Bajo Rendimiento Escolar
Enviado por 30agosto • 5 de Mayo de 2015 • 2.974 Palabras (12 Páginas) • 304 Visitas
El bajo rendimiento escolar
El bajo rendimiento escolar, demostrado por pruebas a nivel institucional, es realmente preocupante, aunque por supuesto no tanto como la deserción escolar, ya que un bajo rendimiento puede superarse, pero volver al sistema educativo puede resultar más dificultoso, por lo cual hay que tratar que el bajo rendimiento no termine en repitencia, que ésta se sienta como un fracaso y que a su vez, esto concluya con una salida del sistema escolar. Hablar de rendimiento es una cuestión de eficacia, de números, y los niños y adolescentes son seres complejos, que además de una máquina de aprender, son seres cargados de emociones, y son producto de un medio sociocultural. Puede ser que lo logrado sea poco, pero habría que ver cuál fue el punto de partida. Si hablamos de una graduación del rendimiento ya algo estamos teniendo, algo hemos logrado, en cuanto a conocimientos previos, que no se debe despreciar, y avanzar sobre ellos. Tal vez lo que se obtuvo no era lo esperado, pero puede ocurrir que eso que se esperaba no tuvo en cuenta el contexto, el grado de maduración de esos niños específicos, y sus particulares circunstancias.
Si nos preguntamos por qué los alumnos de colegios privados logran mejores resultados, la respuesta es muy simple. Los docentes avanzan más en los contenidos pues los alumnos logran aprenderlos, y esto sucede pues tienen los medios socioeconómicos que se lo permiten, Si algo no entienden, sus padres, en general con altos niveles de escolarización, les podrán explicar, o a falta de tiempo, podrán recurrir a profesores particulares. Ellos no concurren a la escuela con frío ni con hambre, y en general su única preocupación es estudiar. Por supuesto esto no significa que no tengan problemas emocionales (separación de los padres, situaciones de violencia, peleas con compañeros, etcétera) pero esto también afecta a los niños de clases socioeconómicas bajas, que suman a los problemas cotidianos, los económicos.
Ellos tienen padres con baja o ninguna instrucción, no pueden recurrir a maestros particulares, no tienen un lugar apropiado para hacer sus tareas, y muchas veces le son requeridos sus servicios en tareas hogareñas o fuera del hogar.En estos casos es lógico que el rendimiento sea bajo, pero eso no debe desalentar la tarea docente, sino constituir un desafío. Pongamos metas menos exigentes, y cuando las logremos fijémoslas un poco más adelante; avanzarán tal vez más lentamente, pero lo importante es que se superen. Si ponemos objetivos muy altos, lo único que lograremos será frustración, y el bajo rendimiento se convertirá en nulo. Sin embargo debemos estar atentos para no caer en el convencimiento de que no pueden hacer determinados aprendizajes, pues tal vez nos equivoquemos. La educación no es una ciencia exacta, está llena de marchas y retrocesos. Es bueno presentar desafíos para ver si pueden lograrlo, y desandar el camino si es necesario, para tratar de obtener el resultado esperado la próxima vez.
Otra causa muy importante del bajo rendimiento escolar son los problemas de conducta. En aulas donde reina el desorden, cosa muy frecuente y de difícil solución pues los niños tienden a transgredir las normas, es muy difícil que los alumnos puedan aprender, por lo cual es útil establecer normas de convivencia claras, y que se apliquen las sanciones cuando corresponde.
Hay también otros problemas que afectan el rendimiento por factores biológicos propios de cada niño, como problemas visuales, auditivos, dislexia, hiperactividad, que deben ser tratados en particular, con profesionales médicos.
6 de octubre de 2010 Publicado por Hilda FingermannLa realidad es alarmante en cuanto al índice de repitencia en los colegios, y en lo que respecta a deserción escolar, sin llegarse a cumplimentar los niveles de escolarización oficialmente obligatorios, pero esto no sucede por casualidad. Las causas son muy numerosas, dentro de las cuales la más angustiante es el trabajo infantil, que quita horas para destinarlas al estudio, o directamente impide la concurrencia a los establecimientos educativos, lo que determina un alto índice de ausentismo que luego se transforma en abandono de los estudios.Para quienes concurren regularmente, podemos citar entre las principales causas, la pobreza y los problemas en el ámbito familiar o personales: un niño con sueño, con hambre, con frío, o agobiado por responsabilidades, agresiones que sufre él mismo o alguien de su entorno, o preocupado por alguna enfermedad propia o de sus allegados, no podrá concentrarse en la tarea de aprender. En estos casos cabe la intervención del gabinete psicopedagógico escolar.
Otros factores son: la falta de acompañamiento familiar (se necesita que la familia se involucre en la actividad escolar, ayudándolo con la tarea, que no significa que se la hagan, sino simplemente que lo ayuden si es posible, o simplemente que muestren interés en lo que el niño hace) y sobre todo la puesta de límites. Los padres no pueden ser ajenos a las citaciones que les efectúan los docentes para hablarles sobre el comportamiento o rendimiento de sus hijos; y en sus hogares, deben establecer horarios (para recreación y para las tareas escolares, creando así en el niño la conciencia de la responsabilidad).La motivación también es fundamental, y evitar por parte del profesor que ocurra el efecto Pigmalión, o sea, rotular a los alumnos en buenos y malos.Puede suceder también que el niño presente algunos inconvenientes que el maestro y los padres deben tratar de detectar desde edades tempranas. Muchas veces el niño puede no aprender por padecer algún trastorno orgánico, como hipoacusia, miopía, déficit de atención e hiperactividad, trastorno en el habla, etcétera, que requerirán la intervención de un profesional especializado. Por último recordemos que para Bernstein es fundamental en el fracaso escolar, el nivel socioeconómico familiar, que predetermina el desarrollo lingüístico de los niños.
Causas del fracaso escolar
6 de octubre de 2010 Publicado por Hilda Fingermann
La realidad es alarmante en cuanto al índice de repitencia en los colegios, y en lo que respecta a deserción escolar, sin llegarse a cumplimentar los niveles de escolarización oficialmente obligatorios, pero esto no sucede por casualidad. Las causas son muy numerosas, dentro de las cuales la más angustiante es el trabajo infantil, que quita horas para destinarlas al estudio, o directamente impide la concurrencia a los establecimientos educativos, lo que determina un alto índice de ausentismo que luego se transforma en abandono de los estudios.
Para quienes concurren regularmente, podemos citar
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