ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA EMPRESARIAL

ENSAYO

¿INTELIGENCIA O CONCIENCIA?

CINDY LORENA TREJOS PAEZ

UNIVERSIODAD SANTO TOMAS

FACULTAD DE NEGOCIOS INTERNACIONALES

ESPECIALIZACIÓN EN GERENCIA EMPRESARIAL

MEDELLIN

2019

Es triste ver que durante muchísimos años la humanidad logró sobrevivir en una pobreza absoluta y generalizada, hasta que sucedió la revolución agrícola la cual permitió que se formaran las primeras civilizaciones, pero la pobreza seguía siendo casi absoluta pues solo había agricultura, ganadería, artesanía y la riqueza de una insignificante minoría se obtenía explotando a otros. Solamente en los últimos años, con la revolución industrial el avance tecnológico y científico se logró un cambio radical en la economía y cambiaron las estructuras sociales y políticas, las empresas se multiplicaron aumentando la cantidad, calidad de los bienes y servicios en un proceso cada vez más acelerado y sorprendente llevando al mundo hacia un crecimiento económico cada vez mayor y empujándolo hacia el mundo globalizado actual donde intercambiamos información, productos y servicios en una cantidad y con una rapidez que antiguamente no se pudo imaginar pero al mismo tiempo tenemos absurdos como el gasto en armas, en drogas, el daño a la ecología del planeta, la producción en masa de bienes y servicios inútiles y el hambre de muchos millones de seres humanos en todo los países.

Sabemos cómo está la pobreza actual en comparación con la pobreza antigua y sabemos que la proporción de pobres dentro de la población total es ahora menor sin embargo es una pobreza indignante porque hoy no debería existir, sabemos también cómo está la riqueza actual en comparación con la riqueza del pasado, la cual es notoriamente muy superior y está cada vez más concentrada en los niveles sociales más altos. Es evidente que, en muchos de nosotros poca conciencia sobre el significado de la ética, existiendo también una ignorancia casi plena sobre lo que es economía, la realidad económica del mundo y nuestro país, como funciona la economía, sus causas y efectos en la sociedad, es decir sufrimos la realidad económica pero no la comprendemos, no sabemos explicarla y nos sentimos incapaces de señalar las verdaderas soluciones. Para ello es necesario que también entendamos que la dignidad de las personas es su valor por el simple hecho de ser personas y que esta es independiente de sus capacidades, raza, situación económica o cualquier otra condición, por lo cual todos somos iguales, porque todos somos personas y así mismo deberíamos entender que la actualidad económica no respeta esta dignidad porque fomenta la desigualdad además no sólo explota de forma abusiva los recursos naturales, en muchas ocasiones también humanos tanto así que en los últimos años no solo las condiciones laborales son malas, sino que se vive el día a día con la represión, inseguridad, violencia y corrupción la cual nunca había sido tan grande como ahora, por lo cual a la ética se le han presentado nuevos retos y problemas que no encuentran respuesta en la moral tradicional, retos que es necesario asumir como la injusticia hasta la discriminación social, lo cual no es fácil de enfrentar para gobiernos como el de nuestro país que cuenta con políticas pragmáticas y que utilizan cualquier medio con tal de perpetuarse en el poder. Sin embargo es de agradecer y resaltar que cada día es mayor el número de personas conscientes de que la crisis global tiene también que ver con valores y normas éticas comunes que dejaron de ser válidas y pasaron a utilizarse como un simple argumento comercial y talvez nadie o muy pocos se han cuestionado hasta qué punto la ética es necesaria en el mecanismo de creación de riqueza, hasta qué punto la ética se introduce en la economía y como esta conduce a la prosperidad de una sociedad sostenible. La necesidad de orientación ética es una de las lecciones fundamentales de la actual crisis de los mercados, productos financieros, gobiernos y sociedad, donde cada uno de nosotros en nuestros diversos roles como empresarios, trabajadores, inversionistas y consumidores compartimos una responsabilidad común y esencial de reconocer y aplicar la ética no solo económica sino en todas  sus extensiones.

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