio de mando pueden buscar dos fines:

PROVECHO PROPIO

El interés personal del que manda para su provecho propio o de su cargo  separa al jefe de los subalternos, no conforman de ninguna manera la vida de relación, de la cual el mando es una simple manifestación y no habrá más método de mando para aquellos subordinados que tienen mentes distintas o que no hacen parte del grupo,  que la imposición o el engaño, con fatales resultados.  

PROVECHO DE LA INSTITUCIÓN, GRUPO O COLECTIVIDAD.

El interés de la causa, del bien de la Institución, de la unidad, del hombre, de la misión.  Este hecho enlaza y compenetra a un mayor número de hombres.  Hay un ideal, existe un algo inmaterial que regula la adhesión o la repulsa del subordinado, además del fin tangible  perseguido por el jefe,  que constituye el objetivo.

DON DE MANDO

Es la cualidad que tiene un comandante o líder para inducir a las personas a que cooperen para lograr una meta deseable o conveniente. Este puede desarrollarse en cualquier persona dotada de voluntad y con facultad de razonar.

Es el empuje y la personalidad del comandante logrando objetivos comunes con efectividad y productividad.

VISIÓN EN EL MANDO

Es el sitio ideal donde debe llegar quien ejerce mando, los comandantes deben forjarse un camino donde se destaque el respeto y la integridad con resultados efectivos, eficientes y productivos en las unidades donde labore.        

MISIÓN DEL MANDO

El comandante debe tener fe en lo que hace y en lo que manda hacer; fe en sí mismo y en la misión encomendada; en la grandeza de la tarea y en  la causa que sirve y hace partícipes de esta fe a sus colaboradores.

Un comandante dinámico que teniendo fe en su misión, cree en el éxito de su causa, saca de los menores acontecimientos toda la parte favorable y no se deja abatir, ni por la contradicción, ni por el fracaso.

DECISIONES

Todo comandante debe tomar decisiones. Conocer los hechos, conocer la jurisdicción, conocer a su gente, conocer la idiosincrasia de los habitantes y demás detalles ayuda a una buena toma de decisiones.

El conocimiento de la norma, el conocimiento de los temas al respecto, romper paradigmas, hacer a un lado la rutina y despertar la iniciativa son elementos esenciales en las decisiones que un comandante debe tomar.

Es importante que las personas que ejercen el mando se rodeen de personas que verdaderamente asesoren sin intereses personales ni oportunismos, para ello el comandante debe estar atento y saber cuales son las sugerencias respetuosas de los subalternos que convienen para lograr los objetivos institucionales.

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