Escisión represión

La escisión es un mecanismo de defensa en el que el yo se divide en dos o más partes para evitar la ansiedad. Esto puede ser una causa fundamental de la debilidad del yo, ya que requiere menos contracargas que la represión. Un yo débil puede retroceder fácilmente a la escisión, formando un círculo vicioso en el que la debilidad del yo y la escisión se refuerzan mutuamente. En resumen, la escisión puede ser tanto una causa como una consecuencia de la debilidad del yo.

La represión es un mecanismo de defensa psicológico en el que los pensamientos, recuerdos y deseos inaceptables o dolorosos son excluidos de la conciencia y mantenidos en el inconsciente. A diferencia de la supresión, que es un proceso consciente, la represión es un proceso inconsciente. La represión puede ser útil a corto plazo para evitar el dolor emocional, pero a largo plazo puede tener efectos negativos en la salud mental y emocional.

Según Anna Freud, la represión es un mecanismo de defensa que consiste en mantener o expulsar una idea o un afecto fuera del yo consciente. Esto significa que ciertos pensamientos o emociones son reprimidos y mantenidos fuera de la conciencia para evitar el dolor o la ansiedad. Sin embargo, Anna Freud señala que no tiene sentido hablar de represión cuando el yo todavía está fusionado con el ello, lo que sugiere que la represión solo puede ocurrir cuando el yo se ha desarrollado y diferenciado del ello.

La represión es uno de los muchos mecanismos de defensa que utilizamos para protegernos de la ansiedad y el dolor emocional. Otros mecanismos de defensa comunes incluyen la negación, la proyección, la racionalización y la sublimación. Todos estos mecanismos tienen como objetivo reducir la ansiedad y el malestar emocional al distorsionar o negar la realidad de alguna manera. La represión se relaciona con estos otros mecanismos en el sentido de que todos son formas en las que el yo intenta protegerse de los pensamientos y emociones dolorosos o inaceptables.

Este texto describe cómo los mecanismos de defensa neuróticos o normales, como la racionalización, la intelectualización, el aislamiento, el desplazamiento y las defensas caracterológicas "superiores" (como las formaciones reactivas y los rasgos caracterológicos de tipo inhibitorio), mantienen los derivados instintivos en forma de afectos específicos y la representación ideacional del impulso respectivo separados en la conciencia. En otras palabras, estos mecanismos de defensa evitan que el impulso y su representación ideacional se reconozcan simultáneamente en el yo.

Por otro lado, el texto menciona que el reconocimiento completo de un impulso puede existir en presencia de defensas caracterológicas de "nivel inferior", como las observadas en personalidades impulsivas y "actuadoras" y en las defensas típicas de las personalidades fronterizas. Un ejemplo de esto son las formas primitivas de proyección.

Este texto explica que la escisión es un mecanismo de defensa característico de las primeras etapas del desarrollo del yo. Surge como resultado de la normal falta de integración de las primeras introyecciones y se utiliza con fines defensivos para proteger las introyecciones positivas, favoreciendo así indirectamente el crecimiento del yo. La escisión consiste en disociar o mantener activamente separados sistemas de identificación de valencias opuestas (sistemas de identificación conflictivos), independientemente del acceso a la conciencia o el control perceptual o de la movilidad. El derivado instintivo se hace plenamente consciente en las facetas emocional, ideacional y motriz, pero queda completamente separado de otros sectores de la experiencia psíquica consciente.

Según el texto seleccionado anteriormente, la escisión es un mecanismo de defensa que surge en las primeras etapas del desarrollo del yo como resultado de la normal falta de integración de las primeras introyecciones. Se utiliza con fines defensivos para proteger las introyecciones positivas, lo que favorece indirectamente el crecimiento del yo. Al disociar o mantener activamente separados sistemas de identificación de valencias opuestas, la escisión ayuda a proteger las introyecciones positivas y, por lo tanto, puede contribuir al crecimiento y desarrollo del yo.

Este texto seleccionado describe la represión como un mecanismo de defensa utilizado por el yo en una etapa más avanzada de su desarrollo. La represión consiste en el rechazo por parte del yo consciente de un impulso o de su representación ideacional. Mientras que la escisión, en un nivel más primitivo del desarrollo, está reforzada por defensas primitivas como la proyección y la negación, la represión, en un nivel más alto de desarrollo yoico, está reforzada por mecanismos como el aislamiento y el desplazamiento. La represión ayuda a consolidar y proteger el núcleo del yo y contribuye a la definición de los límites yoicos.

Este texto seleccionado describe cómo el yo se protege contra la ansiedad durante el período en que normalmente predomina la escisión. Durante este período, el yo se protege mediante una polarización defensiva, lo que se logra en detrimento de las funciones sintéticas del yo y de la prueba de realidad. Una vez que se establece el predominio de la represión y en presencia de psicopatologías menos graves, como neurosis y desórdenes caracterológicos leves, el yo se protege de la ansiedad asociada con conflictos intolerables eliminándolos de la conciencia.

Las funciones sintéticas del yo se refieren a la capacidad del yo para integrar y organizar diferentes aspectos de la experiencia, pensamientos y emociones en una percepción coherente y unificada de uno mismo y del mundo. Estas funciones son importantes para el desarrollo de una identidad estable y para la capacidad de adaptarse a las demandas del entorno. Cuando estas funciones se ven comprometidas, puede resultar en dificultades para manejar conflictos internos y externos.

El texto seleccionado no proporciona información específica sobre los requisitos para el funcionamiento de la represión. Sin embargo, en general, la represión requiere una cantidad suficiente de energía psíquica para mantener los impulsos, pensamientos o emociones reprimidos fuera de la conciencia. Esto se logra mediante el uso de contracatexias, que son fuerzas psíquicas que actúan en oposición a los impulsos reprimidos. Además, el funcionamiento efectivo de la represión también puede depender de la capacidad del yo para manejar conflictos internos y mantener un equilibrio entre las demandas del ello, el superyó y la realidad externa.

Las contracatexias son fuerzas psíquicas que actúan en oposición a los impulsos reprimidos. Son una forma de defensa que el yo utiliza para mantener los impulsos, pensamientos o emociones reprimidos fuera de la conciencia. Las contracatexias pueden tomar muchas formas, como la negación, la racionalización o la sublimación, y su función es evitar que los impulsos reprimidos se expresen directamente y causen ansiedad o malestar. En resumen, las contracatexias son una parte importante del mecanismo de defensa de la represión.

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