Análisis terminológico y relacional entre conducta y comportamiento
Enviado por ramaya2021 • 7 de Diciembre de 2021 • Ensayo • 1.959 Palabras (8 Páginas) • 150 Visitas
Análisis terminológico y relacional entre conducta y comportamiento
Toda actuación es conducta y también toda actuación es comportamiento (Limón, 2004). El límite entre la conceptualización de estos términos en cuanto a ambigüedad o bien, en la posibilidad de incurrir en una anfibología (si podría ser el caso en estas circunstancias extralimitadas que escarolan la heterogeneidad de las posturas en el campo de la psicología), desembocaría, indiscutiblemente, en la necesidad de determinismos incautos y de sesgos dogmáticos filiados a corrientes vituperantes, que terminan, en un estricto sentido terminológico, acertando en puntos conciliadores.
No se puede pensar en una sinonimia entre conducta y comportamiento, no es posible, ni etimológicamente ni en la practicidad conceptual, ni siquiera en su aplicación original en las ciencias naturales o su aplicación evolutiva y que le dio sentido a la ciencia de la psicología. Delgado & Delgado (2006) se acercan a una definición de conducta entendiéndola como todas aquellas manifestaciones que son conducidas debido a una comprensión dentro de sí, por algo que pudiera ser de carácter interno o externo. Esto implica que la conducta puede ser guiada por las estructuras biosíquicas de cada ser humano, así como por la influencia del ambiente que contiene un sinnúmero de elementos que contribuyen en el complejo desarrollo de respuestas en actos, tales como el medio social, la cultura, el lenguaje, etc.
Limón (2004) asume que “la conducta es un hecho natural en la vida psíquica; constituye el aspecto externo, funcional, de toda la estructura personal. Es el conjunto de manifestaciones propias de la persona o sujeto, originadas de su peculiar y sustantiva estructura individual” (pág. 38). Hasta este punto está ya ampliamente especificado que la conducta es un acto particular, individualizador, que contiene el desencadenamiento de una serie de elementos psíquicos que determinan la actuación del sujeto. Rubinstein (1967) añade que “…la conducta de las personas está determinada no solo por lo que se halla presente, sino, además, por lo que se halla ausente en un momento dado; está determinada no solo por el medio próximo que nos rodea, sino, además, por acontecimientos que acontecen en los rincones del mundo más alejados de nosotros, en el momento presente, en el pasado y el futuro” (pág. 330). Esta idea de Rubinstein añade complejidad a la noción de conducta, pues considera que las ausencias o carencias, en forma de necesidades condicionan en cierto modo las respuestas conductuales del ser humano, por lo que implica, en muchos casos, actos reflejos, innatos, reaccionarios, mediáticos, irracionales o poco consientes, sin ser estrictamente estas connotaciones fenómenos invariables y totalizadores, pues en general, la conducta está ligada a la función del pensamiento consiente como respuesta al condicionamiento del psique al medio, por lo que, en términos generales, el medio actúa como estimulante, al igual que las características psicobiológicas, pero es, en la mayoría de ocasiones, en el cerebro, respecto a funciones superiores como el inconsciente y las funciones ejecutivas, en donde se podría hallar el control de mando de la conducta humana.
En cuanto a comportamiento Galarsi, Medina, Ledezma & Zanin (2011) lo entienden como “un proceso estrictamente físico, registrable y verificable, que consiste, precisamente, en ser la actividad por la que un ser vivo mantiene y desarrolla su vida en relación con su ambiente, respondiendo a él y modificándolo” (pág. 99). La delimitación al acto motor como esbozo de lo que podría ser el comportamiento humano es quizá muy simplista, lo importante en esta definición es entender este término como un proceso que conlleva a la transformación del ambiente a través de un acto relacional en donde confluyen una serie de elementos del ser humano que amplifican la multiplicidad de respuestas frente a los estímulos internos y externos del sujeto, por lo que el comportamiento es menos instintivo y mucho más consiente y racional, el sentido volitivo marca la trascendencia de la actividad humana.
Cobo (2003) argumenta que “el comportamiento de los seres humanos no depende ni del pasado, ni del futuro sino del espacio psicológico real y actual, donde se desenvuelve la vida del individuo, el cual está relacionado con las necesidades del mismo” (pág. 120). El argumento de no dependencia de un contexto histórico del comportamiento podría estar centrado en un asunto existencialista, pensado en la inmediatez de la vida del ser humano y su orientación hacia la consecución de sus logros, por lo que, podría entenderse que el comportamiento es quien determina, en el momento exacto, la consecución de ciertos objetivos fundamentales y minimalistas que le dan sentido a la existencia, por tanto, buenos comportamientos conllevan a la obtención de satisfacción personal, virtud o plenitud del ser (autorrealización) y malos comportamientos producen sensaciones opuestas. He aquí la gran diferencia entre conducta y comportamiento: podría pensarse entonces que la conducta le compete a la psicología y que el comportamiento le compete a la moral, a la ética, a la axiología…
Limón (2004) expone respecto al comportamiento que “representa éste, el ejercicio de la autonomía personal, de la posesión de una capacidad para autodeterminar, cada uno, sus acciones, pues el propósito del sujeto se plasma en acciones controladas por la voluntad (fuerza volitiva), siendo consecuencia de un reconocimiento previo, de una disposición afectiva anterior a la actuación” (pág. 14). En este sentido, el comportamiento resulta ser impredecible ante los ojos de un psicólogo, y varía significativamente de sujeto a sujeto, incluso en las mismas condiciones, bajo los mismos estímulos y en el mismo contexto histórico, pues va a depender, en un alto grado, de la voluntad propia del individuo, de su personalidad, de su desarrollo psicológico, cognitivo, social y afectivo. He aquí la segunda gran diferencia, la conducta es predictiva y más frecuente por su alta influencia del medio social en la psique, el comportamiento podría resultar siendo un acto más racional, más calculado, más consiente y, por esto, menos predecible.
Como conclusión, Delgado & Delgado (2006) esbozan claramente la relación, y por tanto una diferencia sustancial entre estos dos conceptos: “el comportamiento es expresión de la personalidad, mientras que la conducta no siempre manifiesta los contenidos personológicos, poseyendo un carácter más respondiente y otorgándole, por lo tanto, un papel más pasivo al sujeto”.
Analizados los términos conducta y comportamiento, se proponen los siguientes ejemplos elegidos en el contexto educativo de educación primaria, debido a que es el campo de acción profesional en la que me desempeño como docente. La disposición es la siguiente: Contexto, acto, conducta, comportamiento.
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