Gestion De Personas

Desde los últimos años del siglo XX y estrechamente ligado al cambio tecnológico, cada vez se da más importancia a la generación y adquisición de conocimientos, de ahí que se empiece a caracterizar a la sociedad actual como una “sociedad del conocimiento”.

Muchas de las acepciones sobre este concepto, coinciden en señalar la importancia de la capacidad de las persones e instituciones para adquirir, procesar y, sobretodo, aplicar los conocimientos.

Algunos autores señalan que el término “sociedad del conocimiento” se refiere a la capacidad de los grupos sociales para generar y aprovechar información, actuar ante situaciones imprevistas, comprender las necesidades del momento y transmitirlas a otros, adaptar las propias aptitudes a forma de organización y tecnologías inéditas; en otras palabras, aprender a aprender, como condición indispensable para sobrevivir.

En este contexto, unas de las tareas de la nueva economía será desarrollar capacidades para documentar y sistematizar sus experiencias, abrirse a los desafíos de mercados y tecnologías e innovar, adaptar y crear conocimiento colectivo y distribuirlo entre sus miembros.

Una organización que está aprendiendo continuamente también está transfiriendo conocimientos a su personal y construyendo un capital que no sólo se refleja en sus balances financieros, sino también en el potencial de su plantilla.

Diversos conceptos se han acuñado para dominar este cambio: “la nueva sociedad basada en organizaciones, administración y conocimiento”, de Peter Drucker; “la tercera ola”, de Alvin Toffler; y “la sociedad de la información” de John Naisbitt, por citar sólo algunos.

Sin embargo, e independientemente del término, lo significativo es que existe coincidencia en que estamos transitando de una sociedad denominada “industrial” a otra basada en recursos de “información y administración”, en organizaciones concebidas como redes de conocimientos y en la capacidad para crear, innovar y aprender que demanda profesionales y trabajadores capaces de resolver problemas complejos y enfrentarse con éxitos a situaciones paradójicas.

En algunos países, se ha demostrado que en la creciente competencia por los mercados globales, la educación y el conocimiento juegan un papel relevante, en tanto que las nuevas industrias (biotecnológicas, telecomunicaciones e informática, entre otras) depende más de la organización del conocimiento y del aprendizaje que de recursos naturales, tamaño de empresas o materias primas.

La última década del siglo XX se ha caracterizado por una expansión acelerada de las telecomunicaciones en todo el mundo. La popularización de Internet a mediados de los noventa aceleró aún más este fenómeno que también se ha visto favorecido por un decremento en el precio de los equipos y un aumento en sus capacidades de procedimiento y en la velocidad para transferir cualquier tipo de información(música, imágenes en tiempo real, video, texto, …).

La fuerza de este cambio reside en la síntesis de un conjunto de tecnologías diversas llamadas “de la información y de la comunicación” (TIC) que abarcan todos los componentes del procesamiento y distribución de la información en formato digital y que han tenido un gran impacto en todos los campos de la actividad humana.

La revolución de las comunicaciones globales derivada de la aparición del Internet ha sido considerada como el inicio de una nueva era a la que se ha denominado “era de la información”, entre otras acepciones.

Entre las áreas de actividad humana en las que las tecnologías de la información están teniendo mayor impacto se encuentran: el aprendizaje y la adquisición de conocimientos, el trabajo y la comunicación.

En lo referente a los cambios en el ambiente y la organización del trabajo, el desarrollo de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC) ha incrementado las opciones de negocio, poniendo al conocimiento en el centro de la mayoría de las actividades desarrolladas por el hombre, situación que ha llevado a la aparición de empresas y organizaciones virtuales.

En este tipo de empresas, tanto el modelo de trabajo, como la línea de producción y ensamblaje, en el

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