Espiritu Empresarial

ESPIRITU EMPRESARIAL

Es el acto de ser emprendedor, identificando oportunidades, impulsando un crecimiento más fuerte y duradero organizando los recursos necesarios para ponerlas en marcha dando así una mejor calidad y de igual manera crear un entorno favorable para las pequeñas y medianas empresas y además fomentando una cultura más basada en el espíritu empresarial. El espíritu empresarial es arriesgado y requiere confianza en uno mismo y autonomía, así como una cierta disposición para la asunción de riesgos. La creación de una empresa, su éxito y su fracaso son inherentes a la realidad de la economía de mercado.

Muchas empresas han iniciado actividades para promover este espíritu empresarial al interior de sus organizaciones buscando con ello no solo su desarrollo si no también brindar una opción de desarrollo a sus empleados y adicionalmente muchas empresas están promoviendo un desempeño laboral lleno de espíritu empresarial que permite a los empleados no solo hacer lo que se les ordena que hagan sino que los inspire a hacer lo que no se les ha dicho que hagan que los motive a trabajar en vez de ocupar un empleo.

Hay cuestiones por las que nadie se pregunta porque son obvias. Otras no lo son tanto. Entre estas últimas encajan algunas dudas que se plantea mucha gente sobre las grandes empresas y su relación con el emprendimiento. ¿Por qué las grandes compañías ponen en marcha y apoyan iniciativas de fomento del espíritu emprendedor? ¿Qué interés puede tener una multinacional en la promoción de jóvenes emprendedores?

Para comenzar a aclarar este asunto hay que saber que entre innovación y emprendimiento hay una relación de mutua necesidad. Una vez dicho esto, hay que conocer también que para que una compañía se convierta en una gran compañía, tiene que innovar. El impulso innovador tiene que formar parte del corazón de la compañía. La mejor constatación de este hecho es que las compañías que más invierten en innovación son las más productivas, competitivas y sostenibles. Y, por cierto, también son las que más crecen y que lo hacen de manera sostenible. Por eso el compromiso de las grandes compañías con la innovación es claro, especialmente hoy; de la crisis nace la necesidad y la necesidad siempre nos empuja a innovar. No vamos a superar las dificultades haciendo más de lo mismo. .

Las grandes empresas conocen los desafíos de este mundo globalizado. Y saben que estos desafíos no se enfrentan a solas. Teniendo en consideración el contexto actual de globalización en el cual estamos, ninguna compañía puede responder de manera adecuada a las necesidades de los clientes y la sociedad, si no pone en práctica modelos de colaboración interna y externa. Este es uno de los principales motivos por los que las grandes compañías se apoyan y necesitan a los emprendedores, startups y spin-off de universidades. Esa necesidad de seguir innovando y colaborando con los diferentes agentes del ecosistema, lleva a las grandes compañías a un modelo de innovación abierta y en red.

Los principales motivos por los cuales las grandes compañías apuestan por un modelo de innovación abierta son:

• Que existe más talento fuera que dentro de la compañía. Es una simple cuestión de cantidad.

• Que las grandes multinacionales quieren ser globales, pero no genéricas. Eso significa adaptarse a las peculiaridades del territorio y colaborar con los agentes locales del ecosistema de innovación.

La innovación abierta es la colaboración efectiva entre todos los agentes del ecosistema, clientes, empleados, socios, proveedores, universidades e instituciones del conocimiento, competidores y con la sociedad en general. El fomento del espíritu emprendedor es la clave para disponer de un ecosistema más innovador, base de la economía del conocimiento.

Ser empresario quiere decir, confirmar características y aptitudes personales con medios financieros y otros recursos.

Tener espíritu de empresa significa:

1. Ser capaz de descubrir oportunidades.

2. Apreciarlas en su justo valor.

3. Reunir los recursos necesarios.

4. Obrar para aprovechar esas oportunidades.

Es mucho más que la competencia y el riesgo que supone crear una empresa propia. Las empresas crean riqueza y puestos de trabajo. Sin el dinamismo que aportan a la economía, los desafíos de la globalización y el cambio estructural no serían posibles. Fomentar el espíritu empresarial significa

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