DISTIMIA – TRASTORNO DEPRESIVO PERSISTENTE
Enviado por mara uwu • 3 de Diciembre de 2021 • Ensayo • 1.107 Palabras (5 Páginas) • 92 Visitas
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UNIVERSIDAD RICARDO PALMA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
CURSO: PSICOLOGÍA DE LA ANORMALIDAD I
ENSAYO: DISTIMIA – TRASTORNO DEPRESIVO PERSISTENTE
PROFESORA:
Vargas Cajahuanca, Gisella Esther
ALUMNA:
Santos Chuquipoma, Mara Raquel
2021
ÍNDICE
Integración de saberes 1
Artículos Desplegados 4
Referencias 75
DISTIMIA - TRASTORNO DEPRESIVO PERSISTENTE
Integración de saberes
La Distimia, o también llamado trastorno depresivo persistente, se encuentra clasificado den los trastornos del humor depresivo en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5), mientras que en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 10) se conceptualiza como alteración del estado de ánimo. Esta se caracteriza por un curso crónico, que fluctúa en ocasiones, y es de intensidad leve; dentro de los síntomas figura los emocionales, cognitivos, conductuales y fisiológicos, como lo son: hipofagia/ hiperfagia, hipersomnia/ insomnio, disminución de la concentración, cansancio frecuente, autoestima baja, anhedonia, incapacidad o inseguridad en la toma de decisiones y presencia frecuente de sentimientos de desesperanza. Los síntomas deben aparecer durante la mayor parte del día en el periodo mínimo de dos años.
Dysthymia, en su traducción al inglés, fue usado por Kahlbaum para referirse a depresiones que no mostraban apariencia melancólica. Por su parte, James Kocsis, en los años 70, utilizó el mismo término para referirse al concepto similar al de “neurosis depresiva” o “depresión neurótica”, el cual consiste en un estado de depresión crónica del estado de ánimo de al menos dos años donde el humor sea depresivo constante o recurrente de manera continuada. Sin embargo, no fue hasta la tercera edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales donde se definió como una entidad nosológica concreta: Trastorno Distímico. Así, se concibe la distimia como una depresión de curso crónico con un humor alterado casi constante y de alta comorbilidad, por lo que el cuadro clínico presenta una forma variable que resulta a veces en diagnósticos problemáticos, al no ser una “típica” depresión.
El trastorno depresivo persistente o distímico, dentro de las DSM IV, se clasifica en dos subtipos: distimia de inicio temprano, cuando el trastorno inicia antes de los 21 años de edad; distimia de inicio tardío, cuando el trastorno se presenta después de los 21 años de edad. Los síntomas deben estar presentes durante al menos un año en adolescentes y dos, en adultos. Pero la distimia puede iniciarse a cualquier edad, incluso iniciar en la infancia y desarrollarse dentro de todas las etapas hasta la adultez.
Las personas con este trastorno manifiestan que sus síntomas interfieren de manera significativa en sus actividades sociales, funcionamiento laboral o académico; es decir, causa malestar clínicamente significativo. Asimismo, luego de la revisión de los artículos, se confirmó que la distimia es un trastorno poco estudiado a comparación a los demás trastornos depresivos, siendo el más estudiado principalmente la depresión mayor; contrariamente, el trastorno depresivo persistente es considerado con peor pronóstico que el trastorno depresivo mayor, ya que, la distimia puede producir igual o más limitaciones funcionales en los pacientes. Muchos de los pacientes optan por las estrategias de afrontamiento como la evitación de situaciones que los ponga en riesgo y dependen de sus redes vinculares de apoyo.
La causa exacta de este trastorno es desconocida, pero sí se vincula a diferentes causas como las diferencias biológicas, química del cerebro, rasgos heredados y acontecimientos en la vida del paciente. Hay estudios de la afectación de algunas regiones cerebrales en el trastorno depresivo persistente, especialmente en la amígdala, hipocampo, córtex prefrontal y el cíngulo anterior. Así, se postuló que la red neuronal por defecto que se activa en condiciones normales en estado de reposo, podría estar afectada en la distimia y debido a esto, se favorece a la rumiación de pensamiento, lo cual lleva a una introspección excesiva, siendo este aspecto que distingue a la distimia. Además, las personas con distimia cuentan con una carga familiar severa; añadiendo los distintos factores, se señala que ayudan a que este trastorno sea crónico.
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