Estudio De Factibilidad Para Comercializar Slimming Gel En El Mercado De San Cristóbal
Enviado por lasmora • 2 de Febrero de 2014 • 7.807 Palabras (32 Páginas) • 446 Visitas
Universidad de los Andes – Táchira
Núcleo: Dr. “Pedro Rincón Gutiérrez”
Facultad de Ciencias Administrativas y Contables
Departamento de Ciencias Administrativas
Cátedra: Seminario de Mercadotecnia
San Cristóbal, Estado Táchira
Integrantes:
Rangel R, Leidy A.
Rosales M, Yenis Y.
Suarez M, Luz A.
San Cristóbal, Noviembre de 2008
1.0 El Problema
1.1 Planteamiento del Problema
Desde los tiempos más remotos de la historia hombres y mujeres, especialmente las últimas, han sentido la preocupación de hermosear su rostro y su cuerpo.
Esta inquietud por la apariencia física se remonta desde la prehistoria donde los productos de que disponía la mujer se limitaban, prácticamente, a la arcilla, tierras de pigmentos colorantes o toscos productos elaborados a partir de grasas animales. El afeite más antiguo que se conoce en esa época, estaba compuesto de sulfuro de antimonio.
La imagen a representado un papel muy importante, en la prehistoria se destacaba rasgos que fundamentalmente se centraban en la fertilidad de la mujer, las que eran representadas en esculturas voluminosas e incluso deformes. En definitiva siempre se ha intentado trasmitir la preocupación de la mujer por su figura.
En la Biblia encontraremos las primeras referencias escritas a la belleza en la de Ester, reina de Babilonia, que embellecía sus ojos con afeites, por lo que la consideraba como la mujer con los ojos más bellos que nunca existió.
En Grecia, el arte clásico cultivó la exaltación de la belleza y plasmo los cánones ideales en una de sus obras más perfectas la Venus de Milo que se encuentra en el museo de Louvre, Paris.
La civilización griega fue una de las que comercializo una cantidad de productos cosméticos, así como el culto al cuerpo y el baño. Según el libro de Apolito de Herófila recogía en su libo que en Atenas no había mujeres viejas ni feas.
Los cánones griegos no recogían ni senos grandes ni la grasa, debían de ser pequeños y fuertes, tener un cuello fino y esbelto y unos hombros proporcionales. El masaje, los ejercicios gimnásticos y los baños de agua fría constituían unos de los procesos de conservación de la belleza.
Por otro lado, la civilización egipcia por siempre se ha conocido por la mítica belleza de sus reinas y por el característico embalsamamiento de sus faraones. La belleza de los faraones y sus cortes fueron motivo de culto siendo unos de los propulsores de la cosmética y el maquillaje.
Tal era la importancia del culto a la belleza que en las cámaras funerarias se encontraba rodeada de además de vasijas con los órganos se acompañaban de otros que contenían toda clase de objetos, alimentos y materiales preciosos para la vida futura.
Los productos de belleza en general, y las cremas en particular registran orígenes tan interesantes como lejanos en la historia de la humanidad. Existen referencias provenientes del antiguo Egipto, que nos hablan de que perfumes y cremas eran fabricados cuidadosamente para uso de las más exquisitas damas.
Se cree que las primeras aplicaciones y fórmulas, fueron en su momento creadas en la búsqueda de protección contra los efectos del viento y del sol. Entre los aceites más comunes estaban el llamado segenen (ungüento o aceite) que igual valía para el cuerpo y para las mechas de las lámparas.
También usaron el aceite de moringa, que era mucho más apreciado que el de sésamo, pero que no estaba al alcance de la gente del pueblo. Además, contaban con cremas “reafirmantes” compuestas de natrón rojo, sal del norte y miel. Estas cremas se completarían con la crema “antiarrugas” cuya fórmula sería resina de incienso, cera y aceite de balanites molido y mezclado con el jugo fermentado del junco, esta mezcla debía aplicarse en la cara cada día.
Mucho más cerca en el tiempo, puedo mencionar la historia de dos cremas bien conocidas; Nivea y Pond’s. La primera de ellas, está cercana a cumplir el siglo de vida y fue resultado del trabajo conjunto de un farmacéutico, un médico dermatólogo y un científico cuyos apellidos eran Troplowitz, Gerson Unna y Lifschütz, respectivamente.
La segunda de ellas, conserva aún el nombre de su creador, un estadounidense de apellido Pond. La historia comenzó a fines del SXIX, en momentos en que se buscaba un buen producto que sirviera para quitar maquillajes a actores y actrices de los aún célebres y vigentes teatros de la calle Broadway, en NY.
En los últimos años se han percibido cambios en el comportamiento del consumidor en cuanto a la belleza y apariencia física, es por ello que busca mejorar cada día, utilizando productos y/o servicios que le ayuden a satisfacer esta necesidad.
Desde las últimas décadas del siglo XX, se han generalizado una serie de conductas a lo largo y ancho del planeta, donde la belleza y el verse bien (físicamente) es un factor predominante. Este cambio surge como consecuencia de la globalización, generando una rapidísima transformación en la sociedad. Las cosas que gustan en un extremo de la Tierra pueden gustar en el otro extremo. Esto es debido, sobre todo, al impresionante avance de los medios de comunicación, como lo es el Internet.
Nuestro país no está exento de esta transformación, por lo que se han generado cambios en las actitudes del consumidor donde la norma es tener una figura esbelta, cumpliendo con ciertos estereotipos; que influyen en su forma de vida, costumbres, hábitos, entre otros, especialmente en preocuparse por su apariencia física, lo que ha generado entre otras cosas, modificación en la alimentación (disminución de grasas y aumento de fibra), el uso de la cirugía plástica, productos adelgazantes y la opción de otros servicios como el gimnasio y la estética, todo esto dependiendo del nivel de ingresos, el estrato social, es por ello que surgen diversos productos o servicios que faciliten este fin.
En nuestro Estado Táchira, no escapamos a esta realidad y aun sabiendo que es una región llena de mujeres bellas, siempre hay la ocupación de mantenerse sanas y atractivas (corporalmente). Hoy en día la apariencia física es la principal carta de presentación de una persona, (sin embargo algunas veces este concepto se ha utilizado erróneamente), razón por la cual surge la inquietud de mejorar continuamente el aspecto físico, aunque muchas veces en detrimento de la salud.
Es por ello que nuestro trabajo se enfoca en un estudio de factibilidad para comercializar el producto SLIMMING GEL (gel
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