Bajo rendimiento escolar.
Enviado por Sunny Montoya González • 9 de Enero de 2017 • Ensayo • 1.783 Palabras (8 Páginas) • 288 Visitas
Bajo rendimiento escolar
Empezamos a avanzar en el curso escolar, los alumnos han llevado ya a casa las calificaciones y más de alguno, más de los que quisiéramos, llevan bajas calificaciones, algunos de los que ahora empiezan mal, terminaron arrastrando el curso anterior, por ello es importante reflexionar un poco acerca de los diferentes factores que inciden en el bajo rendimiento escolar.
En primer lugar precisemos, llamamos bajo rendimiento escolar a los alumnos que reprueban tres o más materias o que llevan calificaciones entre reprobado y seis. Es normal que los muchachos varíen en sus calificaciones, por ejemplo, al pasar de primaria a secundaria, esto es completamente normal ya que el sistema es completamente diferente y los preadolescentes necesitan un tiempo para adaptarse. Es importante tomar en cuenta que bajo rendimiento escolar no es lo mismo que el hecho de que los hijos no respondan a las expectativas de calificaciones que los padres tienen. Un adolescente, y en este artículo nos vamos a referir a muchachos en esta etapa de la vida, es decir que cursan secundaria o preparatoria, tiene varias tareas vitales que resolver: cambios en su cuerpo con el desarrollo sexual, cambios en su mundo afectivo con la construcción de su identidad, cambios en la forma de relacionarse con los otros, sus amigos, sus padres, sus maestros, trabajo en la maduración del pensamiento abstracto, asunción personal de los valores aprendidos e introyectados en la infancia, por ello no es preocupante que baje las calificaciones, siempre y cuando esto no ponga en peligro su curso escolar.
Lo común cuando un muchacho llega con bajas calificaciones es que los padres lo tilden de flojo, irresponsable cuando no de pendejo y estúpido. Es comprensible la impotencia que sienten los progenitores ante la línea que va presentando en los estudios su retoño, sin embargo no hay nada mas injusto que tratar de flojo e irresponsable o bien de tonto al muchacho que, aunque con frecuencia lo disimule, se siente francamente mal con las calificaciones que lleva. A veces estas bajas calificaciones apuntan a un claro fracaso escolar, considerando como tal cuando el muchacho o la muchacha llevan, por lo menos un año reprobando curso o dos o mas materias.
Es difícil para los padres e incluso para los maestros entender y comprender lo que sucede cuando un adolescente no obtiene los resultados que cabría esperar dado su nivel intelectual, vamos a reflexionar un poco acerca de las características que tienen estos muchachos de bajo rendimiento escolar, con el fin de que, comprendiéndolos mejor, encontremos alternativas más sanas y efectivas para que se superen, alternativas de apoyo y no solo castigo tras castigo que se muestran cada vez mas inefectivos
En primer lugar los alumnos con bajas calificaciones son brillantes, pero no hacen el esfuerzo necesario para tener éxito. Son niños y adolescentes con inteligencia normal, incluso con frecuencia tienden a estar por encima de lo común, sin embargo su esfuerzo es errático y pobre, parece que regaran fuera de la maceta. Las calificaciones parecen yo-yo, suben y bajan sin razón aparente. A veces las calificaciones de los exámenes son buenas, lo que refleja el conocimiento del alumno, pero las tareas, los trabajos que tienen que hacer no los entregan o los hacen tarde, lo que supone una baja en sus calificaciones. Fallan, no por la carencia de deseo, sino porque no saben como lograr sus deseos. La mayor parte de los alumnos con bajas calificaciones han internalizado lo valores de éxito de sus padres y quieren hacerlo mejor, no saben cómo.
Esta dificultad para realizar las tareas escolares cotidianas, que con frecuencia se manifiesta en otras áreas de la vida tiene su origen en ciertas dificultades para desarrollar su carácter. Hay ciertas habilidades básicas que al practicarlas durante cierto tiempo se convierten en parte de la personalidad y el carácter de los individuos, si estas no se desarrollan, la persona, en este caso el adolescente, no es capaz de poner en práctica sus ideales y valores en el mundo real. Esto es lo que les pasa a muchos niños con bajo rendimiento escolar. Tienen la inteligencia, tienen el deseo, pero carecen de las habilidades básicas del carácter para hacer que sus deseos y su inteligencia trabaje para darles el éxito y subir su autoestima.
Una de las carencias de los niños con fracaso escolar es la autodisciplina. Hay dos tipos de autodisciplina, que se complementan. Una es la disciplina para iniciar, y la otra es la disciplina para llevar a buen término cualquier tarea o para llegar a la meta planteada. El primer tipo de autodisciplina se requiere cuando debe empezar a trabajar sin tener ganas de hacerlo. La autodisciplina no se necesita cuando uno tiene ganas de hacer las cosas. si sólo se trabaja cuando se desea o uno anda de buenas entonces el éxito sería, cuando mucho, esporádico. Los alumnos con bajo rendimiento escolar rara vez practican la autodisciplina, y con mayor frecuencia, la disciplina para ponerse a trabajar proviene de otros. Cuando un muchacho retarda el inicio de una tarea, es que no siente ganas de hacerla, y se deja llevar por los sentimientos del momento sin siquiera darse cuenta de ellos, pero tampoco se da cuenta de las consecuencias negativas que padecerá si no hace el trabajo, ni de las ganancias que tendrá al realizarlo. Cuando el alumno se da cuenta de ambos: los sentimientos actuales y las consecuencias futuras, se sienta, toma el lápiz y se pone a hacer la tarea. Los sentimientos negativos del momento no controlan su conducta, sino mas bien lo hacen sus metas futuras.
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