Ensayo de Cómo afecta el estrés académico en estudiantes universitarios

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Cómo afecta el estrés académico en estudiantes universitarios

Integrantes: Sofía Pérez

                    Magdalena Ruz

                    Margarita Silva

· Abstract:

El objetivo de la investigación es examinar y dar cuenta de la relación psicológica entre el estrés académico y los estudiantes universitarios. Uno de los principales resultados en la que se basa la información es que un elevado nivel de estrés altera el sistema de respuestas del individuo a nivel cognitivo, motor y fisiológico, lo cual a lo largo del tiempo, puede llegar a ser letal para el individuo, por lo cual hay que tener consciencia del estrés que sentimos y atender a lo que se va sintiendo tanto física como emocionalmente. La forma metodológica que abarca la investigación es en base a revisión de los datos, ya sean investigaciones, antecedentes y bibliografías previas.

· Palabras claves: estrés, afrontamiento, temperamento, estresores, personalidad, respuestas autonómicas, organismo, patologías, sustancias, fisiológico.

· Antecedentes:

El uso inicial del concepto estrés está estrechamente identificado con el trabajo de Hans Selye, quien popularizó el término y lo definió en un sentido general como “la tasa de desgaste natural producido por la vida” (Hans Selye, 1995). Experimentar emociones negativas es un importante causa de este “desgaste”. El término estrés proviene de la física y hace referencia a la presión que ejerce un cuerpo sobre otro (la fatiga de materiales), siendo aquel que más presión recibe el que puede destrozarse. Además según la RAE significa: Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.

Estrés se refiere al conjunto de alteraciones que se producen, en el cual entran en juego diversos mecanismos de defensa ante el estímulo amenazante o la exposición del cuerpo frente un daño o amenaza negativa, la cual puede generar sentimientos de temor, tensión, irritabilidad y síntomas somáticos tales como dolores musculares, de cabeza, estómago, en algunos casos insomnio, presión arterial elevada, o también frente a un estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento superior al normal, el cual suele provocar diversos trastornos tanto físicos como mentales. En algunos casos el estres tambien puede ser positivo, ya que puede movernos a la acción y así ayudar a evitar el peligro. Pero cuando supera cierto límite de tiempo, este se transforma en negativo y puede dañar la salud. 

Según Miller y Dell Smith (2016), existen distintos tipos de estrés los cuales pueden afectar al organismo. En primer lugar está el estrés agudo, el cual es el estrés más común. Éste surge de las exigencias y presiones del pasado reciente y las exigencias y presiones anticipadas del futuro cercano. Este estrés es emocionante y fascinante en pequeñas dosis, pero cuando es demasiado resulta agotador. Del mismo modo, exagerar con el estrés a corto plazo puede derivar en agonía psicológica, dolores de cabeza, malestar estomacal y otros síntomas. Dado que este tipo de estrés es a corto plazo, no tiene tanto tiempo para causar daños importantes asociados con el estrés a largo plazo.

Ibíd, por otro lado, también está el estrés agudo episódico, es decir, un estrés agudo con frecuencia. Es común que las personas con reacciones de estrés agudo estén demasiado agitadas, tengan mal carácter, sean irritables, ansiosas y estén tensas. Otra forma de estrés agudo episódico surge de la preocupación incesante. Los síntomas más comunes de este tipo de estrés son: dolores de cabeza intensos y persistentes, migrañas, hipertensión, dolor en el pecho y enfermedad cardíaca. Y, por último está el estrés crónico, el cual destruye el cuerpo, la mente, la vida y hace daños mediante el desgaste a largo plazo. Éste surge cuando una persona nunca ve una salida a una situación deprimente, es el estrés de las exigencias y presiones implacables durante períodos aparentemente interminables.

Ibíd, algunos tipos de estrés crónico provienen de experiencias traumáticas de la niñez que se interiorizaron y se mantienen dolorosas y presentes constantemente, algunas de éstas afectan profundamente la personalidad, donde se genera una visión de mundo, o un sistema de creencias, que provoca un estrés interminable para la persona. El peor aspecto del estrés crónico es que las personas se acostumbran a él y se olvidan que está allí. El estrés crónico mata a través del suicidio, la violencia, el ataque al corazón, la apoplejía e incluso el cáncer. Las personas se desgastan hasta llegar a una crisis nerviosa final y fatal.

Para Martínez Díaz y Díaz Gómez (2011), el estrés académico es aquel que padecen generalmente los alumnos de educación media y superior, y que puede presentarse debido a factores físicos, emocionales, que pueden ejercer una presión significativa en la competencia individual para afrontar el contexto escolar en el rendimiento académico, presentación de exámenes, relación con los compañeros y educadores,etc. Esta definición se circunscribe al estrés que padecen los alumnos a consecuencia de las exigencias endógenas o exógenas que impactan su desempeño en el ámbito escolar.

Según Luis Moro (2012), los llamados estresores o factores estresantes son las situaciones desencadenantes del estrés y pueden ser cualquier estímulo, externo o interno, los cuales, según la hipótesis del estrés académico como estado psicológico, se pueden dividir en dos:

     - Estresores mayores: los cuales tienen una presencia objetiva que no depende de la percepción del sujeto y su repercusión hacia la persona es siempre negativa.

    - Estresores menores: los cuales no tienen presencia objetiva independiente de la percepción de la persona; esto es, los acontecimientos o prácticas no son por sí mismas estímulos estresores, sino que es la persona, con su valoración, la que los constituye como tales.

Existen distintos tipos de afrontamientos para estos estresores, los cuales se definen como “aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo”. (Espinosa, Contreras, Esguerra, 2009).

El estrés se presenta de una cotidiana en nuestras vidas, y no nos percatamos de la sobrecarga que tenemos, la cual puede llegar a una gran cantidad de tensión que afecta de manera negativa en nuestro organismo y además puede provocar una serie de patologías. La manera de afrontar el estrés puede afectar la salud cuando no es canalizada de manera correcta. En ocasiones, como escape al estrés las personas recurren al uso excesivo de sustancias nocivas como el alcohol, drogas, tabaco y medicamentos no recetados por especialistas, actividades que significan un riesgo importante para el bien personal y familiar.

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